Ecocitex, La apuesta por el reciclaje textil
28 Ecocitex La apuesta por el reciclaje textil EL PROCESO DE RECICLAR DESECHO TEXTIL, EXPLICA ROSARIO HEVIA, ES MENOS RENTABLE QUE EL DE OTROS RESIDUOS. ASEGURA HABER ENCONTRADO LA SOLUCIÓN A UN PROBLEMA, PERO NO A QUIENES ESTÉN DISPUESTOS A COSTEARLO. SOBRE LA DECISIÓN DE EMPRENDER EN UN ÁREA POCO LUCRATIVA, ASEGURA: "QUERÍA CAMBIAR EL MUNDO". POR Juan Toro. FOTOS: Sergio Alfonso López. E l sonido de los motores se vuelve ensordecedor dentro del galpón de la compañía de reciclaje de textiles Ecocitex en Macul.
Son varias máquinas funcionando al mismo tiempo que se encargan de picar ropa usada en malas condiciones hasta convertirla en pequeños trozos de tela, molerla hasta crear una pelusa y luego convertirla en un nuevo hilado.
La fundadora de esta empresa chilena, Rosario Hevia, se pasea entre las máquinas de hilandería y explica cada paso, mientras a su lado comienzan a enrollarse grandes conos de lana verde: --Me quiero hacer cargo de toda la cadena del proceso, por eso el nombre de la empresa viene de "economía circular textil" --explica Hevia sobre la compañía que comenzó en 2020 y que se dedica a recibir donaciones de ropa usada.
Clasifica las piezas aún utilizables, otras se desarman para crear nuevos productos y el resto entra al galón de la hilandería, donde las fibras se convierten en un nuevo hilo listo para ser usado en tejidos y creación de telas de diferentes colores. Afuera, una decena de sacos de ropa usada de cerca de 300 kilos cada uno espera su turno para comenzar el proceso de reutilización o reciclaje. Y en la entrada, contenedores con letreros tienen ropa usada para la venta al público. También pueden sacarse prendas totalmente gratis si es que la persona no puede pagar: --Si nos dices que lo necesitas, no te vamos a cuestionar. Pero la idea es que lleven solo cosas para el uso personal. Este emprendimiento es la respuesta de Rosario Hevia al problema de los desechos textiles en Chile. Según la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, responsable del 10% de las emisiones globales de carbono y el 20% de las aguas residuales. En Chile se estima que 550 toneladas de textiles van a dar a vertederos anualmente.
Una de las consecuencias más comentadas de los últimos años son las montañas de ropa en el desierto de Atacama: --Pensé que teniendo una empresa con capacidad de recibir 20 de esas toneladas al mes me iba a llenar de trabajo en dos días, pero no fue así. El desecho es mucho, pero la disposición de las empresas y las personas a pagar por reciclaje es muy poca. Muchos quieren donar, privados y municipalidades, pero nadie quiere costearlo.
A diferencia de desechos como el aluminio, reciclar ropa es un proceso más caro que lo que se obtiene de vender el producto final, necesitas que alguien lo costee. --Van cerca de 3 años desde que creó Ecocitex, ¿es un negocio rentable? --Llevamos tres meses sin perder plata, a costa de que los dos socios que trabajamos aquí recibimos sueldos de 500 mil pesos y una deuda de 200 millones de pesos que tomamos para costear la operación este tiempo. --¿ Se ha puesto una fecha límite para que termine de funcionar económicamente? --Sí. Siempre la cambio. Mi fecha límite era diciembre del año pasado. Ahora la fecha es junio. Y si no resulta entonces, quizás diga diciembre de este año. Antes de decidirse por el reciclaje de ropa, Rosario Hevia trabajaba en una aerolínea. El sueldo, recuerda, era mucho mayor y le permitía viajar por el mundo. Pero después del nacimiento de su primera hija comenzó a ver los problemas de mantener una carrera profesional y la maternidad al mismo tiempo.
