Autor: BANYELIZ MUÑOZ
Bus abandonado en pleno desierto de Atacama se convirtió en atracción turística
n bus abandonado en medio del desierto chileno? Sí, aunque parezca extraño, el vehículo es uno de los intereses turísticos de quienes visitan la Región de Antofagasta.
Basta con poner en Instagram el hashtag #Busmágico y se despliega una gran cantidad de fotos donde se ve a las personas que se acercan hasta la Cordillera de la Sal, a tres km de San Pedro de Atacama, para conocerlo. De hecho, la mayoría de los operadores ofrece tours hasta ese lugar.
El ingeniero Orlando Cortés (42), guía turístico de Whipala Expedition, con 12 años de experiencia en el rubro, cuenta que en los años 50 no existía la gran actividad turística que hay ahora en la zona.
Y que uno de los grandes ingresos económicos era la actividad minera. "Se extraían tres tipos de sales, una para consumo humano; otra para el proceso de lixiviación del cobre, y una tercera para las curtiembres", relata. Ese boom minero llevó a que familias enteras se trasladasen a vivir a este sector. "Se dice que los microbuses eran utilizados para transportar a los trabajadores. Pero ahora del bus no queda nada, solo la carcasa", comenta.
Christopher Morales (25), guía de la agencia de viajes Denomades. com, concuerda con esto y destaca que varias quebradas de la Cordillera de la Sal "eran utilizadas como salinas, actividad que duró hasta la década de 1970. Lo más probable es que la micro esté ahí desde esos años". "Se dice que era un bus de transporte de mineros. Ahora está muy grafiteado, pero en su momento tenía explícito el nombre de Ayquina y Toconce, que eran poblaciones de Calama. Desde allá traían a los pirquineros para trabajar a las salinas. Una de las veces que vino quedó en pana, por lo que decidieron abandonarlo", afirma. El repentino "descubrimiento turístico" del vehículo, añade Cortés, se debe a que "en pandemia muchos sitios turísticos estuvieron cerrados. Por eso muchas personas empezaron a buscar rutas alternativas; entre ellas estuvo este lugar, al que llaman El Vallecito.
Es así como empezó hacerse conocido". ¿Qué tiene de mágico como para que así se lo conozca en redes sociales? "El nombre no tiene un contenido histórico que se relacione con las comunidades o con el pueblo en sí: es un invento. Se asoció al concepto mágico porque está en un lugar inhóspito. De noche, con el fondo del cielo maravilloso, las fotos lo hacen ver como mágico", precisa Cortés.
Morales menciona que el bus se hizo popular porque en 2007 el filme "Into the wild", protagonizada por Emile Hirsch, William Hurt y Marcia Gay Harden, "contaba la historia de un chico que va a la aventura y vive un tiempo en un bus que tiene las mismas características de este.
Los turistas empezaron a ir a ver el Bus Mágico por el parecido con el de la película, y poco a poco a través de las redes sociales se fue haciendo viral". Oxidado bajo las estrellas El doctor en Estudios Americanos e historiador Sergio Estrada, académico del Departamento de Historia y Geografía de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, sostiene que el hecho de estar varado en el desierto y rodeado de misterio lo vuelve un hito extraño. "Forma parte del recorrido de muchas personas que lo transforman en una parada obligada. Lo único que se sabe es que fue ocupado en algún momento por los trabajadores de las minas de sal.
Y que el bus es de mediados del siglo pasado". El profesor de Educación Física Pablo Ruiz (29), oriundo de San Carlos, hace unos días anduvo en la zona y cuenta que "lo que llama la atención de las personas es que sea un bus con distintos diseños y abandonado a mitad del desierto: el contraste de los colores lo hace especial. El cielo estrellado de noche le aporta un valor extra. El bus está oxidado y destrozado: creo que es peligroso para los turistas que quieran subirse sobre él o simplemente afirmarse de algún metal. Me llamó la atención de que no existe nada que resguarde la seguridad de las personas como también la integridad del bus. Si saben que es un lugar visitado, deberían tomar medidas". -¿Cree en su historia? -Sí, por supuesto. Como viajero me encanta creer en las historias que investigo o que me cuentan: les dan magia y contexto a simples objetos. El "busólogo" Alexis Zeballos es fanático de estos vehículos. Estudió ingeniería informática pero luego se compró una micro y hace eventos con ella. -¿Reconoce este bus? -Debe ser una Ford de 1961. Tiene una carrocería Franklin modelo Futura. Esos buses funcionaban en la década de los años 60 en las diferentes ciudades del país. Tenían 32 asientos y era común verlos en líneas como Central Placeres, de la Región de Valparaíso. Eran súper populares en esa época.
Esta máquina en específico transportaba a trabajadores que iban a las minas de sal. ¿Cuál es el atractivo de los buses abandonados para quienes los visitan? El arquitecto y magíster en educación Uwe Rohwedder, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central, sostiene que a muchas personas "les llama la atención vivir en carrocerías antiguas.
Por su rápida evolución en lo formal, los trenes, automóviles y buses siempre han sido objeto de colección y museos". "La fascinación por habitar en estos espacios creo que debe a su composición paisajística y memoria: hay algo de volver al pasado. Lo atribuyo a personas más bien solitarias, que comparten la filosofía de vida de ir cambiando de lugares y rumbos. El cine de época muestra muchos de estos objetos y los tenemos en subconsciente siempre también. Hay una composición artística y de paisaje que atrae y fascina", precisa el académico.
El profesor Pablo Ruiz (29) visitó recientemente San Pedro de Atacama y fue a conocer el denominado “Bus Mágico”. Especialista en estos vehículos afirma que es un modelo de los años 60, muy popular en las distintas ciudades de Chile. Guías cuentan que el vehículo, que se usaba para trasladar mineros, es objeto de interés de visitantes locales y extranjeros