El corredor latino de Pennsylvania
Hazleton forma un corredor bautizado como el “latino belt”. El voto que podría decidir al Presidente de EE.UU. El corredor latino de Pennsylvania EE.UU. Una estimación reciente calculó que el candidato que se haga con Pennsylvania tiene más del 90% de posibilidades de ser presidente. Con empate técnico en los sondeos, cada voto cuenta y al final un puñado de latinos podría estar a punto de elegir quién se convierte en la persona más poderosa del mundo. Por Héctor Estepa desde Hazleton (Pennsylvania)n Hazleton se habla español, se escucha salsa, bachata y reguetón y también se comen tacos y arroz con frijoles. Más del 60% de los 24.000 habitantes de la pequeña localidad rural de Pennsylvania es de origen latinoamericano.
Muchos de los pioneros se asentaron allí desde hace dos décadas, tras quedar sin trabajo por el atentado a las Torres Gemelas y al albor de la reapertura de fábricas en la, hasta entonces, localidad industrial deprimida, gracias a un programa de exención deimpuestos. Junto a otras localidades como Reading o Allentown, también de mayoría hispana, forma un corredor bautizado como el “latino belt”, que podría decidir quién se sienta en la Casa Blanca a principios de enero. “Nuestro voto sí importa y lotenemos que hacer valer”, reclama Vianney Castro, un dominicanoque llegó en 2009 a Hazleton y logró prosperar. Ahora tiene un taller, un restaurante y varias propiedades en la ciudad. Cree que los latinos tienen la posibilidad de prosperar participando e interesándose en política. Él predica con el ejemplo. Fue candidato a alcalde el año pasado, por el Partido Demócrata. No logró el cargo, pero cree que estas elecciones son una nueva oportunidad para su comunidad y espera que aumente la participación del 40% que hubo en 2020 entre los latinos a nivel estatal. Las cuentas son claras: alrededor de 580.000 latinos con derecho a voto habitan en Pennsylvania.
Son siete veces más que los votos de diferencia que Joe Biden obtuvo en 2020 en el estado clave, al que todo el mundo va a mirar este 5 de noviembre, porque es el que más votos de Colegio Electoral reparte (19) de todos en los que la elección está abierta.
Una estimación reciente calculó que el candidato que se haga con Pennsylvania tiene más del 90% de posibilidades deEN“Yo no puedo apoyar a alguien que está apoyando a personas que me odian simple y llanamente porque yo soy quien soy.
Eso muchos hispanos no lo entienden, solo entienden que Trump les dio dinero en sus cuatro años”. Vianney Castro, dominicano de Hazleton il AN Amilcar Arroyo fue de los primeros latinos en llegar a Hazleton. Ssy I1UG( 'tmMl A "0 aAlSN ¡ ÑNNNIll» Junto a localidades como Reading o Allentown, también de mayoría hispana, ser presidente. Con empate técnicoenlossondeos, cada voto cuenta y al final un puñado de latinos podría estar a punto de elegir quién se convierte en la persona más poderosa del mundo.
Los latinoamericanos votaron a favor de Biden de forma abrumadora en 2020, pero ya entonces había bajado el apoyo con respecHillary Clinto al otorgado antesa ton y Kamala Harris apenas supera en 13 puntos porcentuales a Donald Trump entre los latinos.
Esa medición fue antes, eso sí, de que desde la campaña republicana patinasen cuando un humorista llamó “basura” a Puerto Rico antes de un mitin del magnate, estando aún por ver cuáles son las consecuencias de ese muy desafortunado comentario. Pero lo cierto es que Trump ha estado la mayor parte de la campaña al alza entre los latinos y eso se ha notado también en Hazleton. Vianney cree que uno de los motivos principales es la economía. Pennsylvania es el lugar dondemás ha subió la inflación de los alimentos en 2023. El precio de varios productos básicos se llegó a doblar. Una docena de huevos puede valer seis dólares. El aumento del IPC desde 2021 supera los 20 puntos porcentuales. Pero, además, muchos latinos disfrutaron de ayudas directas por motivo de la pandemia durante el gobierno de Trump que después Biden retiró, permaneciendo ese recuerdo. “Las personas están un poquito confundidas. En los meses finales de Trump se dieron muchos cheques. El dinero corrió por las calles y las personas no entienden que eso no fue Donald Trump que dio ese dinero. Eso lo aprobó el Congreso, el dinero de emergencia por la situación del Covid que estábamos viviendo en ese entonces”, asegura Vianney. Él cree que una nueva victoria de Trump empoderaría los discursos extremistas. “Yo no puedo apoyar a alguien que está apoyando a personas que me odian simple y llanamente porque yo soyquien soy.
