¿Y si hablamos de educación?
¿ Y si hablamos de educación? María Gabriela Huidobro Salazar Doctora en Historia Decana Facultad de Educación y Ciencias Sociales Universidad Andrés Bello 6 6 La última encuesta Cadem mostró cuán distanciadas pueden estar las prioridades ciudadanas frente a la agenda gubernamental.
La condonación del CAE fue la última prioridad para los encuestados, quienes se mostraron preocupados por la infraestructura de los colegios, los sueldos de los profesores y la deserción escolar, que sumaban el 65% de las respuestas". ¿Y si hablamos de educación? có la lista de niños de una escuela de primeras letras de Valparaiso que habían destacado por su rendimiento académiCo durante el mes.
Entre ellos, figuraban Blas Cuevas, que luego fue un filántropo de la educación y fundó la Sociedad de Instrucción Primaria en el puerto; José Anacleto Goñi, futuro vicealmirante; Santiago Dunn, que desarrolló una destacada carrera naval; y Vicente Padín, quien llegó a ser decano de Medicina de la Universidad de Chile. Claro, en 1827, Valparaíso era más pequeño y es probable que hubiera menos noticias.
No obstante, el diario seguía la tendencia deotros periódicos que destacaban con frecuencia a los buenos estudiantes, difundían las iniciativas escolares que aportaban a la cultura y daban espacio a reflexiones de intelectuales que pensaban cómo mejorarla educación.
Los medios se hacían eco de la convicción generalizada entre la mayoría de los primeros líderes de la república, según la cual, el éxito del proyecto político del país pasaba por cuidarla educación de sus habitantes: "Todos los estados degeneran y perecen a proporción que descuidan la educación", dijo Juan Egaña en 1811.
Por eso, el proyecto constitucional de 1813 propuso en su artículo 223, "premios útiles y extraordinarios para los maestros distinguidos en la aplicación y provechosas resultas de su enseñanza", así como para "los jóvenes que más se distingan en las costumbres y en el adelantamiento". Una propuesta asíno estuvo ni remotamente cerca de ser tema enlos últimos proyectos constitucionales. Y es que, actualmente, la educación sigue ocupando espacio en los medios, pero la aproximación es muy distinta.
Con un enfoque más técnico que pedagógico, lo que se entiende por debate educacional refiere a la gestión y fiE 129 de septiembre de 1827, hace 197 años, El Mercurio publiEl Mercurio publinanciamiento de un sistema que parece estar siempre en crisis, y cuyas prioridades no suelen definirse desde la preocupación y participación de las comunidades educativas involucradas. La última encuesta Cadem mostró cuán distanciadas puedenestar las prioridades ciudadanas frente a la agenda gubernamental. La condonación del CAE fue la última prioridad para los encuestados, quienes se mostraron preocupados por la infraestructura de los colegios, lossueldos delos profesores yla deserción escolar, que sumaban el 65% de las respuestas. La encuesta sugiere que la atención de la población está en el mundo escolar y en sus tres pilares: el aula, el profesorado y sus estudiantes, aspectos íntimamente relacionados. La escuela debe ser refugio y espacio de encuentro, crear un ambiente que acoja, motive y desafíe, que atraiga y reconozca talentos, y que cuente con los apoyos materiales y simbólicos para ello. Quela instale en el centro dela atención con la importancia que realmente tiene para pensar el país. Lejos quedaron los tiempos cuando se destacaban méritos y buenas noticias. Esta semana, los titulares rozaron el tema educativo sólo a raíz de la polémica por excéntricos sueldos universitarios que ninguna relación tienen con el mundo académico. Aunque existen iniciativas educativas notables, premios a los mejores docentes y apoyos a proyectos estudiantiles innovadores, su notoriedad es muy secundaria. No son el asunto público que deberían ser, para inspirar el diálogo y la reflexión sobre cómo impulsar una mejor educación.
En la actualidad, por ejemplo, se han propuesto nuevos planes curriculares, proyecto que merece visibilidad, pero no la ha recibido. ¿Qué necesita aprender un alumno del siglo XXI? ¿ Y cómo atraemos a más y mejores profesores para ello? Laeducación requiere una nueva valoración desde lo pedagógico, quela ubique en el corazón del debatenacional. Solo así, podremos forjar una sociedad comprometida conel verdadero progreso, ese que empieza en las aulas. El pasado puede ofrecernos aún interesantes lecciones al respecto.. o. o.