En 2018, cuando quedó embarazada de su segundo hijo, decidió comenzar su primer emprendimiento, Travieso, que se dedicaba a la reutilización de ropa infantil y a donar ropa a personas en situaciones vulnerables: --En mi trabajo de ese entonces era mal visto irse antes de las 6 de la tarde. Si pedía llevar a mi hija a control médico, me decían si Ecocitex, La apuesta por el reciclaje textil podía mejor llevarla otra persona. Yo trabajaba hasta las II de la noche o fines de semana si hacía falta, pero si necesitaba una tarde para salir con mi hija, no se podía. Esa poca flexibilidad no me gustaba. gustaba. —c, Por eso decidió emprender? —Eso y que no me gustaba el motivo. Me imaginaba el momento en que mi hija me preguntara por qué nunca estaba en la casa y no me gustaba la respuesta. Quería decirle que me la estoy jugando por construir un mundo mejor para ella, para ayudar a que otros niños puedan vestirse. Quería ser un sujeto de admiración para mis hijos. Hoy, admite Hevia, el tiempo es ms escaso que cuando tenía su trabajo anterior. Pero la flexibilidad horaria y el tiempo que pasa con sus hijos son mayores: —Todos aquí saben que mis hijos vienen primero. Mañana mi hijo tiene médico y ahí voy a estar, sin pedir permiso ni perdón a nadie.
Con Travieso, Rosario Hevia recibía la ropa usada infantil, la categorizaba y vendía, además de donar parte a niños de escasos recursos, pero en el proceso quedó con 400 kilos de ropa en mal estado: —Entonces me dijeron que para eso había tres opciones, volver a donarla, aunque estuviese en mal estado; botarla en vertederos o quemarla. Terrible. Viendo eso, dije “voy a encontrar una solución”. Pero cometí un error muy grande. Encontré un problema, pero nunca nunca averigüé si había disposición de la gente a pagar. Encontró la hilandería en Macul que tenía las máquinas para picar ropa y convertirla en nuevos hilados. Pero la empresa quebró para el estallido de 2019 y entonces Hevia decidió comprar la empresa, empresa, mantener a los operadores de las máquinas y comenzar Ecocitex: —Podría haberlo dejado, pero no fui capaz. Me tengo que hacer cargo yo. Nada de la tecnología utilizada en el proceso es nueva, son máquinas máquinas del siglo pasado.
Pero la solución no se había implementado, asegura Hevia, por no ser rentable: —Siendo sincera, hay días en que pienso que fue la mejor decisión de mi vida y otros en que pienso ¿ para qué? Con Travieso mi modelo de negocios era sustentable, tenía una buena remuneración para estar tranquila. Pero quería cambiar el mundo. En la tienda de Ecocitex, los ovillos de lana tienen diferentes colores y también hay algunos productos como gorros y peluches hechos con el hilado. Todos los colores se logran solamente clasificando clasificando los colores de la ropa reciclada, en el proceso no se utiliza ningún tipo de teñido. También venden frazadas y mantienen donaciones, donaciones, como las 300 que enviaron a las zonas afectadas por los incendios incendios del verano en la zona centro-sur. Y los hilados son utilizados también por algunas diseñadoras nacionales como Magdalena Olazabal Olazabal de MO Store, Macarena Cortés y Karyn Coo: —Fueron llegando de a poco, por el boca a boca. De a poco hemos abierto camino, aunque la pregunta es si será permanente en el tiempo o solo una colección de un año. Porque el problema de la ropa es todos los meses, siempre.
Para mantener Ecocitex hoy creamos el club de membresía, donde la gente puede donar y recibir beneficios a cambio. —Ha dicho que quiere ser el “hilado preferido” de consumo nacional ¿ Cómo se logra eso? —Quiero estar en todas las cordonerías, en los malis, en las ferias artesanales. Pero no sé cómo se logra eso. No tengo estudios de marketing marketing y todo toma tiempo. O me enfoco en ganar premios o busco financiamiento o desarrollo productos.
Hoy siento que hago un poco de todo y mucho de nada. —.El problema del desecho textil es responsabilidad de empresas empresas o de consumidores?,. j —, fr: “El desecho es mucho, pero la disposición de las empresas y las personas a pagar por reciclaje es muy poca”, dice Hevia.. 28 Ecocitex La apuesta por el reciclaje textil EL PROCESO DE RECICLAR DESECHO TEXTIL, EXPLICA ROSARIO HEVIA, ES MENOS RENTABLE QUE EL DE OTROS RESIDUOS. ASEGURA HABER ENCONTRADO LA SOLUCIÓN A UN PROBLEMA, PERO NO A QUIENES ESTÉN DISPUESTOS A COSTEARLO. SOBRE LA DECISIÓN DE EMPRENDER EN UN ÁREA POCO LUCRATIVA, ASEGURA: "QUERÍA CAMBIAR EL MUNDO". POR Juan Toro. FOTOS: Sergio Alfonso López. E l sonido de los motores se vuelve ensordecedor dentro del galpón de la compañía de reciclaje de textiles Ecocitex en Macul.
