Autor: EVA LUNA GATICA
Exclusión del rey Felipe VI de investidura de Sheinbaum genera disputa entre México y España
Exclusión del rey Felipe VI de investidura de Sheinbaum genera disputa entre México y España El cambio de mando es el próximo 1 de octubre:La investidura presidencial de Claudia Sheinbaum, el próximo 1 de octubre en México, desató un nuevo choque diplomático entre este país y España tras la exclusión de la ceremonia del rey Felipe VI.
La propia Presidenta electa explicó ayer que no invitó al monarca, porque este no respondió a una carta que el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), le envió en 2019 solicitando que pida perdón por los “agravios” cometidos en la conquista. Sheinbaum acotó que sí está invitado el Presidente español, Pedro Sánchez.
La decisión fue calificada de “inaceptable” por el gobierno de España, que decidió no participar de la toma de posesión “a ningún nivel”. “No podemos aceptar esa exclusión, y por eso hemos manifestado la ausencia de cualquier representante diplomático en señal de protesta por una exclusión que consideramos inaceptable e inexplicable por el grado de relación que tienen España y México”, dos países “hermanos”, dijo ayer en una rueda de prensa desde Nueva York, Pedro Sánchez, que atribuyó esta polémica a un “interés político” de parte de México, y admitió que le genera frustración por lo que supone para las relaciones entre dos países gobernados por “fuerzas progresistas”. “El desaire al rey busca reforzar ese viraje ideológico de la izquierda representada por el partido de AMLO y Claudia Sheinbaum”, dice a “El Mercurio” Gabriela de la Paz, profesora de relaciones internacionales del Tecnológico de Monterrey.
“Por otro lado, ideológicamente, Pedro Sánchez y AMLO pertenecen a partidos de izquierda, aun-Las autoridades mexicanas publicaron hace unos días la lista de invitados que asistirán a la investidura, que incluye a “105 países y 22 organismos internacionales”. Entre ellos, los presidentes de Bolivia, Luis Arce; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric; de Colombia, Gustavo Petro; y de Cuba, Miguel DíazCanel. La Casa Blanca, en tanto, estará representada por la primera dama, Jill Biden. No están invitados el Presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, y su par peruana, Dina Boluarte, según Sheinbaum, “obviamente”, porque México “no está de acuerdo con la política que se ha tenido” en ambos casos. Con Ecuador están rotas las relaciones tras un asalto a la embajada en Quito y con Perú quedaron “en pausa” después de la destitución de Pedro Castillo, tras su fallido autogolpe.
Otras invitaciones que generaron polémica fue al Presidente ruso, Vladimir Putin, aunque la Cancillería lo desmentió y explicó que, según su protocolo, emitía notas diplomáticas a todas las naciones con las que mantiene relaciones y luego eran los países quienes decidían a quién mandaban. Sobre Venezuela, no se sabe en qué nivel estará representada. rencia de prensa en la que criticó la “prepotencia” española e insistió en reclamar una disculpa por el pasado colonial.
“El estilo de liderazgo de AMLO se basa en buena medida en la contraposición con opuestos”, apunta Natalia Saltalamacchia, jefa del Departamento Académico de Estudios Internacionales del Instituto Autónomo Tecnológico de México (ITAM), y en ese marco eligió a España “como símbolo del antagonismo discursivo que le permitía exaltar la independencia y autonomía de México ante potencias extranjeras”. Es un enfoque al que el equipo de Sheinbaum “decidió dar continuidad”, añade. “Dicho lo anterior, las relaciones con España en otros niveles han continuado sin mayores obs-táculos”, destaca la experta. España es el segundo país con mayores inversiones en México, solo por detrás de Estados Unidos.
El rey ha estado en más de 80 ceremonias en América LatinaLa polémica estalló después de que el martes el gobierno español anunciara que no enviaría a ningún representante a la toma de posesión de Sheinbaum por haber excluido a Felipe VI. “El jefe de Estado, el rey de España, va siempre a todas las tomas de posesión y, por tanto, no podemos aceptar que en este caso se le excluya. Si se le excluye, España no va a estar representada, lo cual sentimos muchísimo”, dijo la ministra de Defensa española, Margarita Robles. Precisamente, en el caso de España, las invitaciones a traspasos de mando van tradicionalmente dirigidas al rey.
Como heredero al trono y luego rey, Felipe VI ha participado en unas 80 ceremonias de investidura en América Latina, según el diario español El País, y en ese marco, dicen los expertos, el gobierno tuvo que rechazar la invitación para evitar un conflicto interno mayor. “Es el rey el que cumple esta función, y el conflicto político sería grande si el Presidente del Gobierno decidiera ir, y de alguna manera decidiera desconocer al jefe de Estado. Probablemente, la oposición haría bastante ruido, entonces yo creo que es una postura muy institucional”, comenta Jorge Resina, cientista político de la Universidad Complutense de Madrid. El opositor Partido Popular (PP) cerró filas con la decisión del gobierno, mientras que fuerzas más a la izquierda como Sumar se desmarcaron. Los choques entre México y la Corona española comenzaron en 2019, tras la asunción de López Obrador al poder, cuando exigió al rey pedir perdón por la conquista.
Ante el silencio del gobierno español, el Presidente mexicano anunció una “pausa diplomática” con este país en febrero de 2022, tras acusar, además, a las empresas españolas de supuestos abusos en México, en particular en el sector energético, y desde entonces se han mantenido en tensión por este tema. EFEque (el oficialista mexicano) Morena está todavía más a la izquierda del PSOE (la principal formación del gobierno español), lo que hace aún más raro este conflicto”, agrega.
Ayer, la Presidenta electa mexicana publicó una misiva en sus redes sociales, donde explicó que no invitó a Felipe VI por la falta de una respuesta directa a la carta de López Obrador en 2019, cuando le solicitó realizar unaceremonia conjunta en la que reconociera “los agravios” causados a los pueblos originarios de México durante la conquista. “Lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales. En cambio, parte de la carta se filtró en medios de comunicación”, criticó Sheinbaum. “No solamente es unagravio al Presidente, sino al pueblo de México”, acotó. Y si bien negó rotundamente que con este posicionamiento se fracturen las relaciones con el país europeo, enfatizó que los mexicanos “necesitamos respeto”, e insistió en la petición hecha por López Obrador. “Apoyo a la Presidenta electa; si ella ya tiene una postura, la suscribo”, afirmó, por su parte, el Presidente mexicano saliente, en una confe-N Lista de invitados.