Eso muchos hispanos no lo entienden, solo entienden que Trump les dio dinero en sus cuatro años”, añade, mientras su voz es cortada por una sierra mecánica y sus trabajadores se afanan por arreglar la suspensión de un vehículo. La economía es clave para la mayoría de los latinos. El Community Center de Hazleton está a rebosar desde primera hora de la mañana, antes incluso de que salga el sol. Más de 300 personas esperan por una caja de comida que otorga la beneficencia. Entre ellos se mueve nerviosa Rossana Gabriel, de origen dominicano, que dirige el reparto. Lamenta que el número de familias que acuden a estos repartos de alimentos se ha incrementado con la inflación y asegura que está influyendo en el voto. “Hay gente que culpa al gobierno de cómo están los precios y creen que Donald Trump da más dinero y pudiera bajar la inflación, definitivamente. Eso se escucha por aquí”, desvela. En Hazleton han florecido centenares de negocios regentados por latinos. Ángela de los Santos, de origen dominicano, administra un restaurante junto a su marido Normando, de origen mexicano. Entre fogones y el aroma que desprenden los tacos al pastor aseguran que van a votar a Donald Trump. Defienden políticas de mano dura migratoria. “Abrirla de esa manera es un desorden. Aquí han entrado muchas personas buenas, pero también delincuentes, muchas personas que vienen de bandas, a delinquir, y que no les interesa el progreso de este país”, dice la hostelera. No es la única que piensa así. En una barbería tres amigos latinos discuten de política mientras uno se corta el pelo. Los tres van a votara Trump. Sonjóvenes, suelen ir al Bronx a visitar a amigos o salir de fiesta, y la criminalidad allí, aseguran, está al alza. Pero ellos tienen otras razones adicionales para votar al magnate. “Lo voy a votar porque esun hom-bre. Es fuerte. No creo que sea el momento de votar a una mujer”, señala, furtivo, el barbero. Ese tampoco es un caso aislado.
Amilcar Arroyo, un peruano que fue de los primeros latinos en llegar a Hazleton, hace más de tres décadas, y edita un diario en español, El Mensajero, asegura que el conservadurismo y las iglesias neopentecostales influyen mucho en el voto. “Hay mucha gente latina a la que no le parece bien que exista un matrimonio entre dos hombres o dos mujeres, o el aborto, y eso es lo que defiende Trump”, creeel periodista. A sus 75 años sigue permanentemente en las calles reportando lo que sucede en sucomunidad. Halo larbla con muchas personas a go del día. Cree que los demócratas van a ganar claramente el voto entre las personas de origen hispano del cinturón latino, pero también ve que Trump está ganando terreno entre una comunidad que podría decidir las elecciones. O. El corredor latino de Pennsylvania EE.UU. Una estimación reciente calculó que el candidato que se haga con Pennsylvania tiene más del 90% de posibilidades de ser presidente. Con empate técnico en los sondeos, cada voto cuenta y al final un puñado de latinos podría estar a punto de elegir quién se convierte en la persona más poderosa del mundo. Por Héctor Estepa desde Hazleton (Pennsylvania)n Hazleton se habla español, se escucha salsa, bachata y reguetón y también se comen tacos y arroz con frijoles. Más del 60% de los 24.000 habitantes de la pequeña localidad rural de Pennsylvania es de origen latinoamericano.
Muchos de los pioneros se asentaron allí desde hace dos décadas, tras quedar sin trabajo por el atentado a las Torres Gemelas y al albor de la reapertura de fábricas en la, hasta entonces, localidad industrial deprimida, gracias a un programa de exención deimpuestos. Junto a otras localidades como Reading o Allentown, también de mayoría hispana, forma un corredor bautizado como el “latino belt”, que podría decidir quién se sienta en la Casa Blanca a principios de enero. “Nuestro voto sí importa y lotenemos que hacer valer”, reclama Vianney Castro, un dominicanoque llegó en 2009 a Hazleton y logró prosperar. Ahora tiene un taller, un restaurante y varias propiedades en la ciudad. Cree que los latinos tienen la posibilidad de prosperar participando e interesándose en política. Él predica con el ejemplo. Fue candidato a alcalde el año pasado, por el Partido Demócrata. No logró el cargo, pero cree que estas elecciones son una nueva oportunidad para su comunidad y espera que aumente la participación del 40% que hubo en 2020 entre los latinos a nivel estatal. Las cuentas son claras: alrededor de 580.000 latinos con derecho a voto habitan en Pennsylvania.
Son siete veces más que los votos de diferencia que Joe Biden obtuvo en 2020 en el estado clave, al que todo el mundo va a mirar este 5 de noviembre, porque es el que más votos de Colegio Electoral reparte (19) de todos en los que la elección está abierta.
Una estimación reciente calculó que el candidato que se haga con Pennsylvania tiene más del 90% de posibilidades deEN“Yo no puedo apoyar a alguien que está apoyando a personas que me odian simple y llanamente porque yo soy quien soy.
