Seis razones para mirar HACIA EL CHOAPA
Seis razones para mirar HACIA EL CHOAPA 1.
Porque todavía es como un descubrimientoMucho menos conocido y desarrollado que el Elqui o el Limarí, el valle del Choapa uno más de los valles longitudinales de la Región de Coquimbo tiene una característica que en estos días de sobreinformación puede considerarse una ventaja: al recorrerlo, muchos lugares se sienten como un hallazgo. Al menos en términos turísticos.
Quizás sea la escasa señalética, o lo intrincado del camino para llegar, sobre todo si uno viene de Santiago por la 5 Norte y se desvía para tomar la cuesta Cavilolén (son tres horas clavadas en auto el mismo tiempo que uno se demoraría desde La Serena, pero hay que dar tantas vueltas que es fácil desorientarse y perder la referencia: hay cerros por todos lados). Pero la cosa es que cuando uno llega a Salamanca la base para recorrer toda esta zona y ve el río y sus árboles frutales allá abajo, se encuentra con muchos pequeños caminos interiores por donde subir, bajar o doblar abruptamente: de hecho, no es raro que Waze se vuelva loco. En rigor, esta zona como destino comprende tres valles: el del Choapa mismo (la parte más alta), el de Chalinga y el de Camisa. Cada uno tiene un río del mismo nombre, que atraviesa distintas localidades rurales y luego se juntan para formar finalmente el gran río Choapa, que desemboca en la costa, en Huentelauquén. También conviene saber que esta es la parte más angosta de Chile: desde el límite con Argentina hasta el litoral hay solo 95 kilómetros de distancia.
Es decir, uno puede estar caminando entre cactus y arbustos espinosos en plena cordillera, bajo el sol abrasador del desierto semiárido, y si de pronto quisiera playa, en un ratito puede estar perfectamente bañándose en Los Vilos. O I B M A R A M E G R O JJOVEN. Las parras de Viña Salamanca, la mas alta del valle, a 1.200 metros. La ruta del vino aquí está recién partiendo. TEXTO Y FOTOS: Sebastián Montalva Wainer, DESDE LA REGIÓN DE COQUIMBO.2. Por su naturalezaAunque la sequía todavía es un gran problema en estos valles, este año que se va fue uno de los más lluviosos del último tiempo. Así que por estos días los cerros, los caminos interiores, elvalle mismo, todo luce sorprendentemente verde. Una buena razón para venir a este lugar es, precisamente, conocer sitios naturales de gran belleza, hoy aumentada gracias a las bondades de San Isidro.
Y en ese sentido, el mejor sitio es, sinChalinga es un río, lo dijimos, pero también una localidad que, de alguna forma, se ha mantenido alejada de la principal actividad que mueve a esta zona: la minería, que aquí es representada por Los Pelambres.
Y esto básicamente porque Chalingaestá más “a trasmano” de las obras: los mineros y ejecutivos prefieren quedarse en los hoteles más cerca de la mina (hay muchos, y la mayoría ubicados en la parte alta del valle del Choapa), así que en Chalinga se ven menos camionetas, menos camiones y menos intervención, en definitiva. Cómo conciliar el turismo con la minería: ese es uno de los desafíos que hoy enfrenta Salamanca, y en ese sentido Chalinga es un as bajo la manga. Uno puede venir a descansar a este pueblito rodeado de cerros energéticos y, desde aquí, salir a cono-POZA AZUL. Uno de los tesoros de esta zona, está protegida desde 2018. cer diversos atractivos naturales. El principal es la Poza Azul, una cascada de 30 metros de altura ubicada 27 kilómetros al noroeste de Salamanca, en la localidad de Las Jarillas.
Desde 2018 forma parte del Santuario de la Naturaleza Poza Azul y Raja de Manquehua (esta última una abertura en el cerro que dio lugar a una leyenda sobre brujos que todos repiten en Salamanca), así que se encuentra protegida, lo que se agradece.
Para llegar hay una sencilla ruta de trekking que en alrededor de una hora se encarama por los cerros y luego desciende hasta esta impresionante pared rocosa por donde cae el agua y forma la poza. Dan ganas de bañarse, pero no se puede ni se debe: hay que resguardar este hermoso lugar.
