“Los narcos son como vampiros que chupan la sangre a las comunidades”
Por Paulina Modiano In octubre próximo el Hogar de Cristo cumplirá 80 años de vida.
Se trata de una de las instituciode beneficencia más importantes del país que ha diversificado su labor desde la atención a personas en situación de calle, adultos mayores y niños -mediante sus tradicionales hospederías, a campamentos e inmigrantes que han llegado masivamente al país en los últimos años.
En una sociedad cambiante, la obra fundada por San Alberto Hurtado ha debido adaptarse también a las nuevas necesidades del país. "A veces la gente se queda con lo que era el Hogar de Cristo hace 40 o 50 años y que es muy distinto ahora", comenta José Yuraszeck Krebs, capellán del Hogar de Cristo desde 2018.
El mandato del sacerdote jesuita, ingeniero civil de la Universidad Católica y licenciado en Teología de la Universidad Gregoriana, ha transcurrido en años particularmente difíciles: estallido social, la pandemia, problemas migratorios y un panorama de estancamiento económico que en nada ha contribuido a mejorar las condiciones sociales de la población. xtra José Yuraszeck: "Los narcos son como vampiros que chupan la sangre a las comunidades" El capellán del Hogar de Cristo, institución que este año cumple 80 años, dice que están "avanzando a un enfoque más territorial, de ir a atender las necesidades de las personas a sus casas, más que ellas vengan hacia nosotros". La constatación de esta situación ha marcado fuertemente la nueva mirada con que el Hogar de Cristo pretende seguir abordando sus desafíos. "Estamos avanzando a un enfoque más territorial, de ir a atender las necesidades de las personas a sus casas, más que ellas vengan hacia nosotros", señala Yuraszeck. "También está el pilar de convocatoria de voluntarios, socios, empresas y organizaciones sociales de distinto tipo. Eso implica lograr juntar los dos lados de un puente, para que las personas justamente se encuentren.
Tenemos 2.000 estudiantes que hacen su práctica con nosotros cada año, en trabajo social, kinesiología, terapia ocupacional y muchas otras especialidades, con una inmensa alegría, porque tratan de sacar lo mejor de sí mismos y eso se contagia", agrega. "Chile es solidario en general" -¿ Cuál es el trasfondo de esta mirada y como se concreta en los programas que desarrollan? LK -Lo que ocurre es que nos hemos dados cuenta de que hay muchas necesidades que no se ven, que son puertas adentro y que implican principalmente a personas mayores, con discapacidad y a sus cuidadores. Esa es la mayor carencia y dolor que tenemos en Chile. Y vamos a tener que hacer un esfuerzo muy grande para transformar esa situación, porque es una pobreza que no se visualiza.
Por eso quisiera destacar la política nacional de cuidados, que ya se está implementando y que partió en el gobierno de Sebastián Piñera, cuya muerte lamentamos profundamente porque hizo aportes en materia social que se han mantenido y materializado también en el actual Gobierno. La política de cuidados es muy interesante porque pone el foco en las personas mayores o con discapacidad que están en sus casas. Y lo que estamos haciendo es ir a visitar a la gente a sus propios hogares y de ahí articulamos toda la red.
Nos hemos dado cuenta que la mayoría de la gente no quiere irse a residencias y dejar su hogar, quiere quedarse ahí, con sus plantas, sus animales y sus vecinos. -Este 2024 ha partido con la gran tragedia de los incendios que asolaron a la Región de Valparaíso, causando más de cien muertes que aun no son totalmente cuantificadas y la destrucción de una enorme cantidad de viviendas.
En estos eventos se ve inmediatamente una reacción solidaria de la gente, ¿pero es esa una actitud permanente de la sociedad chilena o solo se desencadena frente a las catástrofes? -Ante situaciones tan terribles se despierta el deseo de ayudar y eso está muy bien.
