“Todavía nuestra memoria histórica reconoce muy POCOS NOMBRES FEMENINOS”
“Todavía nuestra memoria histórica reconoce muy POCOS NOMBRES FEMENINOS” P ara ser carne de libros había que ser hombre, hacer cosas que se supone son de hombre o volverse hombre. "La verdad es esta: que soy una mujer, que nací en tal parte, hija de fulano y sutana; que me entraron en tal edad en tal convento, con fulana mi tía; que allí me crie, que tomé el hábito, que tuve noviciado; que estando para profesar, por tal ocasión me salí; que me fui a tal parte, me desnudé, me vestí, me corté el cabello; partí allí y acullá, me embarqué, aporté, trajiné, maté, herí, maleé, correteé, hasta venir a parar en lo presente, y a los pies de su señoría ilustrísima". La declaración la hizo Catalina de Erauso ante un sacerdote, en la primera mitad del siglo XVII, cuando ya no pudo esconder más que ella era Francisco de Loyola, el hombre (o mujer) que llegó de España a América, probablemente en busca de aventuras y como expresión de su libertad, y que en Chile participó de la guerra de Arauco.
Erauso, la "monja alférez", que no dejó sus ropas de "hombre" cuando volvió a reconocerse como mujer, es una de las muchas protagonistas que rescata el libro "Mujeres en la historia de Chile" (Taurus), de María Gabriela Huidobro Salazar, recién publicado. Huidobro es doctora en historia. En 2013 fue reconocida por la Academia Chilena de la historia con el Premio Miguel Cruchaga Tocornal. Su libro anterior, de 2017, se titula "El imaginario de la guerra de Arauco" (FCE). También ha investigado sobre la educación chilena. Y actualmente es decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la U. Andrés Bello.
En las más de quinientas páginas de su nuevo libro, recorre los períodos tradicionales en los que se ha segmentado la historia de Chile, desde la conquista hasta las luchas obreras e intelectuales a fines del siglo XIX y comienzos del XX, pero haciendo foco en las mujeres que fueron parte activa de esos procesos.
Porque la tesis de la autora es que, sin desconocer los avances que en las últimas décadas han dado más cabida a las mujeres en distintos roles, ellas siempre han estado ahí, haciendo historia, solo que la historiografía, y los registros de época, no prestaron atención a sus quehaceres.
Pasan desde Inés Suárez (no "de" Suárez, como erróneamente se la llama, aclara la autora), la mujer que llegó a conquistar este lado del mundo como parte de las huestes de Pedro de Valdivia; y Janequeo, "la amazona mapuche", que asoló a los españoles; hasta Gabriela Mistral, nuestra premio Nobel, y Elena Caffarena, la abogada que luchó por la clase obrera y la emancipación de las mujeres.
Desde "las heroínas en la guerra de Arauco", como Guacolda, Glaura y Lauca, pasando por Carmen Arriagada y Enriqueta Pinto, promotoras de la cultura en el siglo XIX, hasta "las proletarias", como Juana Roldán, Teresa Flores y Carmela Jeria. --Aunque usted reconoce que en los últimos años se han multiplicado los estudios sobre la historia de las mujeres y que ya no es un trabajo que haya que justificar mayormente, igual dice que el desafío no está completo. ¿Qué falta? "Se ha avanzado muchísimo, ha habido harto esfuerzo, sobre todo de historiadoras, tanto para reescribir la historia de las mujeres ya conocidas, como para descubrir a otras. Ese esfuerzo sigue siendo necesario. Se han relevado nuevas mujeres, por decirlo así, pero hay muchas otras que siguen siendo desconocidas y que presentan la dificultad de que han dejado pocos rastros, pocas fuentes, lo que hace difícil esa tarea.
Pero, bueno, buscando a veces en fuentes secundarias, indirectas, domésticas, etcétera, uno puede ir encontrando nuevos nombres". --¿ Sobre qué nuevos nombres o perfiles habría que profundizar, por ejemplo? "Por ejemplo, hay varias mujeres pedagogas del siglo XIX que aparecen mencionadas en los Anales de la Universidad de Chile por algunos méritos.
Se las cita en términos de que fueron propuestas para algún reconocimiento por su labor pedagógica por la Facultad de Filosofía y Humanidades, pero de ellas no se sabe nada además de que fueron grandes profesoras. Y resulta que, en parte, la escuela en Chile se hizo a través de estas mujeres. Entonces, más allá de la mención de sus nombres, qué interesante sería saber un poco más de ellas". "Lo mismo con algunas intelectuales, sobre todo de regiones. Delfina María Hidalgo, por ejemplo, de Copiapó, que llegó a ser una escritora con cierto reconocimiento, traductora también, es una mujer que se la reconoce poco. Hay algunas otras mujeres, como las profesoras Rosario Vargas y Antonia Chacón, que hicieron un tremendo trabajo con la educación para los sectores populares. Rosario Vargas fundó la primera escuela para sordomudas y además creó un método para educar a las niñas sordomudas.
Fue un proyecto súper vanguardista para el siglo XIX, existía una sola escuela para sordomudas antes, en toda América Latina". --¿ Y en otros ámbitos? "Hay una cantidad de mujeres que participaron en las guerras, no solo como cantineras, sino que muchas veces tuvieron que tomar las armas.
De ellas quedan los rastros en los cementerios, en las lápidas donde aparecen mencionadas, pero en el fondo yo siento que todavía nuestra memoria histórica reconoce muy pocos nombres femeninos y hay muchos que vale la pena conocer". --¿ Qué sorpresas se llevó? "Me llevé una sorpresa sobre todo con las intelectuales de principios del siglo XX. Cuando uno las aborda no desde su propia biografía, sino que en las relaciones y redes que establecieron entre sí, uno tiende a crearse estereotipos. Entonces, a estas intelectuales, que son las que uno reconoce como pioneras del feminismo en Chile, tiende a pensarlas a todas igual.