La Poza Azul es solo uno más de varios sitios que se pueden conocer a través de caminatas o cabalgatas, como las Tazasde Quelén, la laguna del Pelado, el salto Los González o el cerro Mallacún, en-tre otros.
Como pocas cosas están señalizadas, conviene ir con guías locales como Heber Venenciano, fundador de la empresa Mallacun Vertical, que conoce todas estas rutas en detalle y puede organizar este trek a la Poza Azul con almuerzo posterior en el restaurante Delicias de El Tebal, de la señora Brisa Godoy, que prepara platos como cabrito al jugo y otras especialidades de la zona (cel. +569 76436238; @mallacun_vertical).3. Por sus petroglifosSi uno raya con el conocimiento de las culturas ancestrales, y quizás soñó alguna vez con convertirse en arqueólogo, el valle de Choapa es ciertamente una Tierra Prometida. Puede sonar exagerado, pero basta dar unos pasos cerro arriba desde las rutas vehiculares para encontrarse con cientos de petroglifos. Algunos están indicados como unas rocas que se encuentran justo detrás de la iglesia de Chalinga, donde lamentablemente había basura, pero otros no. Aunque la gente local los conoce, claro.
Estábamos un día en Los Costeños, un centro turístico con camping y un entretenido canopy familiar y pequeña laguna para kayak ubicado en el sector de Barraco/Chillepín, cuando decidimos cruzar la carretera y subir por la ladera del cerro del frente.
A poco andar aparecieron varias rocas cubiertas de dibujos de figuras geométricas, zoomorfas, antropomorfas y otros indescifrables que cualquier apresurado calificaría de extraterrestres (cel. +569 9317 1468; @camping. los. costenos). Pero hay que ponerse serios, y para eso, lo mejor es partir directo al Museo Ar-queológico de Salamanca, que está en lacasa de Alonso Palacios Tejeda, un salamanquino de tomo lomo, y donde se puede conocer de buena fuente la historia de las culturas Molle, Diaguita, Inca y los distintos pueblos alfareros que habitaron esta zona y que poco a poco fueron desapa-reciendo (la visita es gratuita, previo agendamiento al cel. +569 9839 9632). Hijo de arrieros, durante toda su vida Alonso ha recorrido esta zona por su cuenta y a caballo, y ha encontrado todo tipo de objetos en los cerros desde paneles de petroglifos hasta puntas de flecha y cerámicas diaguitas completas, algunos de los cuales exhibe en su museo, como piezas originales o como reproducciones.
Gran anfitrión y conversador, podrá contarle todo lo que ha visto y coleccionado a lo largo de su vida, y seguro le hablará sobre uno de sus sueños, que es que Salamanca “salga del letargo” en que se encuentra como destino turístico, como él mismo dice. EXPLORADOR. Alonso Palacios Tejeda, fundador del Museo Arqueológico y Paleontológico de Salamanca. DESCANSO. El hotel Pircas de Arboleda está en Chalinga, uno de los pueblos más atractivos del valle. Tiene un moderno spa. PATRIMONIO. La Casa Estación de Salamanca, parada del antiguo ramal Salamanca-Illapel, es Monumento Nacional. HISTORIA. El Puente Coirón sobre el río Choapa data de comienzos de 1900 y hasta los años 90 fue la única conexión entre esta localidad y Salamanca. La luz eléctrica llegó a ciertos sectores de Coirón hace dos meses.
Ahora, para profundizar aún más en terreno, el dato es contactar a Jonathan Collao, guía local y fundador de Astro Paisajes del Choapa, que también lleva años estudiando los petrofligos de Salamanca y alrededores, y conduce recorridos in situ que incluyen observación astronómica y de flora y fauna.
Solo el cuaderno de Jonathan, donde tiene dibujados cada uno de los petroglifos que ha visto, es un espectáculo: es como una colección de estampillas misteriosas, pero hechas a mano y con una pasión queinspira (@astro_paisajes_choapa).4. Por su otra historiaEl pasado reciente de Choapa también es un atractivo.
