Autor: DRA. ANAMARÍA ARRIAGADA U. Presidenta Colegio Médico de Chile
Los hospitales agonizan
Señor Director: La salud pública del país está en estado crítico.
La falta de recursos ha puesto a hospitales y servicios de salud en una situación insostenible: el presupuesto que les quedaba en agosto era de $324.814 millones, que alcanzaban para un mes y medio; por tanto hoy, simplemente, no hay fondos. Enfrentamos un récord histórico de tres millones de personas en lista de espera. Esta crisis de financiamiento se traduce en cierre de pabellones, escasez de insumos y personal, lo que ha obligado a suspender cirugías y atenciones. Esto afecta directamente al 85% de la población que está en Fonasa y que depende del sistema público de salud, especialmente en regiones. ¿Se puede mejorar la gestión? Siempre.
Pero no confundamos eficiencia con falta de financiamiento, ni responsabilicemos a los equipos de salud, que día a día hacen lo mejor que pueden con recursos limitados desde hace años, por una forma de asignar históricamente el presupuesto en Salud, que no reconoce el sobrecosto del año anterior, ni refleja el aumento de la productividad que consumirá siempre más recursos. Es imperativo que el ministro de Hacienda actúe, porque la salud agoniza. Si no se toman medidas ahora, las listas de espera y la gravedad de las enfermedades seguirán aumentando. Así como en la pandemia nadie cuestionó los recursos adicionales que se requerían, esta crisis merece ser priorizada. Las personas esperan que el Estado haga su máximo esfuerzo, inyectando los recursos suficientes para que prestadores —públicos y privados— maximicen toda la capacidad instalada. El presupuesto 2025 debe reconocer este déficit y aportar una solución estructural. No podemos estar el próximo año, en estas mismas fechas, reclamando nuevamente lo mismo.
La ciudadanía y la salud pública merecen un compromiso real, para que hospitales y centros de salud puedan cumplir con su misión fundamental: proteger la vida y dignidad de las y los habitantes de nuestro país.