Premio Nacional de Historia 2024: ¿Dar a César lo que es del César y dar a Dios lo que es de Dios?
Premio Nacional de Historia 2024: ¿ Dar a César lo que es del César y dar a Dios lo que es de Dios? Benjamín Escobedo Teólogo e Investigador de Historia En En estos días hemos conocido al galardonador del Premio Nacional de Historia año 2024, siendo otorgado al Dr. César Ross, académico de la Universidad de Santiago (USACH) con líneas de investigación principalmente asociadas a la Historia Económica, Política Internacional y las Relaciones internacionales.
Para nadie es un misterio que estas elecciones (premios nacionales) resultan un acuerdo “político”, donde el premio es un reconocimiento reconocimiento frente a la construcción de obra historiográfica del candidato en cuestión, junto con ello, a la trayectoria, hitos y aportes a la disciplina. Sin embargo, ¿Realmente César Ross recibió lo que merecía, o bien, se instala como el nuevo Premio Nacional de Historia año 2024 bajo el alero de la ironía, sorpresa y suerte? Primero, el Dr. César Ross es profesor de Historia y Geografía por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, Chile.
Magíster en Historia, Mención Historia de Chile, por la Universidad de Santiago de Chile, y Doctor en Estudios Americanos con mención en Relaciones Internacionales por la misma casa de estudios, espacio donde desempeña docencia y trabajo trabajo académico propiamente tal.
Por otra parte, su producción académica ha sido importante, sin embargo, en ningún caso semejante a parte de esos candidatos que competían junto a él este 2024, algo que llama la atención, incluso, con un sabor amargo para quienes esperan que un premio nacional verse sobre obras y volúmenes de corte historiográfico a premiar, no meramente en libros y artículos que, entre paréntesis, cada vez resultan estos últimos ser el opio de la academia y el refugio de algunos como carta de presentación. El trabajo de César Ross hospeda importantes libros y considerables proyectos Fondecyt, sin embargo, con un poco de honestidad intelectual no habita en ningún caso por sobre las figuras del Dr. Joaquín Fermandois, Dr. Marcial Sánchez, incluso, sobre ese soñador utópico del mundo indígena, José Bengoa.
Tal vez, estamos en presencia de alguien que no tiene obra sustancial, pero, que gana un premio nacional amplificando cada vez más sobre el espacio público la idea de que instancias como estas no descansan meramente en premiar al mejor, sino también a esas voces voces con cierta narrativa que poco y nada han impactado a nuestro país, donde la contribución es positiva, pero muy lejos de ser superlativa en nuestra historia nacional.
Segundo, el actual Ministro de Educación Nicolás Cataldo informó que tras la decisión se alberga la idea de “distinguir una trayectoria en la historia económica y de las relaciones internacionales internacionales que vincula particularmente a Chile con el mundo del Asia Pacífico, algo que hoy tiene una tremenda vigencia para el desarrollo del país y de sus relaciones económicas y políticas. y César Ross es un destacado impulsor en esta materia, a través de investigaciones, investigaciones, publicaciones y docencia”. Ahora bien, recordemos que el Premio Nacional es el máximo reconocimiento que otorga el Estado a las y los chilenos que se distinguen por su excelencia, creatividad, aporte trascendente a la cultura nacional y al desarrollo de sus respectivos campos campos y áreas del saber. El galardón está regulado por la Ley 19.169 vinculada al Ministerio de Educación.
En este sentido, cabe señalar que tras la premiación enunciada son muchas las preguntas que surgen, por ejemplo ¿ Realmente César Ross tiene un aporte historiográfico que trasciende nuestro país? ¿ Fue bien leída la categoría “creatividad” en la reciente elección del Premio Nacional de Historia, o bien, una muestra más de la “alergia” que provoca un candidato candidato de una universidad privada? ¿ Estos espacios comprenden una honra a la Ley 19.169 previamente aludida, o un simple recordatorio que termina siendo fosilizado en la elección final? ¿ Se cumple el dicho “dar a César lo que es de César y dar a Dios lo que es de Dios” en esta ocasión, o bien, César recibió más de lo que merecía, más de lo que imaginaba y su elección elección termina presentándolo como ese “Dios” digno de reconocimiento? El Premio Nacional de Historia fue creado en 1974, para reconocer a quienes hayan hecho grandes aportes a la historiografía nacional, en esta pasada, esa idea de “aportes” parece tener tintes hermenéuticos hermenéuticos muy particulares, donde claramente parte de los candidatos que competían poseen una mayor producción académica, obra historiográfica sistemática (volúmenes) y trascendencia en el país.
En ocasiones la gloria también es vista y saboreada por quien no es “Dios”, aunque aunque ello debilite la opinión que se pueda tener frente a un galardón de esta envergadura, de ahí que mi premisa sugiera lo siguiente; Premio Nacional de Historia 2024: ¿ Dar a César lo que es César y dar a Dios lo que es de Dios? Premio Nacional de Historia 2024: ¿ Dar a César lo que es del César y dar a Dios lo que es de Dios?. - - - - -