Primero que todo, en esta zona sobrevive una de las culturas arrieras más fuertes de Chile, donde todavía se practica la trashumancia o traslado de ganado entre distintos valles cordilleranos, tal como se ha hecho por siglos.
De hecho, cada año un día a definir entre noviembre y enero en Salamanca e Illapel se realiza el Día de la Trashuman-cia y el Criancero Caprino, una fiesta enla que arrieros llevan miles de cabras por las calles de la ciudad para ser despedidos por la gente antes de partir a sus largas estadías en la montaña, que pueden ser de varios meses.
La historia agrícola también es potente: durante los años 60, Salamanca fue uno de los epicentros del cultivo de tabaco encasa en la ladera de un cerro del sector de Coirón, donde hace poco llegó la luz eléctrica. Allí, Alejandra comenzó a elaborar sus propios vinos y embotellarlos ella misma en unas estilosas botellas alargadas que trae desde Francia y, además, abrió su bodega a los visitantes.
La gracia del lugar no está solo en sus etiquetas o en la degustación de productos típicos para el maridaje, sino que además está lleno de petroglifos: la visita, de hecho, contempla un pequeño circuito de observación de estas figuras que sorprenden por su elaboración y misterio (@way-ra_vientos_del_choapa). Seguramente, esta ruta crecerá en los próximos años: en la viña Salamanca, que está en la parte alta del Choapa, en el sector de Cuncumén, sus dueños Rosa Gallardo y Marcos Silva están iniciando la construcción de una bodega y sala de degustación en el patio de su casa en rigor, una hermosa casona de piedra y madera, que esperan convertir en un pequeño hotel para huéspedes (@vina_sala-manca).6.
Por sus pequeños hotelesSi uno quiere quedarse en esta zona, debe saber que la oferta hotelera es sorprendentemente amplia, aunque buena parte de ella sobre todo en el sector alto del Choapa está enfocada en la minería. Hay algunas excepciones que apuestan por el turismo y lo están haciendo bien.
Una de ellas está en Chalinga: se trata del lodge Pircas de Arboleda, que tiene cabañas y habitaciones, piscina con hermosa vista hacia los cerros y el valle, tinaja caliente, restaurante y un moderno spa con todo tipo de tratamientos (cel. +5699579 6490; @pircasdearboleda). Sus dueños son Gabriela Palacios y Jorge Cruz, quienes estuvieron por años ligados a la minería y decidieron construirse una cabaña para descanso familiar que, como fue tan demandada, los motivó a ampliarse hasta lo que tienen ahora, un pequeño hotel para desconectarse. Otra excelente alternativa está en el sector de Jorquera, a 10 minutos de Salamanca, y es sin duda uno de los alojamientos más particulares de Chile.
Se llama Alto Ciprés y está diseñado como los clásicos hoteles de carretera de Estados Unidos: de hecho, se llega en auto hasta la misma puerta de las siete habitaciones, que están muy bien diseñadas con todo tipo de amenidades, desde mesas y ban-PASADO. El valle está repleto de petrofligos. Aquí, unos de la viña Wayra. quetas de madera hasta colgadores precisos para la ropa y enchufes que en otros lados se echan de menos. Hasta tiene una habitación inclusiva, totalmente pensada para personas con discapacidad.
El estilo se explica porque la idea original fue del californiano Glenn Atkinson, quien trabajó asesorando a distintas mineras en Chile y en nuestro país conoció a su esposa, la chilena Handy Gotschlich, quien finalmente terminó el proyecto y se hizo cargo de él: Glenn falleció hace unos años.
En definitiva, con algo de imaginación, el hotel Alto Ciprés se siente de pronto como estar en el Lejano Oeste, en California (el paisaje semiárido de Salamanca es más o menos así), soñando por una cerveza helada que apacigüe la sed, mientras de fondo suena Doolin-Dalton de los Eagles (cel. +569 4201 9263; @altocipres). Algo más convencional, pero también de diseño cómodo y moderno, es el hotel Valle Alto, que se terminó de construir este año en el sector de Chillepín, a 30 kilómetros de Salamanca.
