CARTAS: Jugar no es solo un pasatiempo
CARTAS: Jugar no es solo un pasatiempo FRANO GIAKONI Director de Entrenador Deportivo, Universidad Andrés Bello Elio de junio se celebro el Día Internacional del Juego, declarado por las Naciones Unidas para reconocer el valor del juego en el desarrollo fisico, emocional, social y cognitivo de los niños. En un mundo marcado por la aceleración, la tecnologíayla sobrecarga académica, esta fecha nos invita a detenemos y recordar algo esencial: jugar noes solo un pasatiempo, es un derecho. Y desde el mundo del deporte, tenemos mucho que decir al respecto. Todo deportista profesional o aficionado comenzó jugando. En una plaza, en un pasillo, en un patio de colegio. El juego libre ea el origen natural del movimiento, de la curiosidad por explorar el cuerpo y sus posibilidades. Es también el espacio donde nacen la cooperación, el respeto por reglas, la resolución de conffictos yla creatividad. El deporte, en sus formas más estructuradas, no es más que una sofisticación del juego.
Por eso, cuando hablamos hablamos de lbmentar la actividad fisica en la infancia, no bastaron organizar competencias o aumentar las horas de Educación Físico: necesitamos devolver devolver el valor del juego como forma legítima de aprender, relacionarse y crecer. Hoy, los datos nos preocupan. El 78% deles niños en Chile no realiza suficiente suficiente actividad fisica, ylos niveles de juego libre han mido drásticamente, reemplazados por pantallas y rutinas sedentarias. Las ciudades han dejado poco espacio para jugar. Los patios escolares son cada vez más rígidos. Y muchas veces, el juego se considera una pérdida de tiempo, en lugar de una oportunidad de aprendizie vital. Frente a eso, el deporte tiene una misión: reivindicar el juego como herramienta de inclusión, expresión y desarrollo integral. Desde la político pública, el Día Internacional del Juego debiera empujamos a diseñar entornes más lúdicos, flexibles y accesibles. Los clubes deportivos, deportivos, las escuelas, los municipios ylas familias pueden y deben generar espacios donde el juego no se limite por género, rendimiento o expectativas adultas. Donde se valore parlo que es: una necesidad humana profunda que perdura a lo largo de toda la vida. Porque al final, quienes mejor entienden el espíritu del deporte, son quienes nunca han dejado de jugar. Jugar no es solo un pasatiempo.