La apuesta de la educación Montessori
La apuesta de la educación Montessori OPINIÓNEn un mundo donde la capacidad de pensar críticamente se ha vuelto más valiosa que nunca, la educación preescolar juega un rol fundamental en sentar las bases para esta habilidad.
Y aunque a menudo se subestima la capacidad de los niños pequeños para desarrollar pensamiento crítico, métodos educativos como el Montessori han demostrado que no solo es posible, sino también altamente efectivo fomentar este tipo de pensamiento desde los primeros años de vida.
El método Montessori, en particular, se centra en el niño y en el aprendizaje activo, promoviendo la exploración, la experimentación y la toma de decisiones en un entorno cuidadosamente preparado y respalda el desarrollo de la creatividad y el pensamiento crítico de manera efectiva, permitiendo que los niños exploren y aprendan de manera autónoma. El pensamiento crítico es una habilidad esencial en el desarrollo integral de una persona, ya que potencia capacidades clave como la resolución de problemas y la toma de decisiones.
Pero no solo se trata de enfrentarse a problemas matemáticos o de lógica; el pensamiento crítico se manifiesta en la vida diaria, cuando un niño decide cómo resolver un conflicto con un compañero, cuando elige entre varias opciones de juego o cuando analiza el resultado de una actividad que ha realizado. La capacidad de analizar, cuestionar y evaluar diferentes posibilidades desde edades tempranas sienta las bases para formar individuos innovadores y flexibles, preparados para los desafíos de un mundo en constante cambio. El uso de materiales Montessori es central en este enfoque. Diseñados para ser atractivos y manipulables, estos materiales fomentan la curiosidad natural del niño y le permiten aprender conceptos abstractos de manera concreta y tangible. Por ejemplo, materiales como bloques de construcción, letras de lija y objetos para clasificar y contar ofrecen oportunidades para que los niños experimenten y construyan su comprensión del mundo de forma creativa y personalizada. Una característica clave de los materiales Montessori es que son auto-correctivos. Esto significa que permiten a los niños identificar y corregir sus propios errores sin la intervención directa de un adulto. Esta autonomía en el proceso de aprendizaje no solo fortalece la autoconfianza de los niños, sino que también fomenta la reflexión y la autoevaluación, elementos esenciales del pensamiento crítico.
Los pequeños aprenden a observar y comparar, a formular preguntas y a buscar soluciones por sí mismos, desarrollando así un enfoque metódico y analítico ante los desafíos que se les presentan.. Paulina Bobadilla, Directora de Casa de los niños de Colegio Epullay OPINIÓN