Autor: Paulina Fernández Directora de Incidencia y Estudios, Aldeas Infantiles SOS Chile
Trabajo infantil
8El Día Mundial contra el Trabajo Infantil nos enfrenta a una realidad incómoda.
La Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) 2023 reveló que el 15,5 % de los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años (unos 508.000 ) trabajan en Chile (en el 2012,6, 9% trabajaban); y más de la mitad lo hace enlabores peligrosas oen cuidados domésticos no remunerados.
Además, enrelación con estos datos, persisten brechasde género: los hombres concentran la ocupación económica (6,6%), mientras que las niñas asumen el jo doméstico riesgoso (12,3 %). Lapospandemia y la expansión de la informalidad frenaron una década de avances. Cada hora de trabajo infantil vulneraderechos, daña la salud, tael riesgo de deserciónescolar y perpetúala pobreza. Permitir que la infancia trabaje resulta, por tanto, en un problema ético, impacta negativamente en su desarrollo y es antieconómico. La Estrategia Nacional impulsada por el Ministerio del Trabajo 2015-2025 prometió erradicar el trabajo infantil, pero las cifras siguen creciendo.
Nos urge fortalecer a las familias con ingresos mínimos, fortalecer el sistema de protección social, entregar servicios de cul: dado accesibles y un programa de acompañamiento psicosocial; junto con fiscalizar las cadenas productivas para que ninguna empresa lucre con manos infantiles; asegurar presupuesto estable a losequipos territoriales y diseñar políticas con enfoque de género y pertinencia rural. En Aldeas Infantiles SOS creemos queel trabajo infantil no es un “mal menor”;eslarenunciadel Estado y de lasociedad a proteger la niñez. Erradicarlo implica que ningún niño tenga que eleestudiar osobrevivir. La infancia no puede seguir pagando la deuda que los adultos aún no saldamos.