MECHA CORREA “Estoy mirando . lo que nadie mira"
MECHA CORREA “Estoy mirando. lo que nadie mira" "Estoy mirando. lo quen adie mira LA ARTISTA Y DISEÑADORA LIMEÑA, UNA DE LAS, CINCUENTA MUJERES MÁS INFLUYENTES DE SU PAÍS, PIONERA EN REINTERPRETAR LA TRADICIÓN ARTESANAL Y TEXTIL DE LOS PUEBLOS ANDINOS Y RESPONSABLE DE INTERNACIONALIZAR EL ESTILO PERUANO, ANALIZA LOS HITOS DE SU TRAYECTORIA. SOBRE SU MENSAJE A LA GENERACIÓN JOVEN, DICE: "SI QUIERES TRASCENDER EN ALGO, TIENES QUE DARTE AL 100%. Por Bárbara Muñoz Sotomayor. Fotos: Gentileza Meche Correa Por Bárbara Muñoz Sotomayor. Fotos: Gentileza Meche Correa. MECHA CORREA “Estoy mirando. lo que nadie mira" algo que les gusta y se lo prueban.
Pero si yo veo que se lo miran dos veces, les digo: "No lo compres". Literal les digo: "No lo compres". Porque te tiene que encantar, tienes que estar completa y totalmente segura de que es para ti. Y eso mismo lo pienso para todo en la vida. Uno tiene que hacer lo que realmente le apasiona.
Porque cuando haces algo que te gusta mucho, no hay calendario, no hay horario y te das al 100%. Y si tú quieres trascender en algo, tienes que darte al 100%. Vestida de negro, con unos anteojos de marco amarillo transparente y unos grandes aros colgantes, Meche Correa diseñadora y artista nacida en Lima, Perú, hace 72 años-habla con voz profunda y pausada. Ella puede decir con certeza que sí ha trascendido: hoy es una de las diseñadoras más importantes de Iberoamérica.
En la industria de la moda en Perú se dice que hay "un antes y un después" de ella; que con sus diseños transformó completamente el concepto de la moda; que es la responsable de poner a su país en las vitrinas de todo el mundo; que creó tendencias que se replican por todas partes y que les señaló a los jóvenes artistas peruanos el camino a seguir.
Reconocida por la revista Forbes como una de las 50 mujeres más poderosas e influyentes de su país, es embajadora de la Marca Perú desde 2011 y en 2014 obtuvo el Reconocimiento de Excelencia de la Unesco para la artesanía.
Hoy, ver a una modelo caminar por la pasarela luciendo la pollera tradicional de las cholas o usando pañuelos de seda con diseños incaicos no es raro, pero cuando Meche Correa comenzó, eso no se usaba.
Ella fue pionera en diseñar piezas con identidad local: prendas que celebran las vestimentas indígenas, que reinterpretan la tradición artesanal y textil de los pueblos andinos, y que hablan del amor por Perú y sus raíces. Todo, en un contexto contemporáneo, glamoroso y de alta costura. --Ahora todo el mundo hace carteras con telares, pero cuando yo comencé, eso no existía. Existían los telares, claro; los ponchos, los tejidos, pero eso no se usaba para hacer carteras o para hacer sombreros. Entonces llego yo y comienzo a cambiar todo ese chip y se convierte en una locura. De verdad. El primer gran logro para mí fue hacer que, aquí en el Perú, quienes no creían que esto podía ser algo maravilloso, lo compraran y lo mandaran a sus familiares afuera. Luego vinieron los bordados. Aquí no existían los Caminos de mesa o los cojines bordados que se hicieron tan populares después. No existían y fueron un verdadero boom. El Perú profundo Meche Correa lleva más de treinta años convirtiendo las artesanías de su país en sofisticadas prendas y accesorios de lujo. Para ella, la moda no es solo un arte, sino también una forma de mostrar la cultura de su país. Por eso en sus trabajos utiliza fibras y materias primas locales como alpaca, vicuña, algodón, plata, oro y cobre, y usa motivos incaicos, andinos, coloniales, costeños, amazónicos, populares o cotidianos. Sus coloridas colecciones --que mezclan el pop art y las siluetas modernas con motivos indígenasy han desfilado por importantes pasarelas de Europa, África y Asia, al ritmo de la música tradicional peruana.
