Autor: Ramón Rada Jaman, presidente de la Comisiónde Innovación del y director de SUTMIN
Desafíos de la minería
Eseñor director: Con el 2025 ya instalado, y con los vientos de cambio de la estacionalidad, la imperante necesidad de mejorar nuestro desempeño presenta una lista de deseos con la que más de algún representante del ecosistema minero estará de acuerdo.
Y es que, aunque la industria ha demostrado ser altamente profesional, resiliente y autónoma ala hora de asumir retos, para el sector de mayor tracción de nuestra materia de inversión, desarrollo económico e innovaciónel camino no es tan simple. Pese a la tecnología y la capacidad del rubro para trabajar con recursos limitados, la reactivación económica, sin duda, encabeza la “lista de deseos”. Nuestra minería necesita urgentemente volver a crecer.
Es fundamental romper con la tendencia a la baja en la producción, para retomar un impulso dinámico y sostenible de crecimiento, En este punto, materializar el inicio del catastro de proyectos, con un portafolio de inversión que superalos US$83.000 millones, es clave. Lo curioso y contradictorio es que el proyecto minero-portuario de Dominga, en La Higuera, sigue frenado; por un Comité de Ministros que, sin ministros, reunido fuera de plazo y con cuestionada parcialidad, lo rechaza. Enel segundo lugar de la lista podría ubicarse la transparencia.
Llama la atención que, en la misma semana en queel Ministerio de Hacienda y Codelco vuelven a emitir bonos de deuda pública de largo plazo por madamente US $4.900 millones, los recursos se equiparen a dos veces la inversión rechazada en La Higuera, Dicho monto es también similar a dos veces la inversión requerida para recuperar la capacidad de fundición que perdimos con el cierre de “Fundición Ventanas” y “Hernán Videla Lira” (Paiporte), conformándose así el más claro ejemplo de injusticia tributaria transgeneracional. En 2025, las señales detransparencia deben ser claras, ya que la mayor deuda la tenemos en nuestra minería estatal. Esadeuda no la pagará esta generación, sino la futura. Como tercer deseo, sin duda, somos muchos los actores del mundo minero que esperamos coherencia.
En un país donde la crisis económica asola zonas rurales y extremas, con evidente erosión de suelos y degradación del entorno por la falta de inversión; no que la burocracia ambiental yla permisología nefasta dilate y evite el desarrollo de proyectos que buscan, entre otros objetivos, dar sostenibilidad al territorio en que se instalan las inversiones.
El caso del rechazo por parte del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) del proyecto en Penco Biobío (tierras raras) y Mataquito Maule (transmisión) por encontrar seis y dos especies de Naranjillos, respectivamente, en la zona de ejecución es no entender que, precisamente, son estos proyectos los que salvarán a estas aisladas especies, con empleo y prosperidad para la comunidad. De otro modo, con toda probabilidad morirán. Este año debemos sustituir la permisología patológica que está destruyendo ala industria, por acciones que respondan a las necesidades del territorio y sus comunidades.