Pero me atrevo a decir que la presencia y la cercanía con las comunidades que están más carenciadas no se improvisa, se requiere un trabajo constante. -¿Es Chile entonces un país realmente solidario o es un mito que creamos en ello? -Yo creo que Chile ha avanzado hacia un cierto individualismo que hace que las personas muchas veces se desentiendan las unas de las otras. Es una realidad que no podemos ignorar.
Pero, paralelamente, hay una demanda por garantizar derechos sociales por parte del Estado, que es lo que ocurre en general en los países más desarrollados a través de los impuestos y una combinación con la filantropía, que hacen que organizaciones como la nuestra se sostengan. Yo creo que Chile es solidario en general y eso lo veo en los lugares más pequeños donde hay mucha vinculación y se va haciendo el tejido social. Que haya gente que este por su cuenta y que no se preocupe de nada más, también es cierto. Pero no por eso vamos a decir que Chile entero no es solidario.
Hay que ver caso a caso y lugar por lugar. -Uno de los programas que ustedes han desarrollado en el último período es "Vivienda Primero", orientado a las personas en situación de calle, pero a la que se han sumado también muchos inmigrantes que carecen de hogar y se instalan con carpas en distintas zonas. ¿Cómo ha funcionado esa iniciativa? -En ese programa nos ha ido bien. porque que está financiado en parte por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo con el subsidio de arriendo y con un fondo del Ministerio de Desarrollo Social que provee todo el apoyo psicosocial. En la práctica, son personas que viven de dos a tres en un departamento y a las que acompañamos para que puedan recuperar sus hábitos. Ahora, nos gustaría que creciera mucho más porque es un plan muy eficaz para ayudar a que las personas se reinserten en la sociedad, encuentren un trabajo y se revinculen con su familia. En términos económicos cuesta más o menos lo mismo que tener a una sola persona en una hospedería, pero es mucho más eficiente. En el caso de los inmigrantes la perspectiva es un poco distinta, porque apenas pueden encontrar un trabajo arriendan una pieza y tienen un perfil más bien de familias. Nosotros atendemos a algunos de ellos en hospederías de mujeres con niños y no se hace ninguna distinción de nacionalidad.
Pero hay que ver cómo se van actualizan los programas sociales para enfrentar la inmigración. "Hay dificultades para dialogar" -¿ Y cómo les ha ido con el financiamiento del Hogar de Cristo, han tenido una disminución de los aportes o se han mantenido? -No hemos tenido ninguna merma. El problema es que los convenios con el Estado son en pesos no reajustables en dos o tres años plazo, entonces ahí hay una cierta baja. Pero el Hogar de Cristo se financia en la mitad de su presupuesto con aportes de los socios que son más de 350 mil y que sostienen el trabajo permanente.
Entonces cuando hay fondos del Estado que no crecen en programas como "Vivienda Primero" o en los jardines y salas cuna que tenemos, cubrimos lo que falta con esos dineros. -Creo que hay harta conexión con las necesidades y los dolores de las personas. Pero a veces lo que cuesta es llegar a acuerdos satisfactorios que dejen a todas las partes conformes. Ahí hay dificultades. para dialogar.
Yo espero que los políticos se pongan de acuerdo y logren sacar las reformas que se requieran, pero eso ya es un asunto de ideología, lo que no facilita poner a las personas al centro para que encontremos mejores respuestas a la situación actual de Chile. Hoy hay hechos muy concretos: antes la gente se moría a los 60 o 70 años y hoy está falleciendo a los 90. Y eso supone transformar todo, el sistema de salud, el de pensiones, para que lleguemos a darle a los adultos mayores lo que necesitan para su cuidado. se atrinchera. Pero eso, a su vez, aumenta el miedo y es un espiral que no termina. Lo importante es que crezca la confianza y los espacios de encuentro para lograr resolver comunitariamente problemas que son de todos. Si cada uno está por su lado no vamos a llegar a ninguna parte.
