Las estrellas tienen nombre de mujer
Las estrellas tienen nombre de mujer Están ahí, aunque a veces pasen desapercibidas como millones de estrellas a años luz de distancia.
Estrellas rutilantes en el firmamento de la astronomía lguna vez, siendo adolescente, recostado en la cama, tal vez justo antes de dormirme, se me ocurrió cerrar los ojos, no pensar en nada, solo ver la oscuridad de lo desconocido. Me asusté. Fue algo totalmente distinto a la primera vez que observé un cielo estrellado sin luna en el campo, un campo sin luz eléctrica. Ambos recuerdos se me quedaron en la cabeza hasta hoy, esquivando el olvido. No sé por qué. Tampoco sé por qué me atraen los temas que tienen que ver con las estrellas, con el universo, con el big bang. Tal vez, solo tal vez, esos recuerdos persistentes tengan que ver con esta afición.
Cada vez que me topo con una crónica que hable de agujeros negros o de planetas a años luz o de naves alejándose infinitamente de la Tierra, no puedo evitar leerlas, como atraído por una fuerza de gravedad. Como si leyendo de galaxias y planetas pudiera descubrir, por fin, el secreto de la vida. A veces creo que entiendo. Otras no logro descifrar nada. No soy bueno para el pensamiento abstracto. Metocó entrevistar al profe José Maza, el divulgador estrella del universo y los planetas. Entre otras cosas, me contó que de niño participó en una competencia de triciclos en Talca y de sus primeros años de vida en Parral. También entrevisté a César Fuentes, astrónomo de la Universidad de Chile, talquino del barrio La Florida. Fuentes me explicó que tanto o más importante que mirar cuerpos en el espacio es analizar la información que se desprende de esas observaciones. esas observaciones.
Las estrellas tienen nombre de mujer Rodrigo Contreras Vergara Comunicaciones Conicyt Comunicaciones Conicyt Ay NA Y ANAYA AYA AAN VAY ANAYA y JAVA ¿ No tendrá algo que ver con los cielos del norte? ¿ Con la poca nubosidad, con la sequedad del desierto? ¿ Será pura casualidad? Sí, los datos deben haber ayudado. ¿Cuántos días al año despejados? Muchos, la mayoría. Las estrellas deberían guiarnos. Decirnos cuál es el camino. Despejarnos las dudas para dejar de mirarnos el ombligo. Pero no, aquí estamos, acostumbrados a caminar en rebaño mirándonos los zapatos. Habría que trasladar La Moneda a algún cerro de Antofagasta. Mudar el Congreso, las universidades, las empresas, el país entero. La joven estrella Teresa Paneque tuvo sus propias estrellas que la alentaron a hacerse preguntas. No la dejaron tener una Barbie y la enviaban a la escuela con un termo mientras sus compañeros comían sándwich. Tampoco veía televisión. Se sintió rara, fuera de una normalidad aparente. Quería encajar, pero no podía. Las estrellas la llevaron a España, a Escocia y de ahí a Chile. Acá seguía sin encajar. Hasta que entró a un curso especial para niños con talentos académicos. Las estrellas comenzaban a brillar. Entró a estudiar astronomía a los 16 años. Publicó "El Universo según Carlota" el 2021. Descubrió, junto a Laura Pérez, inestabilidades gravitacionales en el nacimiento de un sistema planetario masivo en la constelación de Ofiuco, a 378 millones de años luz de la Tierra. Haría falta otra crónica para explicar este descubrimiento. Un año luz es la distancia que la luz recorre en un año, equivalente aproximadamente a 9 billones de kilómeximadamente a 9 billones de kilómeUniversidad de Chile O Mónica Rubio. tros. Es como cuando lees que estrellas como el Sol tienen una vida de entre 9 mil y 10 mil años. Cifras enormes, difíciles de valorar para un humano promedio. Teresa Paneque tiene más de un millón de seguidores en sus distintas redes sociales. En sus videos se le ve sonriente, expresiva, pedagógica. Y aunque a veces se angustie o se sienta superada, Teresa ya encajó, no solo con otros sino, principalmente, consigo misma. La estrella materna Cuando tenía 8 años Mónica Rubio se entretenía durante sus vacaciones mirando las estrellas en el campo de sus abuelos. En 1973 había decidido estudiar medicina. Camino a inscribirse, sin embargo, cambió de opinión y le pidió a su padre que la llevara a Beauchef, el campus de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Quizás en los días previos o noches previas el cielo estuvo nublado y fue difícil observar las estrellas. Pero esa mañana, ya despejado, entendió que el camino partía en Beauchef. Casi cincuenta años después, el 2021, Mónica Rubio recibía el Premio nacional de Ciencias Exactas por su aporte en la investigación y generación de modelos de maternidad estelar. Una forma elegante y científica para referirse al nacimiento de las estrellas. Ese ha sido su campo de interés. Explica, por ejemplo, que una estrella nace cuando el corazón de esa estrella es capaz de generar energía. Y que el proceso de "nacimiento" puede durar entre 10 mil y 100 mil años.
Sobre si existe vida Editorial Planeta Editorial Planeta Teresa Paneque. fuera de la Tierra, dice que gracias al avance del conocimiento cada vez se tiene más evidencia de que la química, los átomos y las moléculas sobre las cuales se funda la vida que apareció en la Tierra, están presentes en muchas otras partes. La estrella optimista María Teresa Ruiz, astrónoma y Premio Nacional de Ciencias Exactas, comenta lo mismo, pero aportando otros datos. Indica que en nuestra galaxia hay 100 mil millones de estrellas, y en el universo hay más de 100 mil millones de galaxias.
Entonces, precisa en una entrevista con The Clinic, "por Dios que sería raro que no hubiera al menos una estrella y un planeta con las condiciones para albergar vida". Un astrónomo ve el mundo con otros ojos. Pasa mucho tiempo mirando hacia el cielo, observando las estrellas, analizando datos. No poder ver las estrellas debe ser una decepción enorme. María Teresa Ruiz, pionera de la astronomía en Chile, la primera doctora en astrofísica titulada en la Universidad de Princeton, la que descubrió en 1997 la primera "enana café", se está quedando ciega. El 2015 le diagnosticaron una degeneración macular que está afectando la retina y la visión central de su ojo izquierdo. No puede leer ni escribir. Dejó sus actividades académicas y se jubiló. Le cuesta ver las estrellas, las ve apenas de reojo. Pero cuando cierra los ojos las distingue claramente. Están en su disco duro. ¿Las estrellas se mueren? Sí, aunque viven muchísimo más que nosotros. Lo importante es seguir su estela. Q).