Voluntarios, manos que transforman
Voluntarios, manos que transforman En el contexto chileno, la educación diferencial busca responder a las diversas necesidades educativas, promoviendo una sociedad inclusiva y equitativa. En este desafío, los voluntarios desempeñan un rol crucial que trasciende lo asistencial: son agentes de cambio que enriquecen los procesos formativos desde la empatía y el compromiso social. Aportan tiempo, habilidades y una perspectiva humana invaluable. Su labor complementa el trabajo de los profesionales, fortaleciendo el desarrollo integral de los estudiantes con necesidades educativas especiales, ya sea apoyando en talleres, acompañando en actividades culturales o simplemente escuchando. Su presencia refuerza el sentido de comunidad y pertenencia. En educación especial, somos testigos de cómo el compromiso del voluntariado transforma vidas. Un joven privado de libertad, por ejemplo, puede encontrar en un taller de arte un espacio de expresión y reconstrucción personal gracias a la guía de una de estas personas. Este tipo de experiencias no sólo beneficia al estudiante, sino que también sensibiliza a los voluntarios, quienes descubren la riqueza de la diversidad. Sin embargo, es vital profesionalizar y coordinar este rol, pues necesitan formación básica en inclusión, empatía y manejo de situaciones complejas. Esto asegura que sus acciones sean realmente significativas y no perpetúen prejuicios o asistencialismo. Los voluntarios son aliados estratégicos en la construcción de una sociedad más inclusiva. Valorar y fomentar su participación desde políticas públicas y comunitarias es esencial para seguir avanzando en la equidad educativa que Chile tanto necesita. Voluntarios, manos que transforman OPINIÓN Jessica Durán Académica Carrera de Pedagogía en Educación Diferencial UDLA Sede Viña del Mar.