COLUMNAS DE OPINIÓN: Transformaciones sociales en la era democrática
COLUMNAS DE OPINIÓN: Transformaciones sociales en la era democrática Gastón Gaete Coddou, Géografo Académico Universidad Playa Ancha El presente análisis tuvo como fuente de información el reciente (2024) informe ¿ Por qué nos cuesta cambiar?: conducir los cambios para un Desarrollo Humano Sostenible, reporte elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Chile.
Considerando lo indicado, queda demostrado que la sociedad chilena ha experimentado profundas transformaciones desde el retorno a la democracia (1990), evidenciando cambios significativos en múltiples dimensiones que han redefinido su estructura social, económica y política, que implican transformaciones que responden tanto a movimientos culturales como a políticas públicas deliberadas. En el ámbito demográfico, Chile ha tenido un notable envejecimiento poblacional. Entre 1990 y 2022, la población aumentó un 47%, alcanzando los 19.603.733 habitantes, con un incremento significativo en la proporción de adultos mayores, que pasó del 6% al 13% del total poblacional. Como revela el Banco Mundial (2024), este cambio demográfico, ha tenido importantes implicaciones para la organización social y económica del país. La estructura familiar chilena, también ha sostenido en estas últimas décadas modificaciones sustanciales. Según, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN), el tamaño promedio de los hogares se redujo de 4 integrantes en 1990 a 2,8 en 2022. Paralelamente, los hogares unipersonales aumentaron del 6,9% al 19,3%, mientras que los hogares monoparentales se incrementaron del 27,9% al 47,4%, con un 82,2%, de estos últimos encabezados por mujeres. En términos económicos, Chile ha mostrado un progreso notable. El producto interno bruto (PIB) per cápita aumentó de 9.302 dólares en 1990 a 24.431 en 2022, posicionando al país como el quinto con mayor PIB per cápita en América Latina y el Caribe. En este sentido, como señalaron Berstein y Marcel (2019), este crecimiento se debe a factores como la profundización del mercado financiero y la apertura comercial. Por su parte, la reducción de la pobreza ha sido uno de los logros más reveladores.
Como indica el Ministerio de Desarrollo Social y Familia (MDSF, 2023), la población en situación de pobreza, disminuyó del 68,5% en 1990 al 6,5% en 2022, mientras que la pobreza extrema se redujo del 49% al 2% en el mismo período. En el ámbito educativo, se han registrado avances medulares.
El promedio de años de escolaridad aumentó de 8,4 en 1990 a 11,1 en 2022 (PNUD, 2024a). La matrícula en educación terciaria experimentó un crecimiento exponencial, duplicándose entre 2005 y 2023, alcanzando 1.248.291 estudiantes según el Consejo Nacional de Educación (2024). La igualdad de género ha mostrado progresos demostrativos, aunque con desafíos pendientes. Como señala Richard (2018), las movilizaciones feministas universitarias de 2018 marcaron un punto de inflexión en la agenda de género, que se fortaleció durante el estallido social de 2019. En materia de institucionalidad democrática, las reformas constitucionales de 2005 marcaron un hito importante. Como indican Luna y Altman (2011), los partidos políticos enfrentaban desafíos significativos en términos de representatividad y conexión con la ciudadanía. Sobre la participación electoral, este variable socio democrática, ha mostrado fluctuaciones importantes. Según datos del servicio electoral (SERVEL), con el retorno al voto obligatorio en 2022, la participación se elevó. En tanto, sistema de pensiones, ha constatado reformas significativas. La implementación de la Pensión Garantizada Universal (PGU), en 2022, representó un cambio sustancial en el sistema previsional chileno, beneficiando a la mayoría de la población mayor de 65 años. Chile, ha demostrado avances significativos en materia de salud. Como señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2023), el país alcanzó la mayor esperanza de vida en América Latina y el Caribe, superando incluso el promedio de la OCDE. La inmigración ha transformado la composición demográfica del país. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el Servicio Nacional de Migraciones (2023), entre 2018 y 2022, la población migrante aumentó un 25%, alcanzando 1.625.074 personas. En el concierto ambiental, como apuntaron Maillet y Carrasco (2019), Chile ha experimentado una transformación institucional significativa, impulsada tanto por compromisos internacionales como por presiones de movimientos ambientalistas locales. La modernización del Estado ha tenido un transcurso continuo. Como indican Fuentes (2021) y Huneeus (2014), las reformas institucionales han buscado superar las limitaciones heredadas del período autoritario. El desarrollo del sistema de protección social ha sido considerable.
La implementación de políticas como el Plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas (AUGE) y más recientemente las medidas de apoyo durante la pandemia del Covid-19 demuestran la evolución del rol del Estado en la protección social.
Los cambios en el mercado laboral han sido palpables y, en este marco, Ffrench-Davis (2016), recalcó que la «mayor inversión pública y el crecimiento económico han impactado en la estructura del empleo y los ingresos laborales». A propósito de las transformaciones culturales, se puede indicar que estas han sido profundas. El surgimiento de nuevos movimientos sociales, como lo formulan De Fina et al. (2022), ha redefinido la agenda pública y las demandas ciudadanas. La modernización tecnológica y la digitalización han impactado en diversos ámbitos de la sociedad chilena. Como indica el informe, estos cambios han planteado nuevos desafíos y oportunidades para el desarrollo del país.
En sí, las transformaciones experimentadas por Chile en las últimas décadas, han sido multidimensionales y profundas, aunque persisten desafíos importantes en áreas como, por ejemplo: la desigualdad, la representación política y la sostenibilidad ambiental, aunque a pesar de estas falencias, se puede estimar con cierto grado de certeza, que el país se encuentra en un proceso continuo de adaptación y cambio, enfrentando nuevos retos en un contexto global cada vez más complejo..