En sus desfiles se lucen carteras con pompones altiplánicos, bolsos con dibujos de colibríes andinos, tapados con bordados ayacuchanos, carteras hechas con telas de bolsas para el mercado, sombreros típicos de copa alta, tocados de flores de Huancayo o grandes joyas hechas en cacho de toro. Pero nada de eso lo hace sola. Meche Correa trabaja, por un lado, con los presos del penal Miguel Castro Castro que. MECHA CORREA “Estoy mirando. lo que nadie mira" confeccionan para ella anillos, pulseras y collares en cacho de toro, y por otro, con comunidades de artesanos en Puno, Ayacucho, Cusco, Arequipa, Lima, Huancayo y Junín.
Desde que a los 20 años salió de Lima por primera vez para trabajar en la decoración de una tienda en Huancayo --y tuvo allí su primer flechazo con la cultura andinaMeche Correa no ha parado de viajar y recorrer Perú, conectando con artesanos, buscando ideas e inspirándose en el arte popular para armar sus colecciones. --Acá en Perú no tenemos artesanos sino "maestros" artesanos, porque adonde sea que tú vayas, con lo que te encuentras es con una verdadera maestría. Yo voy a una misma comunidad varias veces y cada vez encuentro más y más cosas --dice. En estas décadas, ella ha consolidado una estrecha relación con las comunidades, por lo que, dice, nunca ha tenido ningún problema con ellas. Nunca se la ha acusado de apropiación cultural, de aprovecharse del trabajo de ellos o de sacar los diseños de su contexto original. Tengo una excelente relación con los artesanos porque tengo mucho respeto y mucho cuidado en el trato. Yo cuando viajo a una comunidad, me quedo allá, duermo, como y convivo con ellos, me tiro al suelo y trabajo de igual a igual. Se trata de tener respeto, una buena comunicación y siempre incluirlos en todo --dice--. Para mí, tener una muy buena relación con mi entorno es fundamental. Con quien sea. Para trabajar con alguien tengo que sentir familiaridad, empatía. Y soy de relaciones largas. Para hacer los zapatos, las carteras o la joyería, por ejemplo, yo trabajo con las mismas personas hasta el día de hoy.
Si yo no tuviera los artesanos con los que trabajo, o mi entorno, yo no existiría, Para ella, trabajar con personas que son felices haciendo lo que hacen es la clave de que su trabajo guste tanto. --Yo creo que hay algo que no se mira, que no se toca, pero que está ahí y eso es la felicidad de las personas que lo trabajan y la felicidad mía, también, que soy la diseñadora. Así, el resultado tiene algo mágico, algo especial que atrae, que comunica.
Yo estoy convencida de eso: cuando uno es feliz, hay algo que sale del alma. --Pero cuando comenzó a trabajar con diseños andinos, mucha gente le dijo que no le iba a ir bien, que nadie le iba a comprar. --SÍ, me decían: "¿ Vas a invertir en esto? Te volviste loca, ¿Quién crees que te va a comprar?". Y yo pensaba "pero si es precioso. Me encanta". Además, soy una apasionada del Perú, de su arte, de su historia, memoria y cultura, que es inmensa; entonces si no hiciera esto, no haría nada porque esto es lo que me gusta. Cuando recién comencé, mis colegas me miraban raro porque yo era como un lunarcito que hacía cosas completamente distintas y al principio creo que no lo entendían. Hoy, en cambio, la gran mayoría se inspira en Perú: de 10 diseñadores, nueve lo hacen, lo cual me parece maravilloso. Al principio era yo solita.
La prensa asegura que ella creó una tendencia: la de hacer cosas inspiradas en el Perú. --Hoy existe una gran cantidad de empresas que se dedican a hacer líneas inspiradas en el Perú, ya no pensando solo en artesanía, sino en otro tipo de cosas. Es decir, se ha generado una fuente de trabajo y de empresa muy grande y poderosa y eso me hace sentir inmensamente orgullosa. Eso quiere decir que nunca me equivoqué. Siempre estuve en lo cierto. De La Victoria a San Isidro Meche Correa en realidad no es Meche Correa.
