Autor: • GUILLERMO V. ACEVEDO
UNOS 2,6 MILLONES DE EMPLEOS se verán afectados por la inteligencia artificial en Chile en un año
UNOS 2,6 MILLONES DE EMPLEOS se verán afectados por la inteligencia artificial en Chile en un año iAChat GPT fue el principal ejemplo, pero no el único. La inteligencia artificial (IA) es una realidad, pero sus impactos aún son una interrogante.
Para proyectar ese alcance en los mercados laborales, los investigadores Miguel BenítezRueda y el exsuperintendente de Bancos Eric Parrado, hoy economista jefe y gerente general del Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desarrollaron un nuevo indicador llamado Índice Generado de Exposición Ocupacional (Genoe, en inglés). Y sus hallazgos son decidores: alrededor del 28% de las ocupaciones se verá afectado por la IA en América Latina en un año. Esta cifra aumenta al 38% y al 44% en cinco y diez años, respectivamente. Esto es, que alrededor de 84 millones de empleos se verán expuestos a 2025,114 millones en un quinquenio y 132 millones en una década. Para Chile, se estima que ese dato en doce meses será de 2,6 millones de empleos. Además, identifica que las mujeres, los trabajadores con bajo nivel educativo y aquellos en empleos de menores ingresos serán los más ex-puestos a los riesgos relacionados con la IA.
Parrado explica que utilizaron una metodología de encuesta de IA sintética, que sería “incluso más precisa que los estudios en base a encuestas tradicionales”. Dicho de otro modo, obtuvieron a través de la propia inteligencia artificial y su extensa base de datos un coeficiente que muestra las probabilidades de que la IA reemplace las tareas humanas, pero incluyeron consideraciones éticas y regulatorias en las interacciones. Aclara, eso sí, que esta probabilidad de que un empleo se vea afectado no implica necesariamente un reemplazo, pero la posibilidad de que así sea aumenta con los años.
“La capacidad de estas tecnologías para comprender y generar textos similares a los creados por humanos, hacer predicciones y realizar reconocimiento de imágenes y videos podría dar un vuelco al mercado laboral”. Apunta, en lo que respecta a productividad, “en nuestra región y en Chile es muy baja en promedio, la contribución que hace al crecimiento es cero, y este es un ámbito en que podemos crecer más mediante la implementación de la IA”. “Una vez que los gobiernos, las empresas y las personas se adapten y adopten las nuevas tecnologías podrán ser mucho más productivos, y eso va a tener un impacto en el crecimiento”, agrega. ¿Quiénes serán los más afectados?El índice midió la probabilidad de reemplazo laboral por la inteligencia artifi-El 28% de las ocupaciones se verá afectado por la IA en Latam en un año, y los trabajadores en funciones administrativas o ventas son los más expuestos. cial en más de 750 profesiones en horizontes temporales de uno, cinco y diez años, en diferentes industrias, y en función de las tareas que se realizan típicamente en cada puesto. Y profundizó en EE.UU. y México. En el primer caso, cerca de 43 millones de empleos estarán altamente expuestos a la IA el próximo año, y 16 millones en México. Se espera, además, que estas cifras aumenten a 70 millones y 26 millones, respectivamente, en una década.
Si se integraran las encuestas de empleo para Chile, dice Parrado, se podría tener un desglose más específico, y “contar con la descomposición por ingresos, por educación u otros criterios”. “Lo que buscamos con este estudio es decirles a los gobiernos, empresas o personas que tienen que preocuparse de esta nueva tecnología, para que los apoye en sus ocupaciones.
Al final del día, también habrá tareas que sí van a ser reemplazadas inmediatamente, y ellos tendrán que pensar cómo doy el salto, donde pueda utilizar las habilidades que tengo o si debo capacitarme en otra ocupación más segura”. En particular, son los trabajadores en funciones administrativas o en ventas los más expuestos.
El listado de empleos con mayor riesgo incluye a operadores telefónicos, ingresadores de datos, vendedores vía telefónica, procesadores de textos y mecanógrafos; autorizadores de crédito, verificadores, lectores de medidores en servicios públicos, proyeccionistas de películas o agentes de viajes. Por el contrario, las tareas no rutinarias y complejas, como las que realizan los cirujanos, los bomberos o deportistas, están menos impactadas, dada la dificultad dela automatización. De todas formas indica que, si bien algunas ocupaciones pueden automatizarse, también pueden surgir nuevos roles y oportunidades. Hay otro factor preocupante: el potencial de la IA para exacerbar las desigualdades existentes.
Las mujeres y grupos de menores ingresos serían los más propensos a sentir los efectos, lo que podría conducir a una mayor inequidad de ingresos y disparidades sociales y “hacia allá debería apuntar la inversión en capacitación”, explica Parrado. La respuesta debe venir de la mano de políticas públicas oportunas.