Diseñado con hormigón y madera, tiene 30 habitaciones y también apuesta por el desarrollo del turismo en la zona, con programas especiales para residentes y contacto con operadores turísticos de trekking, cabalgatas y visitas a viñas. Además, tienen uno de los mejores restaurantes del valle, con una carta que resalta los productos locales a cargo del chef Juan Carlos Hidalgo (cel. +569 9821 9431;@havallealto). DSABORES. A la izquierda, el restaurante del nuevo hotel Valle Alto, uno de los mejores del valle. Al lado, degustación para maridaje de la premiada viña Wayra. ESCALAS. Soledad Escudero en la casona del Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca. Al lado, el canopy del centro turístico Los Costeños. Chile, actividad que decayó hacia mediados de los 90.
El secado de este producto se realizaba en hornos artesanales que hoy siguen en pie como reliquias en el Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca que funciona en la antigua casona familiar de Soledad Escudero, su dueña y anfitriona. Allí, además de recorrer una construcción de adobe que data de 1820, se pueden ver distintas maquinarias del campo y probar diferentes productos locales como quesos de cabra o nueces.
Hay que llamar previamente para organizar la visita, porque la mamá de la señora Soledad ha tenido algunos problemas de salud (cel. +5698174 5114). Finalmente, otro sitio que vale una visi-ta es la Casa Estación de Salamanca, que es un testimonio de la gran historia ferroviaria que tiene esta ciudad y, en general, todos estos pueblos del Norte Chico, a los que antes solo se llegaba por tren. La estación fue declarada Monumento Nacional en 2004.5. Por sus viñasEl valle del Choapa ha sido tradicionalmente una zona pisquera.
Pero en los últimos años, parte de su producción no ha sido destinada solamente a la elaboración de este brebaje, sino también a vinos de autor, que se hacen con el mismo tipo de uvas, principalmente Pedro Jiménez, Moscatel de Alejandría y Moscatel Rosada, pero también otras. Aunque todavía le falta mucho para consolidarse, en el Choapa existe una incipiente ruta del vino que cuenta con seis viñas de pequeña producción: Choapa, Siete Brujas, Khirimarca, Alpa, Salamanca y Wayra.
Esta última, Wayra, ha dado que hablar: en noviembre pasado obtuvo medalla de oro en los CatadOr World Wine Awards por su Camélido, un petit verdot 2023 que estuvo 14 meses en barrica de roble francés de segundo uso. Este es el proyecto de la fotógrafa Alejandra Molina, quien hace unos años decidió cambiar de vida y se fue a vivir a unaESTILO.
Alto Ciprés está diseñado como esos hoteles de carretera gringos. duda, el valle de Chalinga.. A solo tres horas en auto desde Santiago, este valle —con la ciudad de Salamanca como base— intenta posicionarse como alternativa a destinos clásicos como Elqui o Limarí con una oferta que mezcla trekkings hacia cascadas y lagunas, pequeñas viñas artesanales y una sorprendente cantidad de petroglifos y vestigios ancestrales. EXPLORADOR. Alonso Palacios Tejeda, fundador del Museo Arqueológico y Paleontológico POZA AZUL. Uno de los tesoros de esta zona, está protegida PASADO. El valle está repleto de petrofligos. Aquí, unos de la viñ ESTILO. Alto Ciprés está diseñado como esos hoteles de carretera DESCANSO. El hotel Pircas de Arboleda está en Chalinga, uno de los pueblos más atractivos del valle. Tiene un m SABORES. A la izquierda, el restaurante del nuevo hotel Valle Alto, uno de los mejores del valle. Al lado, degustación para maridaje de la dos meses. SABORES. A la izquierda, el restaurante del nuevo hotel Valle Alto, uno de los mejores del valle. Al lado, degustación para maridaje de la PATRIMONIO. La Casa Estación de Salamanca, parada del antiguo ramal Salamanca-Illapel, es Monumen ESCALAS. Soledad Escudero en la casona del Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca. Al lado, el canopy del ESCALAS. Soledad Escudero en la casona del Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca. Al lado, el canopy del ESCALAS. Soledad Escudero en la casona del Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca. Al lado, el canopy del Seis razones para mirar HACIA EL CHOAPA 1.