Su nombre real es Carmen Mercedes Toledo Araos y en la década de los 80 tomó el apellido de su esposo, el anticuario Hiran Correa, a quien conoció a los 15 años y con quien tiene dos "SOY UNA APASIONADA DEL PERÚ, DE SU ARTE, DE SU HISTORIA, MEMORIA Y CULTURA, QUE ES INMENSA: ENTONCES SI NO HICIERA ESTO, NO HARÍA NADA PORQUE ESTO ES LO PLE E GUSTA. HOY, E1o DISEÑADORES, NUEVE SE INSPIRAN EN PERU". hijos. --Yo tuve la suerte de que mi esposo me apoyó cuando decidí que quería dedicarme a esto.
Él me dijo: "Si eso es lo que tú quieres hacer, hazlo". Yo amo y adoro a mis padres y les debo todo, pero la persona que me dio el apoyo al 100% fue mi esposo. A él le debo el haberme podido realizar como diseñadora. Y me sigue apoyando incondicionalmente, no solo en lo económico, sino en lo moral. Me impulsa, me hace sentir bien, me dice: "Está lindo, continúa así". ¿Cómo no agradecerle? Probablemente sin él me hubiera costado mucho más salir adelante. Hoy Meche Correa tiene su taller en el elegante barrio San Isidro de Lima. De allí salen las exclusivas y coloridas colecciones que muestra en los desfiles o que se venden en exclusivas boutique de París, Roma o Nueva York. Pero no siempre fue así. Tanto su marido como ella crecieron en sectores humildes de Lima. Meche nació en el barrio Obrero de La Victoria, y aunque su casa era sencilla, se las arreglaba para darle ciertos toques. --De chiquita siempre me encantaba mover las cosas. Mi mamá se iba al mercado, por ejemplo, y cuando volvía, yo había volteado ya un sofá, o había movido esto o lo otro. Siempre he sido muy esteta. Y normalmente una mamá le diría a su hija "¿ por qué has movido eso?", pero mi mamá no. Mi mamá me decía: "Está bonito". Entonces, me alentaba.
Tanto la impulsaba, que luego de salir del colegio, Meche Correa entró a estudiar Decoración de Interiores en la Escuela Nacional de Lima. --En esa época no existían escuelas de diseño de moda como hoy, que hay muchísimas. Lo más cercano era la escuela de decoración, y estudiarlo me ayudó muchísimo, porque está muy vinculado con el arte --que es lo que me llena el alma--, la creación, el diseño. Ahí me enseñaron el uso del color y de las proporciones. Confeccionar vestuario ya sabía. A los 9 años ya había dado sus primeros pasos en la costura. --A mí no me gustaba la ropa que me compraban. Y recuerdo que para unas Fiestas Patrias mi mamá me dijo: "Mejor que tú misma escojas lo que quieras". Y me dio la plata, lo que era una cosa bien inusual. Yo tenía 9 años y ella confió en mí. Y fui con mi hermana y terminé comprando telas. No un vestido o algo ya hecho, sino telas. Y llegué a mi casa y fijate que mi mamá no se molestó. Y yo desarmé una casa y fijate que mi mamá no se molestó. Y yo desarmé una casa y fijate que mi mamá no se molestó. Y yo desarmé una casa y fijate que mi mamá no se molestó. Y yo desarmé una. MECHA CORREA “Estoy mirando. lo que nadie mira" blusa y una falda que me sirvieron como moldes y con esas telas me cosí mi propia ropa. Muchos no creerían esto porque era muy pequeña, pero es 100% cierto --dice. Confeccionar vestuario no era algo extraño: su mamá y su tía les hacían la ropa a ella y a sus hermanas. En su casa había dos máquinas de coser, y las tijeras, los retazos, los moldes eran algo familiar. --De ahí en adelante yo me hice siempre mi propia ropa. Y no solo ropa, también collarcitos, aretitos, vinchitas (cintillos), todo lo que se me ocurriera. Siempre he sido muy ingeniosa y muy curiosa. ¿Sabes? --continúa, emocionadayo nunca pensaba que no podía hacer algo. Siempre asumía que podía. Yo les agradezco mucho a mis padres porque nunca me dijeron nada negativo, siempre me dieron la confianza, la libertad para hacer y para creer que podía. Siempre tuve los ojos de ellos de manera positiva.
