Autor: Sergio Urzúa,
“EL GOBIERNO TIENE LA PULSIÓN DE DESMANTELAR todo lo que se hizo durante los 30 años”
“EL GOBIERNO TIENE LA PULSIÓN DE DESMANTELAR todo lo que se hizo durante los 30 años” SERGIO URZÚA:con su burocracia. Se observarán muchas universidades con controles de precios, con problemas de financiamiento. ¿Cuáles van a sufrir más?Aquellas universidades más aspiracionales. Universidades que han estado utilizando el sistema de financiamiento para poder crecer, para poder innovar, para poder competirles a las universidades con mayor reputación y calidad. “Hay, eso sí, una oportunidad para las universidades más elitistas, que apuestan a un público que quizás no tiene estas necesidades de financiamiento. Podrían transformarse en una universidad desconectada del financiamiento del Estado. Si encuentran esa clave tienen una oportunidad de ser un atractivo para las familias más ricas. Aunque van a ser menos diversas, menos inclusivas.
Al respecto, el economista agrega que “esta semana le tocó el turno al CAE”. Asevera, asimismo, que no tiene evidencia de que la iniciativa del Ejecutivo para el financiamiento de la educación superior “sea practicable”. MATÍAS BAKIT R. Pero ¿ no es la idea buscar mayor movilidad social?Por eso a mí me parece que es dramático. Estamos en un país que ha permitido a estudiantes de colegios públicos entrar a la educación superior, estudiar en una universidad privada, algo que hace 20 años no se hubiesen imaginado. Y ahora les dirás que no. Se limitará el acceso, por un lado, y por el otro, la calidad. “Claro, si queremos generar mayor movilidad social, esta no es una buena idea, pero no es solo eso, sino que, además, esto va a terminar con un sistema de educación superior más segregado. Y así fallan las naciones”. ¿Cuál es el objetivo de este proyecto? ¿ Es una iniciativa técnica?Es evidentemente política. Creo que existen demasiados argumentos técnicos desatendidos como para pensar que esto es una idea que haga sentido.
De nuevo, esto suena mucho a un debate de 2015 o 2014, impulsado por un grupo que estaba mirando el tema educacional desde lo que era el naciente Frente Amplio. ¿Están bien definidas las prioridades?En materia de prioridades Chile hace mucho rato tiene el radar bien distorsionado. La calidad de la educación es una urgencia absolutamente desatendida. En primera infancia es lo mismo. Si empiezas a acumular las cosas que han pasado durante los últimos cinco años, a mí me parece que, si yo tuviese un peso, trataría de destinarlo a algunas de esas prioridades. Pero no veo que sea así.
ESTALLIDO:A cinco años, ¿cuál fue la causa del estallido? Usted ha escrito sobre la influencia de la baja en los salarios... Lo que dicen los números es que el crecimiento económico bajo Piñera 1 fue 5,3. Y luego, el crecimiento bajo la administración de Bachelet fue 1,76. Fue un golpe directo a la línea de flotación de los presupuestos familiares. Además, cuando miras los salarios de los grupos más jóvenes, venían estancados. Hay que sumar que teníamos un problema de desigualdad, que los mercados laborales empezaron a decirles a los jóvenes que su universidad no era tan buena como para asegurarles trabajo. Luego, se nos cae el precio del cobre en 2013 y 2014, y empezamos a hacer reformas en materia educacional, laboral, tributaria, equivocadas. Nos agarró una secuencia de malas decisiones. Además, y esto lo dije en Enade en 2019, economista yEn los colegios se veía. Y esoprofesor. no se controló. “Después de diez años, uno hubiese esperado que esto, de alguna forma, tuviese más contención. Pero yo no veo tanta”. Bajo ese argumento, ¿el malestar sigue?Es más, se ha ido incrementando. Por eso, desde el punto de vista político, sería irresponsable seguir alentan-do expectativas equivocadas.
En su carta de esta semana a “El Mercurio”, usted se preguntaba: “¿ Por qué no se ha reaccionado?”. ¿Tiene una respuesta?Desde el punto de vista político, no se reacciona, porque hemos tenido la fortuna de estar aún tirando cheques contra los 30 años de progreso económico. Y eso ha facilitado la postergación de asumir la nueva realidad. Y eso para el político es muy cómodo, porque es alguien que debe vender proyectos país, sueños. Nuestro éxito pasado nos permite seguir haciendo la bicicleta, pero no por mucho más tiempo. nse identificaron. Algunas de ellas se corrigieron, otras no. Pero la administración gobernante tiene la pulsión de desmantelar todo lo que se hizo durante los 30 años.
Y esta semana le tocó el turno al CAE”. “HAY DIFICULTADES GIGANTESCAS”¿ Dice que esto es un retorno a lo refundacional que primaba al principio del Gobierno?Yo creo que todavía prima en muchos círculos del Gobierno. Llegar al 2024 con la misma retórica y el mismo relato es bien preocupante.
Es un ejemplo que ilustra muy bien un problema estructural de Chile, que es la dificultad de poder tener una visión de los problemas país y soluciones técnicamente bien fundadas que vean con atención los detalles, que se preocupen de los incentivos. Lamentablemente, yo leo y leo el proyecto y se me paran los pelos de punta porque veo que hay dificultades gigantescas.
