Cartas
Cartas OCartas Fragilidad de la vida eseñor director: La noticia de un fallecimiento siempre conmueve, recordándonos la fragilidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte. Con el tiempo, uno se vuelve más reflexivo, y las experiencias que vivo con mi madre, ya de edad avanzada, me llevan a sentirme melancólico y quizás más irreverente.
El concepto de "morir con dignidad" me resulta difícil de comprender, mientras que la idea de vivir con dignidad hasta el último momento me parece más tangible y latente, ¿Tendré más dignidad en mi propia muerte si mantengo el control sobre mi cuerpo y mente, o si decido sobre ella? En este contexto, habría preferido que la postura de la Iglesia Católica, expresada en el documento "Dignitas Infinita", abrazara la complejidad y la incertidumbre de la dignidad humana en lugar de definirla. Me habría gustado que apoyara a los fieles en su búsqueda de comprensión y permitiera que cada persona viva según sus propios términos, incluso en su relación con la muerte, en lugar de limitarnos.
La historia está llena de ejemplos de muertes serenas o heroicas, como las de Sócrates, quien aceptó su condena injusta; Juana de Arco, acusada de herejía; o Nelson Mandela, quien mostró coraje hasta el final de su vida. Pero la muerte, por su naturaleza misma, es indigna e inevitable.
La vida, en cambio, nos permite encontrar dignidad al aceptar nuestra vulnerabilidad y buscar la igualdad y el respeto mutuo. ¡Esto es el verdadero significado dela vida! "Si Dios está muerto, todo está permitido", escribió Dostoyevski en "Los hermanos Karamázov". O, más existencialista aún, como Sartre o Camus, si una persona es creada a imagen y semejanza de Dios, entonces su dignidad y moralidad pueden ser independientes de la existencia de ese Dios o de un camino guiado. No me malinterpreten, noes negar la existencia de Dios ni la base de nuestra moralidad; es todo lo contrario. Esto refuerza mi creencia en la imposibilidad de su inexistencia. Es por esto que sostengo que la moralidad y la dignidad se expresan en vida y no existen en la muerte, cualquiera sea la creencia.
La verdadera dignidad se encuentra en cómo vivimos y en cómo tratamos a los demás a lo largo de nuestra existencia. ¡No hay dignidad en la muerte! Álvaro Lira, ingeniero civil industrial Deep fakes eseñor director: Durante las últimas semanas, lamentablemente, se ha visibilizado la problemática de las denominadas Deep Fakes o imágenes falsas de perDeep Fakes o imágenes falsas de personas generadas vía inteligencia arti ficial. El motivo hasidola divulgación de este tipo de contenidos teniendo como víctimas a menores de edad, estudíantes de un conocido colegio de Santiago. La generación y circulación de materiales de esta índole afecta directamente al menos dos derechos fundamentales garantizados a todas las personas por la normativa vigente. La persona afectada o cualquiera a su nombre puede interponer ante una Corte de Apelaciones una acción con elobjetivo de procurar la debida protección de la víctima. Esta gestión se denomina Recurso de Protección. Primero, resulta vulnerado el derecho ala protección dela honra, asegurado por el artículo 19 N 04 dela Constitución. En virtud de él, toda persona tiene derecho a que su prestigio o imagen pública no sea objeto de imputaciones o endosamiento de hechos, actos o conductas que no ha ejecutado o desarrollado. Segundo, actos como el mencionado vulneran la integridad psíquica dela persona ficticiamente consignadaenlas imágenes al atribuirle cualidades o conductas que no le empecen ni ha ejecutado. Este derecho se contempla en el artículo 19 N 91 dela carta fundamental. Finalmente es necesario tener presente que la protección de los derechos fundamentales es independiente de la intención con que se cometan los actos que los vulneran. Lo importante en estos casos es procurar un pronto restablecimiento del rar un pronto restablecimiento del imperio del Derecho y brindar la debida protección a la persona afectada. Para. ello el artículo 20 de la Constitución dota de amplias facultades al wibunalante el que se interpone esta acción. Dr.J.
Ignacio Núñez Leiva, profesor de Derecho Constitucional Universidad Autónoma de Chile Infartos en personas jóvenes eseñor director: Es lamentable ver cómo día a día salen a la luz nuevos casos de personas jóvenes que sufren infartos al miocardio, especialmente en aquellos que están en el rango entre 35 4 44 años de edad, e incluso menores.
Antesse consideraba que el cuida do delcorazón era una preocupación sólo para los adultos mayores de 65 años, pero hoy ya se habla de la importancia de tomar conciencia atemprana edad y de fomentar las conductas de autocuidado de manera preventiva. Se estima que el estilo de vida actual característicamente pocosaludable, con una dieta desequilibrada, el sedentarismo y los altos niveles de esvrés, han contribuido al desarrollo de enfermedades cardíacas de manera más prematura. El consumo de tabaco, alcohol y drogas es otro factor de riesgo. Asimismo, padecer enfermedades como la obesidad, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia o contar con antecedentes genéticos de enfermedades cardíacas, son parte de la riesgosaecuación. Es importante entender que si bien los infartos en personas jóvenes son menos comunes y frecuentes que en los adultos mayores, pueden ocurrir igualmente y tienen relación con factores de riesgo significativos. Por ello, el llamado es a cuidarse, manteniendo un estilo de vida saludable, con nutrición equilibrada, realización deejercicio, juntocon evitar el consumo de sustancias tóxicas y mantener el estrés bajo control. Cuidarse, desde una edad temprana, puede marcar una gran diferencia en la salud del corazón a largo plazo. Jorge Torres, cardiólogo El Dario de Atacama invita sus lectoresaescti birsuscartas a estasección.
Lostextos debentener una extensión máxima de 1.000 caracteres. eiracompañados del nombre completo, cédula deidentidad y número telefónico del remitente, La dirección se reserva el derecho deseleccio nar, extraer, resumir y titular las miivas, Las cartas deben ser dirigidas a directoradiarioatacama.c. oaladirección Atacama 725-A, Copiapó. 725-A, Copiapó..