Amor por las carteras Antes de crear la exitosa marca Meche Correa, de la que es directora creativa; antes de fundar la Alianza de Diseñadores de Moda del Perú en 2017; antes de que el Fashion and Textile Museum of Londres presentara, en 2019, "Weavers of the clouds", una selección de sus últimos 25 años de creación curada por Hilary Simons; antes incluso de que el famoso fotógrafo peruano Mario Testino la hubiera elegido para formar parte de su exhibición en Boston, Meche Correa tuvo una tienda en el Centro Comercial Camino Real --el primer centro comercial importante de Lima--, en los años 80. Allí, y aunque lo habitual era tener solo una línea de productos, ella vendía desde zapatos hasta tejidos, pasando por accesorios y carteras. --Y hasta el día de hoy soy así. En mis colecciones yo me encargo de todo: de los zapatos, la joyería, las carteras, los sombreros. Cuando voy a diseñar una colección, la diseño de manera integral, totalmente. Para mí es importante que todo converse, que todo hable. Yo creo que en un outfit, unos zapatos mal puestos o que no van pueden tirar abajo un diseño, ¿no? Yo creo que todo tiene que integrarse --comenta.
Tan exitosos han sido sus diseños que algunos han sido considerados verdaderas obras de arte, que han sido exhibidos en espacios culturales como el Museo Matadero de Madrid; la Bienal Iberoamericana de Arte y Diseño de esa misma ciudad o se han presentado en galerías de arte, como cuando en 2010 fue parte de la muestra Arte Peruano, de la galería Isabel Aninat en Chile. Alí, entremedio de artistas plásticos, Meche Correa era la única diseñadora. Isabel Aninat, como buena artista, vio mi trabajo como arte. Fue una de las primeras que tuvieron el ojo de mirar mis Carteras O las otras cosas que yo hacía, un poco más allá. --relata. Es imposible hablar de Meche Correa sin mencionar sus icónicas carteras.
El primer bolso que hizo y que se convirtió en un hít fue su famosa Love Bag: una cartera hecha a base de lliclla, la manta tradicional rayada y colorida que las mujeres andinas usan para envolver a sus guaguas y cargarlas en la espalda. --Imité la forma en que ellas se lo ponían y la convertí en un bolso. Mi misión era que los mismos peruanos me compraran y se enamoraran de ella. Y lo logré. En ese entonces no existían carteras con telas andinas. Fue un éxito tan rotundo que incluso comenzaron a coleccionarlas. Por supuesto que a los dos o tres años ya las habían copiado y comenzaron a vendertas en todos los artesanales.
Al principio yo decía: "No puede ser, ¡eso es una copia!". Pero luego vi que era un premio para mí y un orgullo porque conseguí originar sustento para familias con muy pocos medios y, de paso, logré que un bolso peruano recorriera el mundo entero.. MECHA CORREA “Estoy mirando. lo que nadie mira" *En mis colecciones yo me encargo de todo: delos zapatos, la joyería, las carteras, los sombreros", dice Correa. carteras, los sombreros", dice Correa. Porque de verdad recorrió el mundo entero --dice, entusiasta.
Otro de sus diseños que llegó a ser muy famoso fueron las Carteras Cholitas, que hoy su hija Ali Rapp --también diseñadora, con 15 años de experiencia y quien trabajó en Nueva York junto a Anna Suirelanzó junto a las Mercado Bags, inspiradas en las bolsas típicas del Mercado Gamarra. --Ella les ha puesto su mano, las ha rediseñado y han quedado realmente preciosas, divinas. En dos días se vendieron todas --dice, orgullosa, la madre y adelanta que pronto van a lanzar más novedades juntas.
Meche Correa también está detrás de las famosas carteras Retablo --hechas en tela de tocuyo con flores y detalles trabajados a mano bajo la tradición ayacuchana--; el bolsito Nudo --de algodón pima mercerizado y hecho a mano en telar de cinturay las carteras con marcos dorados tallados en pan de bronce, inspirados en la escuela cusqueña, colección que durante más de un año fue exhibida en el Museo Matadero de Madrid.
