La nueva Ley de Pesca: Una oportunidad perdida
La nueva Ley de Pesca: Una oportunidad perdida Columna Pedro Herrera Ledesma Académico de la UCN e La nueva Ley de Pesca: Una oportunidad perdida cióla actual Ley de Pesca, conocida como Ley Longueira. Un partoviciado por el soborno a parlamentarios que consagró la explotación desmedida de nuestra mar por unaspocas familias privilegiadas del sector pesquero industrial.
Hoy, mientrasse debatela posibilidad de legislar unanuevaleyquecorrija las injusticias, la pregunta que debemos hacernos es: ¿ realmente avanzaremos hacia un modelo más equitativo y sostenible? Lainiciativa presidencial presentada a la cámara de diputados para su discusión deja entrever que el cambio prometido es más un espejismo que una realidad.
En una época dondelaconciencia ambiental y la justicia social deben primar, la propuesta parece aferrarse a viejas prácticas, ignorando por completo la existencia de pueblos originarios pescadores, como los camanchacos (changos), los lafkenches (mapuches de la costa), los Kawéskar. (Alakalufes), y los Selk'nam (onas). La grave omisión de reconocer el derecho ancestral a la trashumancia delos pueblos originarios marinos es un retroceso flagrante.
La trashumancia, práctica milenaria que permite aestas comunidades desplazarse según las migraciones de lospeces, esignorada, mientras se concede a la industria depredadora el privilegio de moverse a suantojo. ¿Cómo puede esta propuesta ser considerada justa cuando se trata de los pueblos originarios 'comosimples pescadores artesanales, limitandosu derecho aseguirlas estaciones de pesca más productivas? El castigo desproporcionado propuesto para los pescadores E nel oscuro caldo de la corrupción y la depredación, nay la depredación, naartesanales, enelcual podrían perdersu permiso para trabajar si nolaboranunaño, nosolo equivale a un atentado contra sus derechos humanos más básicos, sino que también representa una privaciónarbitraria de un derecho ancestral que estos pescadoreshanejercido desde mucho antes dela creación del estado chiJeno. ¿Escaso justo penalizar a estas comunidades, específicamente a los pescadores pertenecientes a los pueblos changos, lafkenches, Kawéskar y Selk'nam, al ignorar sus tradicionesy su conexión histórica con la pesca, especialmente cuando la realidadeconómicay climática puede obstaculizar suactividad endeterminados periodos? Además, la propuesta perpetta la venta del 100% delacuota demerluzaaustral y congrio dorado, cuotas que históricamente hansido objeto de especulación.
La sobreexplotación dela merluza por el sector industrial debería obligarnos a replantearnos su explotación y reservarla exclusivamente para los pescadores artesanales y los pueblos originarios marinos, quienes han demostrado un vínculo más sostenible con nuestro entorno marino. En resumen, una nueva Ley de Pesca no puede ser considerada positiva si excluye a los pueblos changos, lafkenches, Kawéskar y Selk'nam. La equidad, la sostenibilidad y el respeto alos derechosfundamentales deben serla piedra angular de cualquier legislación que pretenda regir el uso de nuestros recursos marinos.
Eshora de abandonar viejas prácticas y abrazar un enfoque que promueva un equilibrio armonioso entre la actividad humanay la preservación de nuestro precioso ecosistema marino. nay la preservación de nuestro precioso ecosistema marino. nay la preservación de nuestro precioso ecosistema marino..