El costo de la inseguridad: viviendo en la sociedad del miedo
El costo de la inseguridad: viviendo en la sociedad del miedo Así como "no sólo de pan vive el hombre", las empresas y emprendedores no viven solamente de rentabilidades, costos y mercados. Una preocupación que, lamentablemente, ha crecido en relevancia es la seguridad ciudadana, o más bien dicho, la falta de ella. En efecto, vivimos tiempos de inseguridad en Chile.
En los últimos cinco años las muertes por homicidios aumentaron en un 40%, desde 4,5 en 2018 a 6,3 por cada 100 mil habitantes en 2023; los secuestros registraron un alza de 67,8% entre 2021 y 2022.
La más reciente Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, publicada a inicios de agosto, reveló que la percepción de inseguridad esto es, la proporción de habitantes que perciben que la delincuencia aumentó en el último año alcanzó al 90,6%, la cifra histórica más alta, mientras que el 21,8% de los hogares del país ha sido víctima de algún delito de mayor connotación social, tales como robo con violencia o intimidación, robo por sorpresa, robo de vehículos y hurtos.
Hay coincidencia en el diagnóstico de que la delincuencia se ha vuelto más violenta y descarada, como también que el crimen organizado ha acrecentado sus redes, sobre todo desde la conmoción político-social de 20192020 y la posterior pandemia de Covid-19. En este escenario, la inseguridad se ha convertido también en una preocupación de primer orden para las empresas. Empresarios de todos los rubros, como también sus trabajadores, padecen el peligro constante de ser asaltados o hasta asesinados para robarles dinero, un vehículo o un simple teléfono.
Esta realidad afecta a las proyecciones de negocios, en términos de la confianza para hacer nuevas inversiones, pero también está demandando cada vez más gastos en vigilancia, cámaras de seguridad, transportes de valores, contratación de seguros, entre muchos otros. Es una carga cada vez más pesada para las empresas y los emprendedores, en un ámbito que debería ser parte de las obligaciones básicas del Estado, no de los privados.
El estudio "Costo Económico de la Delincuencia: Chile 2013-2022", de CLAPES-UC, publicado en noviembre pasado, arrojó que los gastos económicos asociados a la delincuencia crecieron un 94% entre 2013 y 2022, siendo el sector privado el que más invierte, especialmente en el llamado costo de anticipación (alarmas, monitoreo, transporte de alto valor, venta al por menor de armas y municiones en comercios especializados). De hecho, entre 2013 y 2022 el gasto asumido por el sector privado creció un 17,4% real anual, mientras que en el mismo período el gasto del sector público aumentó un 1,9% real anual.
Una encuesta de la Cámara Nacional de Comercio concluyó que un 54% de los establecimientos comerciales encuestados tienen gastos fijos mensuales en seguridad, que van desde $3,2 millones por local para las grandes empresas hasta $340 mil por local para las microempresas.
Mientras que un sondeo de la Sociedad de Fomento Fabril realizado a 77 empresas socias identificó que más de la mitad han percibido un aumento en el robo a vehículos corporativos, hurto en establecimientos, asaltos en locales comerciales, delitos informáticos, comercio informal ilícito, balaceras, fraudes o estafas.
Se calcula que el incremento de los homicidios en Chile resta entre 2 a 3 décimas de crecimiento anual al Producto Interno Bruto y que si América Latina redujera sus índices de criminalidad al promedio mundial crecería cerca de un 0,5% más al año. Cuando hablamos de las condiciones clave para superar nuestro subdesarrollo también deberíamos pensar en esta clase de datos.
Si el país sigue en esta senda pronto muchos ciudadanos empezarán a preguntarse si no vale más la pena financiar sus propios guardiaespaldas armados y autos blindados que preocuparse por el bienestar social, o quizá incluso si vale la pena seguir viviendo o invirtiendo en Chile. Y lo que es peor: seremos una sociedad que vive con miedo, una sociedad que no podrá soñar con un futuro mejor. El costo de la inseguridad: viviendo en la sociedad del miedo Ricardo Guerrero, gerente de la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional de Coquimbo..