Autor: POR DEMETRIO INFANTE FIGUEROA, ABOGADO Y EXDIPLOMÁTICO
Drama venezolano
ese al verdadero alud de p información que hemos recibido en los últimos días, lasituación macro interna de Venezuela sigue siendo igual. Maduro mantienesupostura que es el Presidente dela República por el resto del período que le queda y queserá el próximo]Jefe de Estado fruto de las elecciones recientemente habidas. Paraello ha usado ysigue usando todos los métodos posibles, en su inmensa mayoríailegales: muerte, secuestro, persecución y un largo etc. Internamente, sigue contando conla asesoría directa del delincuente Diosdado (Diablodado) Cabello y de los generales del Ejército. Entre paréntesis, Venezuela es el país que más generales tiene en proporción a su población y ala capacidaddesus fuerzas: son 2.000. Serádifícil que estos accedan a perder los sustantivos privilegios con que cuentan. Por otra parte, antes de los comicios Maduro había dicho queélconfiabasóloenlaimparcialidad de ciertos veedores: elCentro Carter, el brasileño Amo-rim, los miembros del Grupode Puebla y algunos otros. Todo el resto eran agentes del imperialismo. Resulta que después de las elecciones los mencionados han pedido lo mismo: que Ma-duro muestre las actas de votación, a lo cual se niega. Comoconsecuencia de ello, aquellos también han pasado aser parte dela “confabulación montada desde Washington”. Unas palabras respecto al Grupo de Puebla y a dos chilenos en particular. Resulta que el coordinador de aquel es el locuaz y multifacético MEO, quien ha tenido una constante conducta de apoyo a Maduro. Hoy, indudablemente, se encuentra en una situación política muy complicada, puesno puede quemar lo que por tantotiempoadoró. Pero no es de extrañarsequetrate de zafar del embrollo en que se encuentra e intente “salir jugando”, como se dice enel fútbol.
Agravasusituación la estrecha amistad que tiene con quien ha sido su socio, el expresidente argentino Alberto Fernández, acusado de haber dadoun usoimpropioa la Casa Rosada y, lo que es más grave, existe ensucontra una demandafundadaen pruebas fotográficasdeserios ataques fisicosen contra desu mujer. Hasta quien fuesu vicepresidenta, CristinaFernández de Kirchner, lo ha condenado en rudos términos por aquello. MEO tendrá que tratar al menos de maquillar la cara de susocio. El otro chileno que se encuentra en serias dificultades por su absoluto y antiguo respaldo a Maduro es el exsenador Alejandro Navarro, que es el candidato de las fuerzas oficialistas agobernador regional del Biobío. Este personaje no sólo se ha autoidentificado como el chileno más cercano a Maduro, sino que declaró estar dispuesto a enrolarse como soldado paraa defenderlo. Con ese currículo, no le será fácil presentarse ante el electorado. Peroantes dereferirme alo que internamente pasa en el país de Bolivar, pienso que es bueno decir algosobrela crisis interna que con motivo de aquelloseestá produciendo en la política chilena. El presidente Boric mantiene el pedido de conocer las actas de votación antes de reconocer el triunfo de Maduro. Asimismo, insiste ensu negativa, por ahora, de declarar como ganador de las elecciones al candidato Edmundo González, cosa que un importante sector de la oposi-ción reclama con vehemencia. Personalmente, coincido con la postura presidencial en ambas cosas, pese a que -como loheindicado en otras oportunidades-no voté por él. Respectoalreconocimiento de González, incluso existe un acuerdo dela Cámara de Diputados para proceder positivamente. Estimo que hacer aquello a estas alturas sería un error. Dar un paso políticoen ese sentidosignifica, enla práctica, cortar toda posibilidad de tener en algún momento un papel en la posible solución de fondo del tema. Además, no debemos olvidar lo que nos pasó con el reconocimiento de Juan Guaidó. Hoy todo el mundo se olvida de ello.
No se me escapan las insolencias que hemos recibido desde Caracas, pero por otro lado de alguna forma podríamos tener parte en el acercamiento que buscan Brasil, Colombia y México conelexchofer deautobús, el que al parecer está te-niendo ciertos avances. No dejade llamarla atención el silencio de Lula y de Boric sobre estetema después de la visita del primero a Chile.
Noesextraño pensar que el brasileño le contó al chileno el estado real de aquellas negociaciones y que, al mismo tiempo, le haya pedido que por el momento no mute la postura actual de La Moneda, la que de algún modo en un determinadoinstante podría ayudar. Los vericuetos de la diplomacia sona veces inexplicables. Pero lo que ha causado un real problema en la política internade Chile esla posición cerrada del Partido Comunista a favor de Maduro, la cual merece, pienso, un pequeño análisis. Esunhecho dela causa que el PC desde su nacimiento ala vida política tuvo una subordi-nación absoluta a Moscú con elpropósito, entre otros, de ex-tender la teoría marxista en elmundo. No se hacía en Chile nada que de alguna forma pudiera incomodar al Kremlin. Al contrario, había disposición paraadoptarsin discusión posturas que respaldaran a URSS, aunque hubiese que pala garcaro por ello.