Pero en lo práctico, ¿es factible el plan?Primero, yo hasta el momento, incluso luego de haber leído el informe financiero, haberlo estudiado, no tengo evidencia irrefutable que demuestre que incluso lo que se“En materia de prioridades Chile hace mucho rato tiene el radar bien distorsionado”. “Esto va a terminar con un sistema de educación superior más segregado”. propone ahora, que no es una condonación universal, sea practicable. El informe financiero tiene varios supuestos heroicos. El proyecto de ley dice que el informe financiero asume que el 100% de la gente se va a pasar a este sistema, pero lo dudo.
En cuanto al sistema de financiamiento, hay quienes han dicho que existe un riesgo de que el sistema se haga más homogéneo, que haya más control del Estado, afectando a las privadas. ¿Lo ve así?Acá se quiere tratar de bajar a alguna universidad de los patines. Pero habrá consecuencias. Vas a hacer al sistema más plano, más fofo.
Y el Estado les va a caer encimaZEPÓLOSNOFLAOIGRES“CHILE LLEVA MÁS DE DIEZ AÑOS ESTANCADO”Cuando comenzó este gobierno, se dice que había prejuicios respecto del tema del crecimiento. ¿Los hay aún?Existe un cambio en el relato de las autoridades respecto de esto. Pero no veo cambios en las acciones. Convengamos en que, ya bien entrado en el tercer año del Presidente Boric, esta es la administración de peor desempeño económico desde el retorno de la democracia, o se salva por un pelo. Se dice que hemos retomado la preocupación, pero las cifras cuestionan eso. Óscar Landerretche dice que el país está haciendo lo mínimo para no desfondarse. ¿Concuerda?Las cifras no mienten. Chile lleva más de diez años estancado. Acá la clase política, para poder cambiar el giro, debe hacer una pérdida, un duelo. Hay un proceso de crecimiento y desarrollo que se truncó y no podemos seguir actuando como si la estantería estará firme para siempre.
Evelyn Matthei, quien ha citado sus columnas, puso el crecimiento como un eje de su posible campaña. ¿Es el camino?Tanto para la centroderecha como para la centroizquierda y la izquierda no hay otra opción que esa. Si tuviera la posibilidad de dar consejos yo diría: hagamos un intento por acotar expectativas. Eso pasará por ser un poco menos ambiciosos. Sobre el Presupuesto 2025, ¿hacia dónde cree que apunta?Desde Hacienda se ha realizado un esfuerzo importante por evitar mayores desequilibrios, hay que reconocerlo. Claro, frente a las necesidades del país, el crecimiento de 2,7% parece insuficiente, pero es lo que es: es el porcentaje que corresponda a un país estancado. ¿Y el presupuesto contracíclico?, preguntarán algunos.
Bueno, esa lógica opera cuando tienes períodos buenos (ahorras) y otros malos (gastas). Pero cuando estás estancando por más de una década y anticipas lo mismo para los siguientes diez años, lo responsable es ajustar el gasto estructuralmente. Un mayor aumento en el presupuesto público pasa ahora primero por un mayor crecimiento económico.
Punto. n“Es una pésima idea, en distintas dimensiones”. Así de drástica, y directa, es la opinión del economista Sergio Urzúa sobre el proyecto de ley del Gobierno que condona el CAE y crea un nuevo sistema de financiamiento para la educación superior. Para el profesor de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos que ha dedicado gran parte de su trabajo a estudiar el desarrollo de la educación en Chile, el problema parte desde un tema conceptual.
“Me parece que el concepto de condonación es delicado, porque le tomas el pelo a la gente que pagó esto de forma responsable, marcando un precedente”, dice quien es mencionado como uno de los economistas favoritos de Evelyn Matthei.
Agrega, asimismo, que el Gobierno “se está dando por vencido en los esfuerzos por mejorar un sistema existente”. ¿Está entonces en la línea que plantea José Joaquín Brunner de que era mejor corregir que hacer algo nuevo?Sí. Desmantelar es siempre una pésima política pública. ¿Quién cree que va a hacer progresar un país de la mano de desmantelar las cosas que se construyeron? Los países no se resetean. No es un videojuego. “Yo creo que una de las grandes virtudes de esos 30 años, los 30 años más exitosos de la historia económica de Chile, fue precisamente el contener esa pulsión para desmantelar. Los liderazgos fueron capaces de mirar esto en perspectiva. Veníamos saliendo de la dictadura. Teníamos, no olvidemos, al dictador en el Congreso. Había todo tipo de amarres. Pero no hubo un ímpetu revanchista”. ¿Y ahora eso no se ve?Se demuestra que quienes han empujado esta idea han hecho caso omiso a las críticas técnicas. Esta no es una idea de ahora, viene dando vueltas hace mucho tiempo. Hay elementos del discurso presidencial que uno escuchaba cuando el Presidente era dirigente estudiantil. Y, por lo tanto, preocupa un poco la dificultad que tienen los nuevos liderazgos de poder incorporar, digerir, reflexionar respecto de algunas cosas. “El CAE por lo menos ya estaba funcionando. Y fue mejorando en el tiempo. No era un sistema perfecto, tenía deficiencias que“El malestar se ha ido incrementando”.