"La sostenibilidad es sexy"
"La sostenibilidad es sexy" Distancia social POR SOFÍA BEUCHAT JUANITA RINGELING "La sostenibilidad es sexy" --Está en pantalla con Energía Infinita, programa que antes estuvo a cargo de Leonor Varela. ¿Cuál es su sello? Ser lo más cercana posible. La idea es inspirar y dar un mensaje de esperanza, y mostrar que la sostenibilidad es sexy. --¿ Qué le diría a quienes insisten en que el cambio climático es un invento? No intentaría convencerlos. Si no quieren escuchar a la ciencia y a personas con más conocimientos al respecto que yo, creo que son un caso perdido.
Me enfocaría en aquellos que están a medias aguas en este camino para alentarlos a que sigamos haciendo las cosas de una mejor manera, buscando soluciones basadas en la naturaleza y sobre todo poniendo en la mesa que el bienestar de la economía y el crecimiento no están en una carrera opuesta a la sostenibilidad, sino que van en el mismo carril. --Una candidiasis intestinal la llevó a la alimentación sana. ¿Algo no saludable que eche de menos? Cuando tuve eso corté todo, pero hoy soy bastante más flexible. No soy talibana con el tema de la alimentación, me doy a veces licencias y, la verdad, no hay nada que eche de menos, porque como tan rico, tan fresquito. Mis papilas gustativas volvieron a estar en cero, entonces cada nuevo gusto, cada fruta, es una explosión de sabor.
No hay nada que eche de menos. --Una vida sin azúcar es.. . ¡Una explosión de sabor! Es tener papilas gustativas receptivas a todo, es un sinfín de recetas creativas, es una microbiota muy contenta. --¿ Su placer culpable? Diría que hay que sacarle la culpa al placer. Y si uno ya se va a comer algo que no es tan saludable, hay que comérselo con muchas ganas, con mucho agradecimiento.
Y, con mucha conciencia, saber que eso no puede ser todos los días. --¿ Qué ha aprendido sobre el emprendimiento con su marca Wild Foods? Que el propósito es fundamental; hay que tenerlo muy claro al comenzar y trabajar mucho. La alimentación es un tema sensible, íntimo; estamos en las despensas de nuestros consumidores, en sus carteras, en su microbiota. Tenemos una responsabilidad enorme y yo la tomo muy a pecho, pero uno se equivoca mil veces en el camino. Entendiendo a nuestros clientes y a los avances de la ciencia y de la industria, podemos seguir creciendo. --Tiene dos hijos. ¿Qué adjetivo la describe mejor como madre? Mamá canguro. Los llevo a todas partes conmigo. Somos una familia que se mueve mucho y decidimos que, más que acomodarnos a una supuesta estructura de los niños, ellos iban a fluir con nosotros.
Somos una familia patiperra, con dos niños bien aperrados. --¿ Qué le da nostalgia de su vida en California? ¿ Y en México? De California: era un momento muy distinto de mi vida, tenía una libertad que solo te da la soltería absoluta. Echo de menos esos encuentros muy probables que se dan en una ciudad como esa, con gente diversa. Estás en conversaciones muy amplias, muy distintas, de temáticas muy inesperadas. De México, el huerto Roma Verde con su feria, y el acceso fácil a la cultura. --El fenómeno del wokismo le parece... Un concepto bastante manoseado y politizado. Se ha desvirtuado de su despertar inicial, transformándose en algo que separa, cuando ayuda exactamente por lo contrario.
Cuando la terminología solo hace que todo se constriña, deja de ser un aporte. --Para muchos, usted y Assler son la pareja hippie-chic perfecta. ¿Qué les diría? No sé si tan hippie y definitivamente no tan chic... Pero no hay parejas perfectas, lo que hay son relaciones con altos y bajos. Todas necesitan trabajo, constancia. --Ha usado sus redes sociales para compartir preocupaciones, alegrías y problemas. ¿Por qué y para qué? Me encanta escribir, lo hago desde que era muy chica. Me he dado cuenta de que cuando comparto lo que pienso o siento tengo la posibilidad de conectar; esa es la riqueza de las redes sociales, su parte positiva. Uno a veces se encierra en sus pensamientos o sentimientos, pero cuando los comparte se da cuenta que hay mucha gente sintiendo contigo, pensando contigo.
A veces ese compartir ayuda a otras personas a no sentirse tan solas. --¿ Qué tanto se parece su vida de hoy a la que usted soñó? Los sueños siempre van cambiando y eso es lo bonito de crecer y envejecer. Lo que sí sé es que en algún momento era muy temerosa de que mi vida se metiera en una casilla estructurada y predecible. En eso no he caído, y eso me hace muy feliz. n Actriz FRANCISCO JAVIER OLEA.