Esasícomoel PC chileno fue el único partido político del mundo occidental 'querespaldóla invasiónrusa a Checoslovaquia y que defendió acapay espadael régimenbrutal de Honecker en Alemania Oriental, aunque aquel fuerael tercer dictador más sanguinario en la historia de Europa después de Stalin y Hitler. Por otra parte, en el momento en que la izquierda latinoamericanarespaldaba al Che Guevara en su aventura en Bolivia, el PC chileno «por orden de Moscú-se negaba a hacerlo. Al Kremlin el haber estado detrás de Castro en La Habana le había costado caro y no era su intención poner en este Continenteotro perro que le mordieralas bastillas a Washington. Yatenía uno a80 millas de Miami. Alrespecto, recomiendo leer las memorias del Che sobre los camaradas chilenos. Los términos usados por el médico argentino me resultan irrepetiblesen un artículo como este. todos aquellos movimientos que de una manera u otrason hostiles a Estados Unidos. Esa postura internacional quedó dentro desu ADN, pero esa resaca estalinista debería hoy tener algunos límites, los que no seven. Es comprensiblesuapoyo a Maduro dada la unión que este tiene con Cuba y Nicaragua, pero no es entendible que llegue al extremo de poner en peligro su participación en el gobierno de Boric. Tieneministros y subsecretariosenimportantísimos ministerios, ycomunistas desempeñan altos cargos envariados servicios públicos.
Por otra parte, asumen aparentemente sin problemas el riesgo político de pelearse con los socialistas, sus históricos socios. ¿Por qué están dispuestos atirartodo aquello porla borda cuando ya no tienen que obedecer órdenes de Moscú? Es cierto que Rusiarespaldaa Maduro, pero ello no obliga al PC chileno a hacerlo en forma tan ostensible. Tiene que haber entonces una razón de gran peso para que actúeasí. Y esa, al parecer, se basa en pesosreales, constantes y sonantes. Se da aquello de que poderoso caballero es don dinero. Caracas ha sostenido en forma constante al PC chileno y lógicamente se sabe poco de ello. El PC local debe a Venezuela cantidades importantes de dinero y al parecer sigue recibiendo ayuda desde allí.
Baste recordar que paraintentar salvar la aventura de una universidad propia, Venezuela “amistosamente” lo de dóapoyó conocho millones lares, dinero sobre el cual sabe el actual subsecretario de las Fuerzas Armadas, el “compa-fiero” Galo Eidelstein, quienera vicerrector de Gestión, Operaciones y Finanzas de la Universidad Arcis.
Como no existe plata para cancelar esa deuda yotras, los boysandgirls de Carmona deben defendera Maduro a capa y espada, y y estas no deben poaquellos nerse ni siquiera rosados para sostener públicamente que el gobierno de Venezuela es una democracia. Por ahora debemos esperar la forma en que las autoridades comunistas, como la ministra Vallejo, manejen esta dualidad. Claro que en el caso particular de ella la llegada de una “personita” la liberará pronto-gracias al pre y posnatalde tener que enfrentar esta 0% complicadadualidad. La subordinación mencionada era tal, que incluso en Moscú se decidía sobre quiénes debían comandar el Partido en Chile. El caso más dramático fue el de Carlos Contreras Labarca, un secretario general omnipotente, que era realmente querido y respetado por las bases. Contreras viajó a San Francisco para ser suscriptor junto a otroschilenos, dela Carta de San Francisco que dio origen alas Naciones Unidas. En ese momento el PC era parte del gobierno de Gabriel González Videla, por lo cual el presidente le otorgó ese honor al jefe de dicha colectividad. En California, Contreras tuvo la mala idea de tomar contacto con grupos comunistas norteamericanos, lo que fue muy mal visto por el Kremlin.
Desde allíse recibió en Santiago la ordende que aquel debía dejarla dirección del PC, para lo cual debía hacer un mea culpa público en unareuniónampliada delas bases por haber “faltado ala doctrina”. Contreras lo hizo y pasó a ser un miembro sinresponsabilidad alguna. Desde esa época hasta 1961 estuvo en la “congeladora”. Muerto ya Stalin se le otorgó una especie dereivindicación haciéndolo senador por la entonces novena agrupación provincial. Lo conocí bien enel Senado y era un hombre que venía de vuelta. Narraba cosas que sus compañeros de partido no se atre-vían a contar. Entre otras, có-mo desde Moscú se le pagaba un viaje anual para ser atendidoenlaclínica exclusiva delos jerarcas rusos y se explayaba sobrela calidad extraordinaria delos servicios de ese estable-cimiento único.
Disuelta la Unión Soviética y como consecuencia de ello terminada “su misión” de expandir por el mundo el marxismo (hoy Rusia es un país absoJutamente capitalista en loeconómico), el PC chileno quedó sin un padrino políticointernacional. No tiene detrás una potencia que lo ayude a resolver sus problemas económicos, y en lo político sólo le queda mantener su apoyo a Cuba y a. AAN