Pero quizás la más icónica de sus creaciones sea la Good Luck Bag o cartera de la buena suerte, la que sobre un fondo transparente incluye una serie de objetos del folclor peruano y amuletos como estampitas, billetes de la suerte, elementos religiosos como un rosario, un denario y una cruz, hojitas de coca, un gatito de la fortuna y un ekeko. Tan icónica fue, que hasta Bill Clinton se la compró de regalo a su hija.
Lujo sudamericano La diseñadora define su trabajo como "lujo sustentable". Para ella, la sostenibilidad es uno de los temas más importantes hoy en día, en todos los quehaceres humanos. --Si no asumimos, con conciencia, el hacer nuestros trabajos protegiendo a nuestro planeta, pronto lo vamos a destruir. Es muy importante que lo interioricemos y no lo hagamos solo porque está de moda o porque es comercial, sino teniendo conciencia de que es nuestro deber. Tenemos que volver a nuestros orígenes e imitar lo que nuestros ancestros hacían: respetaban la naturaleza, el entorno, la tierra, lo que nos envuelve --dice. En 2016 el IE Business School de Madrid le otorgó a Meche Correa el reconocimiento al Lujo sustentable en Latinoamérica. Y ese se ha convertido en uno de sus sellos. --Casi toda mi producción es hecha a mano. Cada pieza es única. Aunque una misma mano haga un mismo modelo, nunca sale un producto igual al otro. Y una pieza única en el mundo... eso es un verdadero lujo --explica.
El otro lujo, asegura, es haber nacido en un país como Perú, "uno de los pocos países que tienen una cultura milenaria que hasta hoy se mantiene viva". También lo voy a extender a haber nacido en Colombia, Argentina o Chile. O sea, toda la franja nuestra de América del Sur, ¿no? Porque hemos venido cargados de una historia y una memoria milenarias. Lo que pasa es que no nos dimos cuenta de lo que teníamos. Perú es una de las cinco civilizaciones más importantes del mundo, pero estábamos con una venda en los ojos.
Y tengo una teoría: Perú es un país que ha sufrido mucho, con 20 años de terrorismo y, antes de eso, otras situaciones, entonces despreciábamos lo nuestro, teníamos cierto rechazo, no veíamos lo hermoso que teníamos.
Pero a medida que nos hemos ido curando, hemos ido abriendo los ojos y gracias a Dios hubo una Meche Correa --y no solamente yo, también otras diseñadoras como Titi Guiulfo--, que hemos sido luchadoras en mostrar lo hermoso que teníamos. Para Meche Correa no hay modas ni tendencias, lo suyo es la moda atemporal. --Para mí, mi tendencia es el Perú. Y siempre les digo a los estudiantes, vale la pena voltear los ojos y ver qué pasa. MECHA CORREA “Estoy mirando. lo que nadie mira" "CASI TODA MI PRODUCCIÓN ES HECHA. A MANO Y UNA PIEZA UNICA EN EL MUNDO, Y ESO ES UN VERDADERO LUJO". aquí.
Ya van a tener tiempo de ir a París, a Nueva York, a Tokio o a Londres, pero comiencen recorriendo el Perú, viajando a las comunidades y luego ustedes me van a contar el resultado cuando regresen. Es lo que me pasó a mí: yo viajaba y cada vez me enamoraba más y más y volvía con miles de ideas. Yo no tengo tiempo de admirar otras tendencias, porque es realmente una locura todo lo que tenemos aquí.
Gracias a Dios se ha podido conservar y gracias a Dios, yo tuve ojos para poder ver todo esto y deseo para trabajarlo --recalca, y termina con una reflexión. --Yo considero que soy artista y creo que mi alma y mi vida vinieron así. Yo siempre miraba un poco más. Siempre, en todo. Yo miro, y por el rabillo del ojo, estoy mirando lo que nadie mira. Y eso ha sido siempre en mi vida. Y eso es algo que yo tengo que agradecer a Dios porque es algo que me regaló.
A mí, mucha gente me dice: "Si tú hubieras nacido en Nueva York o en Europa, hoy ya tendrías hasta un perfume de tu marca". Pero, posiblemente, si yo hubiera nacido en otro país no hubiera existido, porque a mí lo que me alimentó para diseñar y hacer lo que hago era lo que mis ojos veían: mi entorno, lo que mi país me regalaba cada día. «.