Sobre el SLEP Atacama
Señor Director: En días en que las familias se disponen a volver a clases, corresponde precisar el contenido de un editorial de este medio respecto de los avances en el SLEP Atacama. Lo que se indica en esa nota desconoce las acciones concretas que desde la Dirección de Educación Pública estamos realizando para mejorar la infraestructura y el acompañamiento pedagógico. Superar las dificultades que enfrenta Atacama ha supuesto un esfuerzo colectivo en el que han participado la institucionalidad educativa, el Gobierno Regional y las instituciones de educación superior.
En materia de infraestructura acordamos la inversión de $25.000 millones por parte del Gobierno Regional para proyectos de conservación, equipamiento y mobiliario, a la vez que aprobamos intervenir 14 establecimientos junto al MOP, por un monto de $5.500 millones, y la disposición de $3.300 millones por parte del SLEP para proyectos de conservación en 17 jardines y cinco establecimientos. A esto se suman $1084 millones ejecutados en el primer semestre de 2024 y el contrato por $1.500 millones licitado durante el segundo semestre, del que ya se han ejecutado casi $500 millones. Vale la pena también mencionar que el total de contratos vigentes de la unidad de mantención del SLEP Atacama es de $2.931 millones.
En el ámbito pedagógico, desde abril de 2024 se han implementado convenios con la Universidad de Atacama, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la UMCE y la Usach, los cuales contemplan programas de liderazgo escolar, innovación pedagógica y acompañamiento docente, que se implementarán durante 2025.
Las relaciones de colaboración entre los distintos actores de la región —profesores, asistentes, padres, madres y apoderados, y toda la comunidad educativa— han mejorado significativamente, lo que ha generado un buen clima de trabajo para iniciar el año escolar en óptimas condiciones.
Esperamos que todos los actores, sin distinción, se sumen a estos esfuerzos y respondan al deseo de la comunidad de iniciar clases con normalidad, evitando la politización de la educación y protegiendo a las comunidades educativas, que son las más afectadas por las paralizaciones. RODRIGO EGAÑA BARAONA Director de Educación Pública