Son varias máquinas funcionando al mismo tiempo que se encargan de picar ropa usada en malas condiciones hasta convertirla en pequeños trozos de tela, molerla hasta crear una pelusa y luego convertirla en un nuevo hilado.
La fundadora de esta empresa chilena, Rosario Hevia, se pasea entre las máquinas de hilandería y explica cada paso, mientras a su lado comienzan a enrollarse grandes conos de lana verde: --Me quiero hacer cargo de toda la cadena del proceso, por eso el nombre de la empresa viene de "economía circular textil" --explica Hevia sobre la compañía que comenzó en 2020 y que se dedica a recibir donaciones de ropa usada.
Clasifica las piezas aún utilizables, otras se desarman para crear nuevos productos y el resto entra al galón de la hilandería, donde las fibras se convierten en un nuevo hilo listo para ser usado en tejidos y creación de telas de diferentes colores. Afuera, una decena de sacos de ropa usada de cerca de 300 kilos cada uno espera su turno para comenzar el proceso de reutilización o reciclaje. Y en la entrada, contenedores con letreros tienen ropa usada para la venta al público. También pueden sacarse prendas totalmente gratis si es que la persona no puede pagar: --Si nos dices que lo necesitas, no te vamos a cuestionar. Pero la idea es que lleven solo cosas para el uso personal. Este emprendimiento es la respuesta de Rosario Hevia al problema de los desechos textiles en Chile. Según la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, responsable del 10% de las emisiones globales de carbono y el 20% de las aguas residuales. En Chile se estima que 550 toneladas de textiles van a dar a vertederos anualmente.
Una de las consecuencias más comentadas de los últimos años son las montañas de ropa en el desierto de Atacama: --Pensé que teniendo una empresa con capacidad de recibir 20 de esas toneladas al mes me iba a llenar de trabajo en dos días, pero no fue así. El desecho es mucho, pero la disposición de las empresas y las personas a pagar por reciclaje es muy poca. Muchos quieren donar, privados y municipalidades, pero nadie quiere costearlo.
A diferencia de desechos como el aluminio, reciclar ropa es un proceso más caro que lo que se obtiene de vender el producto final, necesitas que alguien lo costee. --Van cerca de 3 años desde que creó Ecocitex, ¿es un negocio rentable? --Llevamos tres meses sin perder plata, a costa de que los dos socios que trabajamos aquí recibimos sueldos de 500 mil pesos y una deuda de 200 millones de pesos que tomamos para costear la operación este tiempo. --¿ Se ha puesto una fecha límite para que termine de funcionar económicamente? --Sí. Siempre la cambio. Mi fecha límite era diciembre del año pasado. Ahora la fecha es junio. Y si no resulta entonces, quizás diga diciembre de este año. Antes de decidirse por el reciclaje de ropa, Rosario Hevia trabajaba en una aerolínea. El sueldo, recuerda, era mucho mayor y le permitía viajar por el mundo. Pero después del nacimiento de su primera hija comenzó a ver los problemas de mantener una carrera profesional y la maternidad al mismo tiempo.
En 2018, cuando quedó embarazada de su segundo hijo, decidió comenzar su primer emprendimiento, Travieso, que se dedicaba a la reutilización de ropa infantil y a donar ropa a personas en situaciones vulnerables: --En mi trabajo de ese entonces era mal visto irse antes de las 6 de la tarde. Si pedía llevar a mi hija a control médico, me decían si Ecocitex, La apuesta por el reciclaje textil podía mejor llevarla otra persona. Yo trabajaba hasta las II de la noche o fines de semana si hacía falta, pero si necesitaba una tarde para salir con mi hija, no se podía. Esa poca flexibilidad no me gustaba. gustaba. —c, Por eso decidió emprender? —Eso y que no me gustaba el motivo. Me imaginaba el momento en que mi hija me preguntara por qué nunca estaba en la casa y no me gustaba la respuesta. Quería decirle que me la estoy jugando por construir un mundo mejor para ella, para ayudar a que otros niños puedan vestirse. Quería ser un sujeto de admiración para mis hijos. Hoy, admite Hevia, el tiempo es ms escaso que cuando tenía su trabajo anterior. Pero la flexibilidad horaria y el tiempo que pasa con sus hijos son mayores: —Todos aquí saben que mis hijos vienen primero. Mañana mi hijo tiene médico y ahí voy a estar, sin pedir permiso ni perdón a nadie.
