Banco Mundial estima en hasta US$ 140 mil millones la inversión para garantizar acceso universal al agua potable y saneamiento
Banco Mundial estima en hasta US$ 140 mil millones la inversión para garantizar acceso universal al agua potable y saneamiento Banco Mundial estima en hasta US$ 140 mil millones la inversión para garantizar acceso universal al agua potable y saneamiento ROSA MARTÍNEZ A diez años de la formulaDesarrollo Sostenible ción de los Objetivos de (ODS) de la ONU, uno de los más sensibles y urgentes sigue siendo el ODS 6: garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Aunque se ha avanzado en la materia, aún hay camino pendiente para alcanzar la meta planteada. Un informe del Banco Mundial estima que para lograr el acceso universal al agua y saneamiento se requieren inversiones adicionales que van entre US$ 131.000 millones y US$ 140.000 millones.
Si bien se trata de una cifra importante, la entidad la contrasta con los US$ 164.000 millones anuales que, en la actualidad, se destinan a la gestión del agua y que son equivalentes apenas al 0,5% del PIB global. Esto refleja una brecha significativa que obliga a los gobiernos a optimizar la ejecución de recursos públicos y privados para cerrar las desigualdades de acceso a este recurso.
A nivel regional, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que para cumplir plenamente con el ODS 6 se debería invertir, anualmente y durante la próxima década, el 1,3% del PIB de cada país. Para Chile, considerando el PIB de 2024 (US$ 354 mil millones), esto implicaría una inversión anual cercana a los US$ 4.600 millones. La Cepal identifica que un beneficio adicional de implementar una medida de este tipo sería la generación de 3,8 millones de empleos verdes por año en la región.
La presidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), Lorena Schmitt, planteó en una columna de opinión que, si bien Chile cuenta con el agua potable más segura de América del Sur, gracias a un modelo que ha permitido que millones de personas reciban agua en cantidad, calidad y oportunidad, aún existe un desafío pendiente reflejado en el último Censo: un 3% de viviendas en nuestro país Margarita Ducci, Red Pacto Global Chile. Lorena Schmitt, Andess. Rodrigo Soto, acciona. org. no cuentan con agua potable dentro de la vivienda.
“El 3% de los hogares del país que aún no cuenta con el estándar que hoy tenemos en las ciudades y que se ubica mayoritariamente en zonas rurales, puede deberse a áreas grises o sectores que están sin urbanizar, así como a campamentos o asentamientos irregulares.
Este es un desafío de la más alta prioridad, sobre todo porque se trata de un derecho humano (consagrado en los ODS). Es necesario que se siga avanzando en zonas rurales semiconcentradas y dispersas, que requieren de soluciones adaptadas a cada caso”, precisa Schmitt.
Los datos de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) muestran que, al cierre de 2024, en áreas urbanas, las coberturas fueron 99,95% en agua potable, 97,65% en alcantarillado y 100% en tratamiento de aguas servidas recolectadas.
En la entidad reconocen que “existe una brecha por cerrar en zonas rurales y comunidades aisladas: todavía muchos hogares no cuentan con agua potable dentro de la vivienda”. La directora ejecutiva de la Red Pacto Global Chile (ONU), Margarita Ducci, hace una diferencia respecto de los retos que el país enfrenta en esta materia, pues dice que mientras en entornos urbanos los principales retos están en el estrés hídrico acumulado y en la sobrecarga de sistemas de distribución y saneamiento, en las áreas rurales los desafíos se intensifican por el acceso limitado a infraestructura, la menor cobertura de agua potable rural y la competencia por el recurso con actividades productivas.
