Autor: Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Caso Ojeda
La solicitud de refugioa Argentina realizada por la viuda del exteniente venezolano Ronald Ojeda, se cuestrado en su domicilio y posteriormente asesinado en nuestro país, como asimismo las expresiones de ella en el sentido de sentirse insegura y desprotegida en Chile, la vocera de Gobierno ha tenido por toda reacción la desconcertante afirmación de que Chile “es un país, sobre todo en el escenario regional, un país bastante seguro”. Semejante aserto es literalmente de no creerse; en verdad, parece más bien una burla, un chiste de pésimo gusto, un sarcasmo algo malévolo y no ajenoa la crueldad.
La vocera es la misma que oficia de experta en desinformación; la que cotidianamente defiende causas perdidas; la que amaña conceptos y hechos para acomodarlos al esquena ideológico que la obnubila; la que con envidiable ligereza despacha como pocorelevantes asuntos diplomáticos que sin duda dañan la imagen de Chile; la que, además, hace pocos años alentaba y justificaba con alegre entusiasmo el desbordamiento incluso violento de la institucionalidad.
Ahora, frente a la tragedia humana que representa el secuestro y posterior asesinato del exoficial antichavista, ante la angustia de una familia queno sesiente segura en nuestro país y busca protección más allá de nuestras fronteras, devela sin filtros su incapacidad de empatía.