Porque todavía es como un descubrimientoMucho menos conocido y desarrollado que el Elqui o el Limarí, el valle del Choapa uno más de los valles longitudinales de la Región de Coquimbo tiene una característica que en estos días de sobreinformación puede considerarse una ventaja: al recorrerlo, muchos lugares se sienten como un hallazgo. Al menos en términos turísticos.
Quizás sea la escasa señalética, o lo intrincado del camino para llegar, sobre todo si uno viene de Santiago por la 5 Norte y se desvía para tomar la cuesta Cavilolén (son tres horas clavadas en auto el mismo tiempo que uno se demoraría desde La Serena, pero hay que dar tantas vueltas que es fácil desorientarse y perder la referencia: hay cerros por todos lados). Pero la cosa es que cuando uno llega a Salamanca la base para recorrer toda esta zona y ve el río y sus árboles frutales allá abajo, se encuentra con muchos pequeños caminos interiores por donde subir, bajar o doblar abruptamente: de hecho, no es raro que Waze se vuelva loco. En rigor, esta zona como destino comprende tres valles: el del Choapa mismo (la parte más alta), el de Chalinga y el de Camisa. Cada uno tiene un río del mismo nombre, que atraviesa distintas localidades rurales y luego se juntan para formar finalmente el gran río Choapa, que desemboca en la costa, en Huentelauquén. También conviene saber que esta es la parte más angosta de Chile: desde el límite con Argentina hasta el litoral hay solo 95 kilómetros de distancia.
Es decir, uno puede estar caminando entre cactus y arbustos espinosos en plena cordillera, bajo el sol abrasador del desierto semiárido, y si de pronto quisiera playa, en un ratito puede estar perfectamente bañándose en Los Vilos. O I B M A R A M E G R O JJOVEN. Las parras de Viña Salamanca, la mas alta del valle, a 1.200 metros. La ruta del vino aquí está recién partiendo. TEXTO Y FOTOS: Sebastián Montalva Wainer, DESDE LA REGIÓN DE COQUIMBO.2. Por su naturalezaAunque la sequía todavía es un gran problema en estos valles, este año que se va fue uno de los más lluviosos del último tiempo. Así que por estos días los cerros, los caminos interiores, elvalle mismo, todo luce sorprendentemente verde. Una buena razón para venir a este lugar es, precisamente, conocer sitios naturales de gran belleza, hoy aumentada gracias a las bondades de San Isidro.
Y en ese sentido, el mejor sitio es, sinChalinga es un río, lo dijimos, pero también una localidad que, de alguna forma, se ha mantenido alejada de la principal actividad que mueve a esta zona: la minería, que aquí es representada por Los Pelambres.
Y esto básicamente porque Chalingaestá más “a trasmano” de las obras: los mineros y ejecutivos prefieren quedarse en los hoteles más cerca de la mina (hay muchos, y la mayoría ubicados en la parte alta del valle del Choapa), así que en Chalinga se ven menos camionetas, menos camiones y menos intervención, en definitiva. Cómo conciliar el turismo con la minería: ese es uno de los desafíos que hoy enfrenta Salamanca, y en ese sentido Chalinga es un as bajo la manga. Uno puede venir a descansar a este pueblito rodeado de cerros energéticos y, desde aquí, salir a cono-POZA AZUL. Uno de los tesoros de esta zona, está protegida desde 2018. cer diversos atractivos naturales. El principal es la Poza Azul, una cascada de 30 metros de altura ubicada 27 kilómetros al noroeste de Salamanca, en la localidad de Las Jarillas.
Desde 2018 forma parte del Santuario de la Naturaleza Poza Azul y Raja de Manquehua (esta última una abertura en el cerro que dio lugar a una leyenda sobre brujos que todos repiten en Salamanca), así que se encuentra protegida, lo que se agradece.
Para llegar hay una sencilla ruta de trekking que en alrededor de una hora se encarama por los cerros y luego desciende hasta esta impresionante pared rocosa por donde cae el agua y forma la poza. Dan ganas de bañarse, pero no se puede ni se debe: hay que resguardar este hermoso lugar.
