Autor: MARÍA FLORENCIA POLANCO

Estudiantes fortalecen la convivencia escolar y la integración cultural a través del folclor
Estudiantes fortalecen la convivencia escolar y la integración cultural a través del folclor Proyecto se desarrolla en el Colegio Guillermo Zañartu, que tiene alumnos de 11 países:A los países de Latinoamérica no solo los unen las fronteras y el idioma, sino también el folclor.
Cada país tiene su baile típico; en Chile es la cueca; en Venezuela, el joropo; en Colombia, la cumbia, pero todos tienen la misma raíz: rescatan la cultura, las tradiciones orales y lo popular de cada nación.
Con un sistema educativo cada vez más diverso (según el Ministerio de Educación, los estudiantes migrantes aumentaron de 77 mil en 2017 a 267 mil en 2023), el Colegio Guillermo Zañartu de Ñuñoa vio en esa característica del folclor una oportunidad para fortalecer la convivencia escolar y la integración cultural entre estudiantes y familias.
Trabajo colectivoHace dos años, implementan el proyecto “ABP, Poesía Cantada Latinoamericana”, desarrollado por la Corporación Versos de Ida y Vuelta con financiamiento del Ministerio de las Culturas, en el que los estudiantes no solo conocen la historia de los diferentes ritmos latinoamericanos, sino que construyen sus propios versos, los musicalizan, los cantan, los bailan y crean todos juntos una colorida puesta en escena.
Un trabajo colectivo y multicultural que, según cuenta la directora del colegio, Marcia Villanueva, les ha permitido trabajar el respeto, la tolerancia, la em-patía y que cada estudiante conozca más en profundidad las raíces culturales de cada compañero. “La participación y el trabajo conjunto han mejorado tanto la convivencia como los aprendizajes. Hemos observado un ambiente de respeto y apoyo mutuo entre los alumnos. Este proyecto ha sido un gran aporte para nuestra comunidad escolar”, destaca. El 2023 trabajaron con 70 niños de 7 básico, y este año con 70 de 8 básico. Los ritmos estudiados incluyeron la cueca chilena, el son jarocho de México, el bullerengue de Colombia, el tamunangue de Venezuela y el alcatraz de Perú. “Que entre todos puedan conocer esta diversidad de ritmos, genera un intercambio y ayuda para que puedan ser más empáticos y conocer un poco más en profundidad la realidad de cada uno de ellos. Por lo tanto, es una iniciativa que desde sus bases genera una mirada más constructiva e integral”, complementa Carlos Sánchez, jefe de la Unidad Técnica Pedagógica.
“Es un trabajo muy lindo, porque se incorporan profesores de Lenguaje, Arte y Educación Física para crear los versos, diseñar la escenografía y los bailes”, añade la directora del colegio cuya matrícula es de 626 alumnos, de los cuales 231 son extranjeros (37%), y provienen de Venezuela, Perú, Vietnam, Argentina, Ecuador, República Dominicana, El Salvador, Haití, Colombia y Bolivia. “Me parece muy lindo que se creen instancias para conocer y aprender devarios países y culturas. Al ser migrante y llegar sin conocer nada sobre su cultura y sus costumbres me siento totalmente agradecida, porque se siente la verdadera inclusión, sin importar razas, nacionalidad, etnias o culturas. Nunca hacen diferencias. A todos nos dan un buen trato”, comparte Lucía Sánchez, estudiante de 8 básico, que llegó a Chile desde Venezuela en 2018. Esa integración cultural también la han visto reflejada en las Fiestas Patrias. La directora comenta que hace algunos años algunos de los estudiantes extranjeros preferían restarse de los bailes típicos chilenos, pero que hoy todos participan. “Es hermoso ver a los niños de dife-rentes nacionalidades bailando juntos.
No hay distinción entre quién es chileno y quién no; todos participan con entusiasmo”, comenta, y agrega que así como en el colegio se celebra la semana de chilenidad, también tienen una fiesta de la interculturalidad en octubre. Ante los buenos resultados del proyecto, Versos de Ida y Vuelta, una corporación sin fines de lucro, tiene planes de expandir esta iniciativa a otros establecimientos de la región.
“Nuestra visión es que más niños y niñas puedan vivir esta experiencia de aprendizaje donde el folclor se convierte en un vehículo para la integración cultural”, adelanta el payador Alex Guerrero Chinga.. N Gracias a la música y la danza, conocen las tradiciones de sus compañeros y así desarrollan la empatía, la tolerancia y el respeto por la diversidad. Proyecto se desarrolla en el Colegio Guillermo Zañartu, que tiene alumnos de 11 países: Según datos del Ministerio de Educación, los estudiantes migrantes aumentaron de 77 mil en 2017 a 267 mil en 2023