Es la economía, otra vez
A victoria de Donald Trump ha encontrado numerosas explicaciones. Desde la tardía nominación como candidata de Kamala Harris hasta cierta deriva elitista del Partido Demócrata. Es lo que algunos comentaristas conservadores han celebrado como una derrota de la denominada agenda woke.
Otros analistas, como el encuestador Patrick Ruffini, han postulado que se trata de un cambio estructural, de largo plazo, según el cual los republicanos han ido tomando el control electoral de segmentos de la población que habitualmente votaban por los demócratas. Menos han apuntado a la marcha de la economía.
Y parece lógico, observando los indicadores macro del último año de la administración Biden: el desempleo está en mínimos históricos; el crecimiento del PIB continúa en lenta pero constante progresión, con una tasa anual promedio de 3,2% en cuatro años, y la inflación, de 2,4%, está rozando la meta de 2% anual.
Aquella auspiciosa descripción, sin embargo, no considera como, entre 2021 y 2023, Estados Unidos enfrentó una inflación acumulada que bordeó el 17%, motivada por los problemas de las cadenas de “La inflación acumulada en el gobierno de Biden supera el 18%; durante los cuatro años de la primera administración Trump había sido de 7,8%”. Suministros causados por el covid-19 en 2020, por la millonaria inyección de recursos del American Rescue Plan, que la Casa Blanca ordenó para mitigar los efectos de la pandemia, y luego por la invasión de Rusia a Ucrania y el consiguiente incremento en los precios de la energía; en junio de 2022 la inflación llegó a un máximo de 9,1%, el mayor en 40 años.
El alza del costo de la vida, aunque mitigada en la segunda mitad del actual mandato, impactó duramente en la percepción de bienestar de los estadounidenses: según un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales, citado por BBC Mundo, sólo un 6% de los 400 productos monitoreados dicho organismo está más barato hoy que antes del inicio de la pandemia.
El Premio Nobel Paul Krugman calificó el 2021 como «el año de la infamia de la inflación» y recordó que la sensación de pérdida de control que causan los aumentos de precios “puede ser una de las razones porlas que muchos estadounidenses ahora parecen tan desanimados ante una economía en auge”. El segmento de salarios en que Trump logró mayor ventaja sobre Harris (53% frente a 45%) fue quienes ganan entre 30 mil y 49 mil dólares anuales.
Durante los cuatro años de la primera administración Trump, la inflación acumulada había sido del 7,8%. El agresivo aumento de tasas de interés ordenado por la Reserva Federal también impactó las finanzas de las persona las bajas de tasas del último año llegaron demasiado tarde para influir en la percepción de los consumidores. “La economía, estúpido”, la célebre frase que James Carville escribió en una pizarra de la campaña de Bill Clinton en 1992, sigue siendo útil para explicar resultados electorales en cualquier rincón del planeta.
En este caso, sin embargo, parece más precisa la pregunta que Ronald Reagan planteó a los votantes en octubre de 1980, una semana antes de la elección en que arrasó con Jimmy Carter, y cerca del final del anterior gran ciclo inflacionario de la economía estadounidense: “¿ Están ustedes mejor hoy que hace cuatro años?”.