Autor: NICOLAS GARCÍA DE VAL
Biden escala "guerra de los aranceles" con China al imponer tasas a productos estratégicos
Biden escala "guerra de los aranceles" con China al imponer tasas a productos estratégicos El gobierno de EE.UU. subió impuestos a vehículos eléctricos hasta una tasa de 100%, a los de semiconductores (50%) y anunció nuevos impuestos a minerales críticos (25%). LOS AUTOS ELÉCTRICOS chinos serán gravados ahora con una tasa del 100%. Según la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, los aranceles se justifican porque la capacidad industrial china representa una amenaza para EE.UU. y sus aliados en mercados emergentes THE ASSOCIATED PRESS A cusando a China de "robar" con "prácticas comerciales desleales", el Presidente estadounidense, Joe Biden, anunció un aumento de los aranceles a productos procedentes de ese país.
La medida amenaza con tensar más las relaciones con Beijing y recuerda a la estrategia que utilizó el exmandatario Donald Trump en su disputa con el gigante asiático, aunque con diferencias clave. "A veces China roba directamente a través de ciberespionaje y otras maniobras y esto está bien documentado y reconocido internacionalmente. Y cuando utilizan tácticas como estas, no están compitiendo.
No es competencia, es hacer trampas", dijo Biden desde la Casa Blanca al confirmar los nuevos aranceles por un valor de US$ 18.000 a las importaciones de productos de China debido a las "prácticas comerciales desleales" del país.
La economía del gigante asiático se ha debilitado por los problemas del mercado inmobiliario del país y el impacto de la pandemia, por lo que el Presidente Xi Jinping se ha enfocado en potenciar el crecimiento subsidiando la producción de vehículos eléctricos y otros productos. El fenómeno ha llevado a una sobreproducción que China no es capaz de absorber, y ha llevado esos bienes a otros países, como Estados Unidos, intensificando la tensión.
Según lo anunciado por el gobierno estadounidense, las tasas sobre los vehículos eléctricos pagen de su juicio en Nueva York. "Biden ha ido más allá de los aranceles de Trump, pero también ha buscado de otras formas gestionar el deterioro de la relación con China; de hecho, ambas partes están intentando establecer canales regulares de comunicación para estabilizar la relación en la medida de lo posible. Trump estaba obsesionado con el déficit comercial, y algunos de sus colegas de su gabinete también estaban obsesionados con el Partido Comunista Chino (PCC), al verlo como una amenaza ideológica. Biden ha declarado varias veces que su administración no intenta derrocar al PCC", dijo a este diario Rosemary Foot, experta en las relaciones de China con EE.UU. de la Universidad de Oxford.
Lo cierto es que, aunque mantiene ciertas similitudes con el de Trump, el plan de aranceles de Biden tiene importantes diferencias con el de su predecesor, entre ellas su principal objetivo: el republicano intentaba que volvieran a Estados Unidos una serie de puestos de trabajo que habían sido llevados a China, mientras que el demócrata busca potenciar la producción y la creación de empleo en industrias emergentes de alta tecnología, como el desarrollo de vehículos eléctricos. Por otro lado, la estrategia comercial de Trump se caracterizó por la imposición de amplios aranceles, en contraposición con los más dirigidos de Biden. Estados Unidos no es el único preocupado por las prácticas comerciales de China. Hace algunos meses, la Unión Europea (UE) lanzó una investigación sobre los subsidios chinos y dijo que podría imponer aranceles a los vehículos eléctricos de ese país.
Tras la visita de Xi a Francia la semana pasada, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, alertó que vehículos eléctricos y acero chinos subsidiados por el gobierno están "inundando el mercado europeo" y dijo que "el mundo no puede absorber la sobreproducción china". Al mismo tiempo, el bloque planea estudiar los nuevos aranceles de EE.UU., como anunció la CE ayer. yo es "un enfoque inteligente" con aranceles "estratégicos y claramente dirigidos". "Comparen eso con lo que la administración anterior hizo. Mi predecesor prometió aumentar las exportaciones estadounidenses e impulsar las manufacturas, pero no consiguió ninguna de las dos cosas. Fracasó", manifestó.
El mandatario también destacó su capacidad de trabajar junto a sus aliados para confrontar a China, en contraposición con el estilo más solitario y unilateral de Trump, aunque su plan anunciado ayer mantiene los aranceles sobre productos chinos por más de US$ 300 mil millones que impuso su predecesor. "Quiere imponer grandes aranceles a China, que es la sugerencia que yo hice. ¿Dónde has estado durante los últimos tres años y medio? Debería haberlo hecho hace mucho tiempo. Pero también tienen que hacerlo con otros vehículos y tienen que hacerlo con muchos otros productos", declaró Trump al mar--su rival en los comicios de noviembre-sobre el tema.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, quien en el pasado ha criticado los aranceles, dijo que los de ahora están justificados debido a que la capacidad industrial china representa una amenaza para EE.UU. y sus aliados en mercados emergentes.
La Casa Blanca explicó que el objetivo de los nuevos aranceles es alentar a China a "eliminar sus prácticas comerciales desleales en materia de transferencia de tecnología, propiedad intelectual e innovación". La otra disputa de tasas La explicación es similar a la que usó Trump cuando en 2018 impuso una serie de aranceles a los productos chinos, en el inicio de la llamada "guerra comercial" entre ambos países que marcó todo su gobierno y que, en realidad, nunca terminó.
Biden se hizo cargo ayer de esa similitud, pero dijo que el suWashington impondrá aranceles de hasta 25% sobre algunos productos de acero y aluminio, y al igual que sobre las baterías y piezas de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos.
La tasa arancelaria sobre el grafito natural y algunos otros minerales críticos aumentará de cero a 25%, y la de las células solares de 25% al 50%. La reacción de Beijing llegó desde el Ministerio de Comercio, que alegó que la medida anunciada por EE.UU. "es una jugada política y el lado chino expresa fuerte insatisfacción". "Las importaciones de estos productos ya son bloqueadas por otras restricciones comerciales de EE.UU., por lo que su impacto económico debería ser menor", manifestó a "El Mercurio" Scott Lincicome, experto en comercio internacional del Cato Institute, para quien el objetivo del alza arancelaria es "más político que económico", ya que de esa forma el Presidente respondería a los mensajes de Trump sarán del 25% al 100% este año.
Esa medida está enfocada en proteger a la industria automotriz estadounidense, que será clave en el impulso de la administración Biden a la manufactura local de autos eléctricos, como parte de su plan de transición energética.
Los semiconductores chinos también se verán afectados, pues para 2025 los aranceles subirán del 25% al 50%. Además, Disputa comercial entre ambos países: Biden escala "guerra de los aranceles" con China al imponer tasas a productos estratégicos NICOLÁS GARCÍA DE VAL ADICIONALES EE.UU. sugirió que podrían imponerse aranceles adicionales si los fabricantes de vehículos eléctricos chinos tratan de trasladar su producción a México para evitar los nuevos aranceles..