Con Travieso, Rosario Hevia recibía la ropa usada infantil, la categorizaba y vendía, además de donar parte a niños de escasos recursos, pero en el proceso quedó con 400 kilos de ropa en mal estado: —Entonces me dijeron que para eso había tres opciones, volver a donarla, aunque estuviese en mal estado; botarla en vertederos o quemarla. Terrible. Viendo eso, dije “voy a encontrar una solución”. Pero cometí un error muy grande. Encontré un problema, pero nunca nunca averigüé si había disposición de la gente a pagar. Encontró la hilandería en Macul que tenía las máquinas para picar ropa y convertirla en nuevos hilados. Pero la empresa quebró para el estallido de 2019 y entonces Hevia decidió comprar la empresa, empresa, mantener a los operadores de las máquinas y comenzar Ecocitex: —Podría haberlo dejado, pero no fui capaz. Me tengo que hacer cargo yo. Nada de la tecnología utilizada en el proceso es nueva, son máquinas máquinas del siglo pasado.
Pero la solución no se había implementado, asegura Hevia, por no ser rentable: —Siendo sincera, hay días en que pienso que fue la mejor decisión de mi vida y otros en que pienso ¿ para qué? Con Travieso mi modelo de negocios era sustentable, tenía una buena remuneración para estar tranquila. Pero quería cambiar el mundo. En la tienda de Ecocitex, los ovillos de lana tienen diferentes colores y también hay algunos productos como gorros y peluches hechos con el hilado. Todos los colores se logran solamente clasificando clasificando los colores de la ropa reciclada, en el proceso no se utiliza ningún tipo de teñido. También venden frazadas y mantienen donaciones, donaciones, como las 300 que enviaron a las zonas afectadas por los incendios incendios del verano en la zona centro-sur. Y los hilados son utilizados también por algunas diseñadoras nacionales como Magdalena Olazabal Olazabal de MO Store, Macarena Cortés y Karyn Coo: —Fueron llegando de a poco, por el boca a boca. De a poco hemos abierto camino, aunque la pregunta es si será permanente en el tiempo o solo una colección de un año. Porque el problema de la ropa es todos los meses, siempre.
Para mantener Ecocitex hoy creamos el club de membresía, donde la gente puede donar y recibir beneficios a cambio. —Ha dicho que quiere ser el “hilado preferido” de consumo nacional ¿ Cómo se logra eso? —Quiero estar en todas las cordonerías, en los malis, en las ferias artesanales. Pero no sé cómo se logra eso. No tengo estudios de marketing marketing y todo toma tiempo. O me enfoco en ganar premios o busco financiamiento o desarrollo productos.
Hoy siento que hago un poco de todo y mucho de nada. —.El problema del desecho textil es responsabilidad de empresas empresas o de consumidores?,. j —, fr: “El desecho es mucho, pero la disposición de las empresas y las personas a pagar por reciclaje es muy poca”, dice Hevia. Ecocitex, La apuesta por el reciclaje textil. --Creo que hay un tercer actor: las leyes que impiden que esto pase. Es un problema compartido entre los tres. Pero no sé por qué siento que el consumidor dictamina.
Al comprar debería hacerse cargo de tres puntos: que su compra avale un proceso productivo, que es responsable de alargar la vida útil de lo que compró y finalmente desechar las cosas sustentablemente. --¿ Ha buscado apoyo del sector público? --Han venido concejales, alcaldes, la exministra de Medio Ambiente del gobierno anterior para incluir el desecho textil en la ley REP, participé en los estudios del gobierno actual sobre esa misma ley en que el desecho textil quedó en séptimo lugar. Han venido ministros del exterior, economía... pero nunca nada concreto sobre fondos para reciclar. Yo tampoco sabría con quién hablar algo así, no sé si existe una entidad a cargo de algo así. No entiendo cómo funciona el sector público. Además de su propia tienda, Ecocitex hoy vende sus productos en algunas tiendas del retail y hasta el año pasado, en una cadena de supermercado.
El plan, asegura Hevia, es mantenerse en el mercado nacional: --Estaría feliz de conquistar el mundo, pero esto es un producto chileno, hecho con residuo textil de Chile. ¿Cómo no va a ser posible venderlo a los mismos chilenos? Siento que el discurso se pierde si vendo en Alemania con la huella de carbono que implica exportar. --¿ Y se puede lograr una presencia nacional? --Llegamos al punto de inflexión. Llevamos al fin tres meses sin perder plata. Hoy creo que sí. n Para mantener Ecocitex, Hevia creó el club de membresía donde la gente puede donar y recibir beneficios a cambio. Ecocitex, La apuesta por el reciclaje textil.