La Poza Azul es solo uno más de varios sitios que se pueden conocer a través de caminatas o cabalgatas, como las Tazasde Quelén, la laguna del Pelado, el salto Los González o el cerro Mallacún, en-tre otros.
Como pocas cosas están señalizadas, conviene ir con guías locales como Heber Venenciano, fundador de la empresa Mallacun Vertical, que conoce todas estas rutas en detalle y puede organizar este trek a la Poza Azul con almuerzo posterior en el restaurante Delicias de El Tebal, de la señora Brisa Godoy, que prepara platos como cabrito al jugo y otras especialidades de la zona (cel. +569 76436238; @mallacun_vertical).3. Por sus petroglifosSi uno raya con el conocimiento de las culturas ancestrales, y quizás soñó alguna vez con convertirse en arqueólogo, el valle de Choapa es ciertamente una Tierra Prometida. Puede sonar exagerado, pero basta dar unos pasos cerro arriba desde las rutas vehiculares para encontrarse con cientos de petroglifos. Algunos están indicados como unas rocas que se encuentran justo detrás de la iglesia de Chalinga, donde lamentablemente había basura, pero otros no. Aunque la gente local los conoce, claro.
Estábamos un día en Los Costeños, un centro turístico con camping y un entretenido canopy familiar y pequeña laguna para kayak ubicado en el sector de Barraco/Chillepín, cuando decidimos cruzar la carretera y subir por la ladera del cerro del frente.
A poco andar aparecieron varias rocas cubiertas de dibujos de figuras geométricas, zoomorfas, antropomorfas y otros indescifrables que cualquier apresurado calificaría de extraterrestres (cel. +569 9317 1468; @camping. los. costenos). Pero hay que ponerse serios, y para eso, lo mejor es partir directo al Museo Ar-queológico de Salamanca, que está en lacasa de Alonso Palacios Tejeda, un salamanquino de tomo lomo, y donde se puede conocer de buena fuente la historia de las culturas Molle, Diaguita, Inca y los distintos pueblos alfareros que habitaron esta zona y que poco a poco fueron desapa-reciendo (la visita es gratuita, previo agendamiento al cel. +569 9839 9632). Hijo de arrieros, durante toda su vida Alonso ha recorrido esta zona por su cuenta y a caballo, y ha encontrado todo tipo de objetos en los cerros desde paneles de petroglifos hasta puntas de flecha y cerámicas diaguitas completas, algunos de los cuales exhibe en su museo, como piezas originales o como reproducciones.
Gran anfitrión y conversador, podrá contarle todo lo que ha visto y coleccionado a lo largo de su vida, y seguro le hablará sobre uno de sus sueños, que es que Salamanca “salga del letargo” en que se encuentra como destino turístico, como él mismo dice. EXPLORADOR. Alonso Palacios Tejeda, fundador del Museo Arqueológico y Paleontológico de Salamanca. DESCANSO. El hotel Pircas de Arboleda está en Chalinga, uno de los pueblos más atractivos del valle. Tiene un moderno spa. PATRIMONIO. La Casa Estación de Salamanca, parada del antiguo ramal Salamanca-Illapel, es Monumento Nacional. HISTORIA. El Puente Coirón sobre el río Choapa data de comienzos de 1900 y hasta los años 90 fue la única conexión entre esta localidad y Salamanca. La luz eléctrica llegó a ciertos sectores de Coirón hace dos meses.
Ahora, para profundizar aún más en terreno, el dato es contactar a Jonathan Collao, guía local y fundador de Astro Paisajes del Choapa, que también lleva años estudiando los petrofligos de Salamanca y alrededores, y conduce recorridos in situ que incluyen observación astronómica y de flora y fauna.
Solo el cuaderno de Jonathan, donde tiene dibujados cada uno de los petroglifos que ha visto, es un espectáculo: es como una colección de estampillas misteriosas, pero hechas a mano y con una pasión queinspira (@astro_paisajes_choapa).4. Por su otra historiaEl pasado reciente de Choapa también es un atractivo.
