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El fenómeno de las patrullas ciudadanas se extiende para combatir el crimen en España PUNTOS TURÍSTICOS como la calle Gran Vía, en el centro de Madrid, son blanco de carteristas y otros criminales en España.
FRANCE PRESSE N acidas como una respuesta a lo que sus miembros consideran como un aumento de los robos a residentes, turistas y comercios en sus calles, las patrullas ciudadanas en España se presentan hoy como un mecanismo que gana notoriedad con sus actuaciones contra los llamados "carteristas" y otros criminales, en un fenómeno que se extiende por varios puntos del país, pero que también despierta inquietudes por la legalidad de sus actos.
Inspirados por iniciativas similares en otras ciudades europeas, el modus operandi de estas bandas ya es conocido por muchos usuarios de redes sociales, en donde últimamente es común encontrar videos virales de estos grupos en zonas como Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia, entre otras.
Se cuelan entre espacios muy concurridos, identifican a potenciales ladrones, y a poco de que estos concreten un robo se abalanzan con silbatos y gritos de "¡ carteristas!, ¡carteristas! ", para ahuyentar a los criminales y alertar a quienes estén cerca de ellos. "Lo hacemos porque sentimos que no hay suficiente seguridad, incluso en sitios donde es sabido que ocurren estas cosas.
Y esta es nuestra forma de decirles a los ladrones que este no es su territorio", afirma a "El Mercurio" David (29), miembro de una de estas patrullas que durante los fines de semana recorre calles de Madrid en compañía de otras personas, desde jóvenes hasta jubilados, en búsqueda de ladrones a los que atrapar.
Para ello se organizan a través de aplicaciones como WhatsApp o Telegram, e incluso cuentan con aplicaciones que difunden a través de redes como Instagram y TikTok --en donde en cuestión de uno o dos años sus seguidores han llegado a las decenas y hasta cientos de miles-para poder mostrar en un mapa los robos a transeúntes, tiendas y hasta autos estacionados en las calles, popularidad que tienen estas iniciativas, porque se incentiva una práctica que tiene varios riesgos", desde el resguardo de la integridad física de los miembros de estas patrullas hasta el respeto a la presunción de inocencia, explica Javier García, experto en seguridad pública de la Universidad de Sevilla. "Una cosa es que se atrape a alguien in fraganti, y otra es que se sospeche de alguien. Hay una gran diferencia legal ahí con consecuencias importantes. Además, las policías tienen herramientas suficientes para enfrentar estos problemas", afirma. Para David, sin embargo, el problema va más allá de las capacidades policiales. "Lo que al final nosotros más pedimos son cambios a la ley. Porque hoy es muy fácil robar, ser arrestado y estar, literalmente, al día siguiente robando en la calle. Hasta que no haya un cambio real, nosotros seguiremos", afirma. en conflicto con otras mafias.
Operaciones sin ninguna cobertura legal Aunque en el último tiempo estas patrullas se han vuelto populares en las redes, el hecho de que se trate de grupos autogestionados para hacerse cargo de la seguridad ciudadana genera dudas sobre el control que hay sobre ellos, además de provocar sanciones.
Incluso, en diciembre la red de transporte metropolitano de Barcelona comenzó a multar a las patrullas ciudadanas que actúen en el metro de la ciudad, al incurrir en acciones que pueden "perturbar" el trayecto de otros pasajeros. "Hay que ser cuidadoso con la ciudadanas de distintas urbes mantengan una suerte de contacto permanente y cooperación. "De repente por el chat subes una foto del rostro de un tipo que está robando en Barcelona y desde otra patrulla, en otra ciudad, te dicen `ah, a ese lo vimos hace unas semanas robando acá con tal y tal', y te envían las fotos de sus `socios' para así saber quiénes son", afirma Xavier.
Así es como en estas patrullas ya saben incluso cómo identificar a los clanes a los que pertenecen algunos de estos criminales, el tamaño estimado de estos grupos, la forma en la que van rotando de una ciudad a otra, y hasta las líneas de metro, salidas de aeropuerto u otras zonas turísticas o muy concurridas que se reparten como "su territorio" para no entrar "Lo principal es que no puedan seguir robando. Por eso, cuando damos con ladrones los seguimos durante cuadras, llamando la atención con los gritos y los silbatos, hasta que llega la policía y se los lleva", dice David.
Grandes redes criminales organizadas A pesar de que los carteristas y ladrones de autos o comercios no suelen ser vistos como criminales de alto perfil, las mismas autoridades han reconocido que en algunos casos estos corresponden a miembros de grandes redes organizadas que operan simultáneamente en varias provincias del país.
Es esto mismo lo que lleva a que en varios casos las patrullas además de tener canales abiertos para recibir denuncias de otros usuarios en sus redes sociales. "En general, el patrullaje es de día, pero también hay veces que algunos salimos de noche, que es cuando más aparecen otros como los que roban el interior de autos, que ya conocen varias zonas donde saben que la seguridad es más baja", dice Xavier (30), miembro de una patrulla ciudadana en Barcelona. "No buscamos enfrentarnos (a los ladrones) directamente ni nada como eso, aunque ellos tampoco suelen ser muy violentos. Solo buscamos evitar robos, dar aviso a la gente y a la policía. Y luego también subimos videos a las redes para que la gente sea consciente de dónde y quiénes roban", explica.
Existen grupos repartidos por varios puntos del país: El fenómeno de las patrullas ciudadanas se extiende para combatir el crimen en España JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA CORRESPONSAL EN ESPAÑA Se han vuelto populares en redes sociales, donde publican videos de sus actuaciones contra carteristas y otro tipo de ladrones, aunque generan dudas por su legalidad.
Desarticulan red de explotación La Guardia Civil española informó ayer que desarticuló una organización criminal asentada en España dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual y liberó a nueve víctimas, todas en situación vulnerable al ser de origen extranjero y sin documentación para residir legalmente en España.
Además, detuvo a los dos líderes de la organización, una mujer de 37 años y un hombre de 32, y figuran como investigados otros cuatro integrantes del grupo criminal encargados de la logística y traslados de las mujeres a los lugares donde eran explotadas, informó el cuerpo policial en un comunicado. La operación arrancó a principios del 2024, tras tener conocimiento de la existencia de varios lugares del este de España en donde se explotaba a mujeres..