Eso muchos hispanos no lo entienden, solo entienden que Trump les dio dinero en sus cuatro años”. Vianney Castro, dominicano de Hazleton il AN Amilcar Arroyo fue de los primeros latinos en llegar a Hazleton. Ssy I1UG( 'tmMl A "0 aAlSN ¡ ÑNNNIll» Junto a localidades como Reading o Allentown, también de mayoría hispana, ser presidente. Con empate técnicoenlossondeos, cada voto cuenta y al final un puñado de latinos podría estar a punto de elegir quién se convierte en la persona más poderosa del mundo.
Los latinoamericanos votaron a favor de Biden de forma abrumadora en 2020, pero ya entonces había bajado el apoyo con respecHillary Clinto al otorgado antesa ton y Kamala Harris apenas supera en 13 puntos porcentuales a Donald Trump entre los latinos.
Esa medición fue antes, eso sí, de que desde la campaña republicana patinasen cuando un humorista llamó “basura” a Puerto Rico antes de un mitin del magnate, estando aún por ver cuáles son las consecuencias de ese muy desafortunado comentario. Pero lo cierto es que Trump ha estado la mayor parte de la campaña al alza entre los latinos y eso se ha notado también en Hazleton. Vianney cree que uno de los motivos principales es la economía. Pennsylvania es el lugar dondemás ha subió la inflación de los alimentos en 2023. El precio de varios productos básicos se llegó a doblar. Una docena de huevos puede valer seis dólares. El aumento del IPC desde 2021 supera los 20 puntos porcentuales. Pero, además, muchos latinos disfrutaron de ayudas directas por motivo de la pandemia durante el gobierno de Trump que después Biden retiró, permaneciendo ese recuerdo. “Las personas están un poquito confundidas. En los meses finales de Trump se dieron muchos cheques. El dinero corrió por las calles y las personas no entienden que eso no fue Donald Trump que dio ese dinero. Eso lo aprobó el Congreso, el dinero de emergencia por la situación del Covid que estábamos viviendo en ese entonces”, asegura Vianney. Él cree que una nueva victoria de Trump empoderaría los discursos extremistas. “Yo no puedo apoyar a alguien que está apoyando a personas que me odian simple y llanamente porque yo soyquien soy.
Eso muchos hispanos no lo entienden, solo entienden que Trump les dio dinero en sus cuatro años”, añade, mientras su voz es cortada por una sierra mecánica y sus trabajadores se afanan por arreglar la suspensión de un vehículo. La economía es clave para la mayoría de los latinos. El Community Center de Hazleton está a rebosar desde primera hora de la mañana, antes incluso de que salga el sol. Más de 300 personas esperan por una caja de comida que otorga la beneficencia. Entre ellos se mueve nerviosa Rossana Gabriel, de origen dominicano, que dirige el reparto. Lamenta que el número de familias que acuden a estos repartos de alimentos se ha incrementado con la inflación y asegura que está influyendo en el voto. “Hay gente que culpa al gobierno de cómo están los precios y creen que Donald Trump da más dinero y pudiera bajar la inflación, definitivamente. Eso se escucha por aquí”, desvela. En Hazleton han florecido centenares de negocios regentados por latinos. Ángela de los Santos, de origen dominicano, administra un restaurante junto a su marido Normando, de origen mexicano. Entre fogones y el aroma que desprenden los tacos al pastor aseguran que van a votar a Donald Trump. Defienden políticas de mano dura migratoria. “Abrirla de esa manera es un desorden. Aquí han entrado muchas personas buenas, pero también delincuentes, muchas personas que vienen de bandas, a delinquir, y que no les interesa el progreso de este país”, dice la hostelera. No es la única que piensa así. En una barbería tres amigos latinos discuten de política mientras uno se corta el pelo. Los tres van a votara Trump. Sonjóvenes, suelen ir al Bronx a visitar a amigos o salir de fiesta, y la criminalidad allí, aseguran, está al alza. Pero ellos tienen otras razones adicionales para votar al magnate. “Lo voy a votar porque esun hom-bre. Es fuerte. No creo que sea el momento de votar a una mujer”, señala, furtivo, el barbero. Ese tampoco es un caso aislado.
Amilcar Arroyo, un peruano que fue de los primeros latinos en llegar a Hazleton, hace más de tres décadas, y edita un diario en español, El Mensajero, asegura que el conservadurismo y las iglesias neopentecostales influyen mucho en el voto. “Hay mucha gente latina a la que no le parece bien que exista un matrimonio entre dos hombres o dos mujeres, o el aborto, y eso es lo que defiende Trump”, creeel periodista. A sus 75 años sigue permanentemente en las calles reportando lo que sucede en sucomunidad. Halo larbla con muchas personas a go del día. Cree que los demócratas van a ganar claramente el voto entre las personas de origen hispano del cinturón latino, pero también ve que Trump está ganando terreno entre una comunidad que podría decidir las elecciones. O. El voto que podría decidir al Presidente de EE.UU. Hazleton forma un corredor bautizado como el “latino belt”.