Pero cuando comienzas a leerlas en sus distintos testimonios y en sus experiencias de vida, uno se va dando cuenta, por un lado, de que cada una es muy distinta de la otra, que incluso llegaron a tener entre sí conflictos, debates, polémicas; pero además, al mismo tiempo, puedes ir entendiendo las experiencias de vida que ellas enfrentaron.
Es bien notorio cómo lidiaron, por ejemplo, con su maternidad". --¿ Cómo lo hicieron? "Los mejores ejemplos son los de Teresa Wilms Montt, Inés Echeverría, Delia Rojas, Rebeca Matte, cuyas vidas y sus maneras de entenderse se vieron afectadas íntimamente por el modo en que les tocó enfrentar su maternidad. Todas sufrieron la pérdida o el alejamiento de sus hijos.
Hay todo un cuestionamiento de estas mujeres, que finalmente abogan por un feminismo, por tener muchas oportunidades, pero al mismo tiempo se ven problematizadas y conflictuadas, justamente, por esta relación tormentosa que tuvieron con sus hijas, sobre todo. La pérdida de ellas, la muerte de una, el alejamiento de otra.
A Teresa Wilms la recluyeron en un monasterio y le quitaron a sus hijos, a Inés Echeverría le asesinaron a su hija (su yerno), a Delia Rojas su marido también le quitó a la hija". --¿ Qué se descubre de ellas? "Uno se va poniendo en el lugar no de la gran intelectual, sino que de esa mamá que lidiaba con su rol de intelectual, mientras también ejercía estos roles quizás tradicionales de las mujeres y trataban de entenderse en ellos". Elegir un destino "No se trataba de un asunto de apariencias o de estética, sino, en el fondo, de una problemática ética", leemos en "Mujeres de la historia de Chile". El texto se refiere a Catalina de Erauso, la "monja alférez". "El caso de Catalina de Erauso es muy representativo de las complejidades propias de la historia de toda sociedad", explica ahora Huidobro. "Solemos simplificar la representación que tenemos de la sociedad en los siglos pasados, y se generan ciertos estereotipos, incluso a veces caricaturas.
Tendemos a pensar que las mujeres en el pasado no tenían voz, que estaban relegadas al hogar, que tenían solo el rol y el deber de cuidar a la familia, que no tenían derecho a la educación, etcétera.
Si bien es cierto que el discurso que imperaba se orientaba hacia definir los roles femeninos en torno a esos marcos, eso no significa que cada una de las mujeres en su propia vida haya encarnado perfectamente esos arquetipos.
Y Catalina lo que viene a representar, yo creo, son los conflictos que pudo haber tenido una mujer o una persona en la época colonial respecto de un deber ser, de una deontología con la que no se siente cómoda". --¿ Va más allá de la identidad sexual? "Quizás no tiene necesariamente un cuestionamiento acerca de su identidad sexual, sino que del destino que estaba previsto para ella. Sus papás la incorporan en un convento muy pequeña (a los cuatro años), algo que no era extraño. No tiene que haber sido la única niña que comienza a cuestionarse si eso es lo que quería para su vida. Entonces, cuando escoge las ropas masculinas lo hace como una manera, también, de dejar atrás esa identidad que estaba pensada para ella. Más allá de que su problema directamente haya sido que no quería ser mujer, ella no quería ser quien sus padres habían escogido que fuera. Catalina de Erauso es un buen ejemplo de esos conflictos que se viven más allá del discurso, en la realidad y las prácticas de la sociedad del pasado.
Hay muchas mujeres que finalmente se rebelan, en el fondo, contra ese deber ser y buscan sus propios caminos, cuestión que yo creo que es algo natural del ser humano". --¿ Qué mujeres diría que desafían hoy los límites de su mundo? "Podríamos encontrar esos ejemplos entre las mujeres que aún son pioneras en espacios que suelen ser todavía de presencia mayoritaria masculina, como la ciencia y el deporte.
Cada vez hay más espacios conquistados por las mujeres, o menos vetados para ellas, pero todavía hay algunos donde recién se están abriendo caminos y esas mujeres lo hacen sin tener aún las garantías para desarrollarse en igualdad o con las mismas oportunidades que los hombres". ENTREVISTA María Gabriela Huidobro, historiadora: "Todavía nuestra memoria histórica reconoce muy POCOS NOMBRES FEMENINOS" JUAN RODRÍGUEZ MEDINA Así lo cree esta académica y autora de "Mujeres en la historia de Chile", volumen recién llegado a librerías en el que, desde la conquista y la colonia, hasta las luchas obreras y la labor intelectual, se muestra que las mujeres siempre han sido parte activa de los acontecimientos que han construido al país. MUJERES EN LA HISTORIA DE CHILE María Gabriela Huidobro Salazar Taurus, 2024,571 páginas, $25.000 HISTORIA María Gabriela Huidobro. HÉCTOR ARAVENA Juana Roldán, fundadora de diversas sociedades obreras. La escritora Inés Echeverría, quien firmaba como Iris. Teresa Wilms Montt, escritora. Teresa Flores, dirigenta sindical y fundadora del PC chileno. Carmen Arriagada, intelectual y autora de un epistolario amoroso con Mauricio Rugendas. Gabriela Mistral, poeta, intelectual y Nobel de Literatura. Elena Caffarena, feminista y fundadora del MEMCh. Catalina de Erauso o Francisco de Loyola, "la monja alférez"..