CARTAS: Licencias fraudulentas ll
Licencias fraudulentas II caso de las licencias médicas falsas utilizadas por funcionarios públicos para defraudar al Estado es un golpe directo a la probidad y al respeto por la función pública. No se trata sólo de pillería o de viveza: es corrupción. Y no basta con renuncias. Muchos de estos mismos funcionarios, tras dejar sus cargos, pueden ser recontratados en otrasinstituciones públicas, manteniendo privilegios y sueldos que jamás tendrían en el mundo privado. Durante la pandemia, mientras el país entero enfrentaba incertidumbre, recortes y cesantía, el sector público mantuvo e incluso incrementó sus remuneraciones. Hoy, parte de ese mismo aparato aparece implicado en fraudes sistemáticos que vulneran la ética más básica y socavan la confianza ciudadana en las instituciones. La gravedad de estos hechosexige más que indignación mediática. Serequieren sanciones ejemplares, reparaciones y señales políticas claras: quien abusa del poder públicono puede seguir en el Estado. La cultura de la viveza y el descontrol fiscal no sonsónacionales, sino que son enfermedades crónicas que debemos enfrentar con decisión. Porquecuandolos llamados aservir son los primeros en defraudar, lo queserompe no es sólo el presupuesto: esla fe en lo común, en y en el país que merecemos. Rodrigo Durán Guzmán