Primero que todo, en esta zona sobrevive una de las culturas arrieras más fuertes de Chile, donde todavía se practica la trashumancia o traslado de ganado entre distintos valles cordilleranos, tal como se ha hecho por siglos.
De hecho, cada año un día a definir entre noviembre y enero en Salamanca e Illapel se realiza el Día de la Trashuman-cia y el Criancero Caprino, una fiesta enla que arrieros llevan miles de cabras por las calles de la ciudad para ser despedidos por la gente antes de partir a sus largas estadías en la montaña, que pueden ser de varios meses.
La historia agrícola también es potente: durante los años 60, Salamanca fue uno de los epicentros del cultivo de tabaco encasa en la ladera de un cerro del sector de Coirón, donde hace poco llegó la luz eléctrica. Allí, Alejandra comenzó a elaborar sus propios vinos y embotellarlos ella misma en unas estilosas botellas alargadas que trae desde Francia y, además, abrió su bodega a los visitantes.
La gracia del lugar no está solo en sus etiquetas o en la degustación de productos típicos para el maridaje, sino que además está lleno de petroglifos: la visita, de hecho, contempla un pequeño circuito de observación de estas figuras que sorprenden por su elaboración y misterio (@way-ra_vientos_del_choapa). Seguramente, esta ruta crecerá en los próximos años: en la viña Salamanca, que está en la parte alta del Choapa, en el sector de Cuncumén, sus dueños Rosa Gallardo y Marcos Silva están iniciando la construcción de una bodega y sala de degustación en el patio de su casa en rigor, una hermosa casona de piedra y madera, que esperan convertir en un pequeño hotel para huéspedes (@vina_sala-manca).6.
Por sus pequeños hotelesSi uno quiere quedarse en esta zona, debe saber que la oferta hotelera es sorprendentemente amplia, aunque buena parte de ella sobre todo en el sector alto del Choapa está enfocada en la minería. Hay algunas excepciones que apuestan por el turismo y lo están haciendo bien.
Una de ellas está en Chalinga: se trata del lodge Pircas de Arboleda, que tiene cabañas y habitaciones, piscina con hermosa vista hacia los cerros y el valle, tinaja caliente, restaurante y un moderno spa con todo tipo de tratamientos (cel. +5699579 6490; @pircasdearboleda). Sus dueños son Gabriela Palacios y Jorge Cruz, quienes estuvieron por años ligados a la minería y decidieron construirse una cabaña para descanso familiar que, como fue tan demandada, los motivó a ampliarse hasta lo que tienen ahora, un pequeño hotel para desconectarse. Otra excelente alternativa está en el sector de Jorquera, a 10 minutos de Salamanca, y es sin duda uno de los alojamientos más particulares de Chile.
Se llama Alto Ciprés y está diseñado como los clásicos hoteles de carretera de Estados Unidos: de hecho, se llega en auto hasta la misma puerta de las siete habitaciones, que están muy bien diseñadas con todo tipo de amenidades, desde mesas y ban-PASADO. El valle está repleto de petrofligos. Aquí, unos de la viña Wayra. quetas de madera hasta colgadores precisos para la ropa y enchufes que en otros lados se echan de menos. Hasta tiene una habitación inclusiva, totalmente pensada para personas con discapacidad.
El estilo se explica porque la idea original fue del californiano Glenn Atkinson, quien trabajó asesorando a distintas mineras en Chile y en nuestro país conoció a su esposa, la chilena Handy Gotschlich, quien finalmente terminó el proyecto y se hizo cargo de él: Glenn falleció hace unos años.
En definitiva, con algo de imaginación, el hotel Alto Ciprés se siente de pronto como estar en el Lejano Oeste, en California (el paisaje semiárido de Salamanca es más o menos así), soñando por una cerveza helada que apacigüe la sed, mientras de fondo suena Doolin-Dalton de los Eagles (cel. +569 4201 9263; @altocipres). Algo más convencional, pero también de diseño cómodo y moderno, es el hotel Valle Alto, que se terminó de construir este año en el sector de Chillepín, a 30 kilómetros de Salamanca.