Por eso son muy importantes las organizaciones de distinto tipo, donde la gente se encuentre, se una y sea capaz de recuperar los espacios públicos en lugar de enrejarse. -El tema de la violencia está actualmente muy ligado al narcotráfico que ha tenido mucha penetración entre niños y adolescentes. ¿Cómo lo están abordando? -¿ Eso quiere decir que no tuvieron impacto por situaciones como el caso Convenios o los escándalos de abusos dentro de la iglesia y que también comprometieron a la Compañía de Jesús? -Estamos muy preocupados de eso y la Fundación Súmate trabaja con muchachos expulsados del sistema escolar, que que estamos muy agradecidos de la confianza, porque la gente no pone a todas las organizaciones en el mismo saco. Somos transparentes, se puede ver la información de los aportes que recibimos del EsNo nos ha afectado para nada. Así según las estimaciones que tenemos son unos 230 mil. El 8% de la matrícula escolar son niñas y niños que no van al colegio y hay que trabajar muy fuertemente en eso. Junto al Estado, al Ministerio de Educación, estamos desarrollando iniciativas tado en nuestra página web donde está topúblicas y privadas para revertir esa situación.
Hay que robustecer nuevamente el tejido social, con organizaciones comunitarias y también con la acción policial, para buscar el modo de que no sean los narcos los que se tomen el territorio y hagan que cada uno esté encerrado en sus casas. cierta baja". do, peso a peso, rendido correctamente, lo que permite que las personas confíen en que el dinero va para lo que se solicita. Yo voy a cumplir seis años en el Hogar de Cristo y sólo ha ido aumentando la cantidad de socios año a año. Hay otro dato que es interesante: el directorio del Hogar de Cristo, del que también formo parte, exige que los fondos para la administración sean un máximo del 13,5 % del presupuesto total. Todo lo demás va a ayuda social directa en las distintas líneas de acción que tenemos.
Hay que tomar distintas iniciativas sociales que apunten a que la gente no tenga miedo, que salga a la calle, donde tengamos la posibilidad de encontrarnos y de ganarles el territorio a los narcos, que son como vampiros que chupan la sangre a las comunidades, a los niños. Ahí hay algo que tenemos que mirar con mucha profundidad.
Es un problema muy grave en términos de magnitud. -¿Por qué cree que en este Gobierno, que se ha propuesto hacer reformas sociales importantes en pensiones, salud y vivienda ha tenido tanta dificultad para avanzar? ¿ Está la clase política desconectada de las necesidades de la gente? -El principal problema que plantean actualmente las personas es la inseguridad y así lo indican todas las encuestas, pero no se ven soluciones fáciles ni inmediatas. ¿Cómo lo visualiza el Hogar de Cristo? ¿ Forma parte también de sus prioridades? -Efectivamente el aumento de la violencia provoca miedo y hay gente que -Muchos especialistas han planteado que la pandemia tuvo un efecto muy nocivo en la deserción escolar, por el largo período en que se mantuvieron cerrados los colegios y no hubo presencialidad. -Es cierto, pero el problema ya era grande antes de la pandemia. La deserción alcanzaba a unos 180 mil niños.
La pandemia agravó las dificultades de aprendizaje, especialmente entre los más pequeños en lectura, escritura y operacioGC El problema es que los convenios con el Estado son nes básicas de matemáticas, que si no se desarrollan en los primeros años de educación después son chino mandarín para los muchachos. Agregaría también el desafío de la educación preescolar que es muy importante y ahí también hay una gran injusticia, porque precisamente son los segmentos más pobres los que tienen menos acceso a ella. El Estado y también las organizaciones de la sociedad civil, tenemos que poner el foco en aliviar esas necesidades. Nuestro trabajo es siempre comunitario. Tenemos 35 jardines y salas cuna en todo el país, donde nos relacionamos con las familias y la comunidad, que son los vínculos que nos sostienen. Ello, porque nos damos cuenta que más adelante se va haciendo más difícil.
Siempre es mejor prevenir que curar. en pesos no reajustables en dos o tres años plazo, entonces ahí hay una CC A veces la gente se queda con lo que era el Hogar de Cristo hace 40 O 50 años y que es muy distinto ahora".