La caída del narco de Melipilla que fantaseaba con ser como los capos mexicanos de la droga
La caída del narco de Melipilla que fantaseaba con ser como los capos mexicanos de la droga Cristian Pablo Aguirre Ramírez fue sentenciado a 50 años de cárcel La caida del narco de Melipilla que fantaseaba con ser como los capos mexicanos de la droga mexicanos de la droga mexicanos de la droga mexicanos de la droga Cristian Pablo Aguirre Ramírez, líder de la banda. "Su admiración fue tanta que llegó a autodenominarse como el líder del cártel Jalisco Melipilla Nueva Generación", relata el fiscal Paul Martinson.
CAMILA FIGUEROA ristian Pablo Aguirre Ramírez, Ce 39 años, era el líder de una organización criminal que controló durante cuatro años toda la droga que entraba y salía de la comuna de Melipilla. "Don Pablo, le decían", cuenta el persecutor Paul Martinson, jefe de la Fiscalía Local de Curacaví, quien este lunes, junto al equipo de la Fiscalía Metropolitana Occidente, logró que el Tribunal Oral en lo Penal de Melipilla sentenciara a 20 años de cárcel por asociación ilícita, a 15 por tráfico de drogas y a 15 más por lavado de activos al líder del cártel de Jalisco Melipilla Nueva Generación.
Aguirre, explica el fiscal, deberá cumplir 50 años de prisión debido a que las sentencias se suman. "El tribunal otorgó las penas que solicitamos, lo que nos dejó totalmente satisfechos porque no solo fue condenado el líder, sino que toda la banda que son más de 20 personas. Once fueron condenados en el juicio oral y el resto en juicio abreviado", destaca Martinson. abreviado", destaca Martinson.
Fantasía mexicana Aguirre Ramírez, describe el fiscal Martinson, en los cuatro años que tuvo el control delictual de Melipilla, siempre intentó parecerse al cártel de Jalisco Nueva Generación, principal rival del cártel de Sinaloa, en México. "Era ostentoso y admiraba a los narcotraficantes mexicanos. Lucía sus joyas y no tenía reparos en conducir autos de lujo en Melipilla. Su admiración fue tanta que llegó a autodenominarse como el líder del cártel Jalisco Melipilla Nueva Generación", relata Martinson. ¿Y era real ese vínculo, fiscal Martinson? "Su fantasía era ser integrante de un cártel mexicano. De hecho, cuando él estuvo hospitalizado en una clínica en Las Condes le enviaban mensajes por Whatsapp o por Facebook que decían Vivan Los Jalisco o Los Jalisco por siempre.
Cuando subían fotografías a redes sociales también se identificaban con Jalisco Nueva Generación de México". ¿Pura ensoñación, entonces? "Una vez tuvimos un dato de que se iba a juntar en México con alguien que tenía relación con Jalisco Nueva Generación, pero eso no ocurrió y no Generación, pero eso no ocurrió y no pudimos corroborar que existiera un vínculo real.
De todos modos, Aguirre viajó varias veces a México, era su destino favorito". Traslado en helicóptero El 24 de octubre del año 2021 una banda rival intentó asesinar a Aguirre Ramírez en la discoteca Club Ibiza de Melipilla.
Ese día, Aguirre fue baleado y trasladado de urgencia a un hospital, pero como sus amigos no podían permitir que "Don Pablo" fuera atendido en el servicio público, coordinaron su traslado en helicóptero hasta la Clínica Las Condes, donde fue formalizado y luego trasladado nuevamente, pero al Hospital de Gendarmería. Eso es muy de narcoserie de streaming, fiscal. "Le gustaba el estilo de vida narco, la caricatura.
Además de utilizar el nombre de Jalisco Nueva Generación para generar miedo en bandas rivales, le daba una distinción a la droga que vendían, que era catalogada de alta pureza". ¿La caída de Aguirre fue el fin de esta banda? "Apuramos la investigación porque cuando cae el líder de una banda, puede cambiar la dinámica de la organización criminal. Tenía el control territorial de Melipilla.
Para traficar usaba una residencial en la que arrendaba piezas a temporeros y camuflaba la droga en bolsas matuteras". CAPTURA DE PANTALLA Hay algunos que miran como den de nuevo teorías mal traun ejemplo a los malos dela mal traducidos, a algunos aupelícula, solo porque son de otro país. otro país.
Rafael Gumucio En el país equivocado margen de la empanada, que existe A: casi toda América, y de la cueca, de la que nos enseñan la peor versión, aprendemos de niños que casi nada de lo chileno es defendible a largo plazo. Vivimos de películas mal dobladas y libros mal traducidos, las dos cosas casi siempre hechas en México.
Los niños antes incluso de aprender a hablar, hablan en dibujo animado, es decir dicen "chingo", ""patiño", y "al cabo que ni quería". Después crecen y ven, como si fueran modelos a seguir, personajes de series y telenovelas donde los malos viven llenos de lujos y sin carencias. Si no les advierten a tiempo, empiezan a confundirlo todo.
Luego crecen y estudian en la universidad, donde aprenducidas de autores norteamericanos que leyeron, a su vez tores franceses, que también leyeron, mal traducidos, a autores alemanes, que tenían al menos la disculpa de escribir mal en su propio idioma. De este cúmulo de errores aprenderán a ser más auténticamente mapuches, trans, homosexuales, mestizos, neurodivergentes o, en el peor de los casos, traficantes. Todo eso en un idioma que no es del todo ni suyo ni de otro. Las consecuencias son inevitables.
Usan poleras en invierno, confunden el neoliberalismo con el liberalismo, las minorías con las mayorías, y permanecen libres de no entender lo que los rodea, pensando que nacieron en el idioma, el país, el continente y el posgrado equivocado. Que un chileno de Melipilla quiera ser como un narco mexicano, con todo esto a la vista, no es ni de cerca una rareza..