Diseñado con hormigón y madera, tiene 30 habitaciones y también apuesta por el desarrollo del turismo en la zona, con programas especiales para residentes y contacto con operadores turísticos de trekking, cabalgatas y visitas a viñas. Además, tienen uno de los mejores restaurantes del valle, con una carta que resalta los productos locales a cargo del chef Juan Carlos Hidalgo (cel. +569 9821 9431;@havallealto). DSABORES. A la izquierda, el restaurante del nuevo hotel Valle Alto, uno de los mejores del valle. Al lado, degustación para maridaje de la premiada viña Wayra. ESCALAS. Soledad Escudero en la casona del Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca. Al lado, el canopy del centro turístico Los Costeños. Chile, actividad que decayó hacia mediados de los 90.
El secado de este producto se realizaba en hornos artesanales que hoy siguen en pie como reliquias en el Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca que funciona en la antigua casona familiar de Soledad Escudero, su dueña y anfitriona. Allí, además de recorrer una construcción de adobe que data de 1820, se pueden ver distintas maquinarias del campo y probar diferentes productos locales como quesos de cabra o nueces.
Hay que llamar previamente para organizar la visita, porque la mamá de la señora Soledad ha tenido algunos problemas de salud (cel. +5698174 5114). Finalmente, otro sitio que vale una visi-ta es la Casa Estación de Salamanca, que es un testimonio de la gran historia ferroviaria que tiene esta ciudad y, en general, todos estos pueblos del Norte Chico, a los que antes solo se llegaba por tren. La estación fue declarada Monumento Nacional en 2004.5. Por sus viñasEl valle del Choapa ha sido tradicionalmente una zona pisquera.
Pero en los últimos años, parte de su producción no ha sido destinada solamente a la elaboración de este brebaje, sino también a vinos de autor, que se hacen con el mismo tipo de uvas, principalmente Pedro Jiménez, Moscatel de Alejandría y Moscatel Rosada, pero también otras. Aunque todavía le falta mucho para consolidarse, en el Choapa existe una incipiente ruta del vino que cuenta con seis viñas de pequeña producción: Choapa, Siete Brujas, Khirimarca, Alpa, Salamanca y Wayra.
Esta última, Wayra, ha dado que hablar: en noviembre pasado obtuvo medalla de oro en los CatadOr World Wine Awards por su Camélido, un petit verdot 2023 que estuvo 14 meses en barrica de roble francés de segundo uso. Este es el proyecto de la fotógrafa Alejandra Molina, quien hace unos años decidió cambiar de vida y se fue a vivir a unaESTILO.
Alto Ciprés está diseñado como esos hoteles de carretera gringos. duda, el valle de Chalinga.. A solo tres horas en auto desde Santiago, este valle —con la ciudad de Salamanca como base— intenta posicionarse como alternativa a destinos clásicos como Elqui o Limarí con una oferta que mezcla trekkings hacia cascadas y lagunas, pequeñas viñas artesanales y una sorprendente cantidad de petroglifos y vestigios ancestrales. EXPLORADOR. Alonso Palacios Tejeda, fundador del Museo Arqueológico y Paleontológico POZA AZUL. Uno de los tesoros de esta zona, está protegida PASADO. El valle está repleto de petrofligos. Aquí, unos de la viñ ESTILO. Alto Ciprés está diseñado como esos hoteles de carretera DESCANSO. El hotel Pircas de Arboleda está en Chalinga, uno de los pueblos más atractivos del valle. Tiene un m SABORES. A la izquierda, el restaurante del nuevo hotel Valle Alto, uno de los mejores del valle. Al lado, degustación para maridaje de la dos meses. SABORES. A la izquierda, el restaurante del nuevo hotel Valle Alto, uno de los mejores del valle. Al lado, degustación para maridaje de la PATRIMONIO. La Casa Estación de Salamanca, parada del antiguo ramal Salamanca-Illapel, es Monumen ESCALAS. Soledad Escudero en la casona del Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca. Al lado, el canopy del ESCALAS. Soledad Escudero en la casona del Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca. Al lado, el canopy del ESCALAS. Soledad Escudero en la casona del Bodegón Pare Bien, un museo sobre la historia campesina de Salamanca. Al lado, el canopy del