“En comunidades aisladas y vulnerables, el acceso al agua impacta directamente en la calidad de vida de las personas y, además de satisfacer una necesidad básica, genera múltiples beneficios: reduce la brecha de género, al liberar tiempo que mujeres y niñas dedican a recolectar agua; incide en la mejora de la salud, al facilitar la higiene y asegurar la calidad del agua para beber; fomenta el desarrollo inclusivo, al impulsar la creación de pequeños negocios y facilitar las labores agrícolas y ganaderas, y contribuye a regenerar el entorno, al purificar los recursos hídricos”, destaca Rodrigo Soto, gerente general acciona. org, la fundación corporativa de Acciona. COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA La colaboración públicoprivada es una de las vías que pueden ayudar a cerrar esta brecha para el cumplimiento del ODS 6.
Un ejemplo de esto es la labor que realizan instancias como el Grupo de Trabajo de Empresas Líderes ODS 6 de Pacto Global (GEL), que actualmente avanza en un plan para promover la buena gestión hídrica en el país, incluyendo las zonas aisladas.
Parte de esta tarea es la elaboración de una “Guía para la Buena Gestión Hídrica”, un instrumento práctico y didáctico que busca orientar a las empresas en sus procesos de planificación, ejecución y evaluación de acciones vinculadas al uso eficiente y responsable de este recurso esencial.
“Se espera que este instrumento impulse cambios como la incorporación de la gestión hídrica en las estrategias de sostenibilidad corporativa; mayor reporte y transparencia sobre consumo y eficiencia del agua; la creación de alianzas territoriales que integren a múltiples actores, y la adopción de tecnologías y procesos que reduzcan impactos y aumenten resiliencia”, explica Ducci.
Los contenidos de la Guía incluyen principios y fundamentos de la gestión hídrica sostenible; revisión de estándares internacionales relevantes; indicadores sugeridos para medir avances; buenas prácticas empresariales chilenas documentadas, y recomendaciones específicas en cinco ejes estratégicos: eficiencia hídrica, circularidad del agua, recuperación de cuencas, gobernanza y colaboración, así como compromiso comunitario.
TRANSICIÓN HÍDRICA: EJES PARA UN CAMBIO SOSTENIBLE En un contexto de estrés hídrico extremo y megasequía persistente, la Transición Hídrica, impulsada por la iniciativa Escenarios Hídricos 2030 (EH2030), se presenta como una estrategia clave para lograr el acceso universal a servicios de agua potable y saneamiento.
Este modelo propone dejar atrás un enfoque centrado solo en grandes obras de infraestructura para fortalecer la gestión integrada del recurso desde las cuencas, incorporando soluciones costo-eficientes y basadas en la naturaleza, explica Gerardo Díaz, jefe de Proyectos de Nuevas Fuentes de Agua de la Gerencia de Sustentabilidad de Fundación Chile.
El concepto de Transición Hídrica se sostiene en cuatro pilares: una gobernanza robusta con agencias y organismos de cuenca que coordinen acciones a nivel local; la protección de ecosistemas hídricos como infraestructura natural; la eficiencia y uso estratégico del agua, especialmente en sectores productivos, y la incorporación de nuevas fuentes como la desalación multipropósito y el reúso de aguas residuales tratadas.
“Estos ejes no solo permiten avanzar en el cumplimiento de las metas del ODS 6, también aseguran que su cumplimiento sea sostenible y territorialmente justo, fortaleciendo la resiliencia a nivel local frente a los impactos del cambio climático. Esta mirada genera una oportunidad para redefinir el desarrollo del país, formando, en conjunto, una hoja de ruta sistémica para lograr el ODS 6 en Chile”, advierte Díaz.
CHILE: CIFRAS ALENTADORAS, PERO TAREAS PENDIENTES EL CAMINO HACIA LA META DEL ODS 6: “SOSTENIBILIDAD Y NEGOCIOS”, PRESENTADO POR ACCIONA Gerardo Díaz, Fundación Chile.. Aunque ha habido avances, la brecha —que en el caso de Chile llegaría al 3% de la población— mantiene este objetivo en la lista de desafíos prioritarios para gobiernos, empresas y comunidades.