“Estas políticas deben estar relacionadas con temas de educación, capacitación y recapacitación, sobre todo de los trabajadores menos educados, que a menudo están m á s e x p u e s t o s a ldesplazamiento”, comenta. Pero así “como hay regulación buena, hay regulación mala, entonces tenemos que ser bien precisos y adecuar esta regulación para no impedir la innovación.
Hay que llegar a un balance donde se proteja al trabajador, pero sin impedir la innovación”. Su recomendación es que los temas de inteligencia artificial sean tratados desde la enseñanza básica, algo que ya sucede en EE.UU., e incentivar desde edades tempranas el uso de estas herramientas para apoyar, orientar y luego mejorar la productividad. La inversión en toda esta estructura debe centrarse en programas para desarrollar habilidades que sean complementarias, como pensamiento crítico, creatividad o inteligencia emocional. “Que estemos entrenados junto a esta herramienta de IA”, puntualiza. D I BEric Parrado, economista jefe del BID.
Z E R É P A N E R A C A MRevolución Industrial, “el efecto neto entre los trabajos que desaparecen y los que se crean no ha sido negativo, por el contrario, ha sido positivo, y no creo que con la IA sea diferente”. “El cambio que introdujeron las computadoras fue igual o mayor a la IA; pensemos en cuántas mujeres dejaron de tener trabajo como secretarias”, agrega. Pero lejos de verse afectadas, es una oportunidad para las mujeres. “Las áreas de programación han estado demandando cada vez más mujeres. Años atrás lo que valoraban era la fuerza, hoy eso ya no importa, todo es controlado de manera electrónica. En este sentido, creo que el futuro está con las mujeres, no en contra”. Joseph Ramos, economista y académico. El economista y académico de la Universidad de Chile Joseph Ramos propone observar los datos con mesura.
“La cifra de 2,6 millones de empleos me parece elevada, el término de expuestos es un poco vago y lo que deberíamos preguntarnos es cuántos de ellos peligran realmente”. Además, hay que tomar en cuenta la gradualidad, comenta.
“Supongamos que de esos 2,6 millones, 500.000 realmente peligraran, sigue siendo un número importante, es el 5% de la fuerza de trabajo; pero así como algunos peligran, también se generan empleos en otros rubros gracias a eso, entonces se tiende a compensar”. Apunta a que si se considera el proceso de transformación tecnológica desde la“Hay que tomar muy en serio esta alerta sobre el empleo”, dice David Bravo, economista y académico UC. “La pandemia ya mostró un aumento significativo en la desigualdad, y la automatización impulsada por la IA podría profundizar esta brecha”, agrega.
Ya ha venido alertando respecto a la crisis laboral y dando un sentido de urgencia, aunque lamenta notar “una mirada muy autocomplaciente de las autoridades, que están contentas con haber sumado empleos desde el primer día de mandato hasta ahora, pero sin reconocer que lo que hay es una recuperación de empleo, pero que aún no llegamos a las cifras prepandemia”. Y el Gobierno juega un papel crucial en la mitigación de los efectos negativos de la IA en el mercado laboral, dice. Critica la falta de políticas públicas proactivas y la orientación hacia medidas de corto plazo. A su vez, advierte que esperar a que los efectos de la IA se manifiesten completamente podría generar consecuencias sociales y económicas significativas. David Bravo, economista y académico.
Por otra parte, la capacitación continua y efectiva se presenta como una herramienta fundamental para adaptarse a los cambios tecnológicos, pero precisamente “la capacitación es uno de los puntos más débiles que tiene la política laboral en Chile”, dice. De hecho, “la crítica más importante que ha tenido la entrega de recursos que se destinan a capacitaciones y que se financian a través de la franquicia tributaria es que son poco relevantes.
Los diagnósticos de larga data coinciden en que todas esas capacitaciones no tienen impacto, porque son de muy pocas horas”. S E R O L F R O T C E HDavid Bravo: “La capacitación es uno de los puntos más débiles de la política laboral en Chile”Joseph Ramos: “Así como algunos peligran, también se generan empleos en otros rubros”. Unos 84 millones de empleos estarán expuestos a la IA en el plazo de un año en Latinoamérica, según el Banco Interamericano de Desarrollo. Las mujeres y trabajadores de menores ingresos serán los más expuestos al riesgo de reemplazo. Funciones administrativas o en ventas serán las más complicadas. Al revés, tareas no rutinarias y complejas, como las de cirujanos, bomberos o deportistas, estarán menos impactadas. Estudio del BID asegura que impactará al 26% de la fuerza laboral del país: Joseph Ramos, economista y académico. Eric Parrado, economista jefe del BID. David Bravo, economista y académico.