“El PC hoy es oposición al Gobierno"
“El PC hoy es oposición al Gobierno" FOTOGRAFIA: JAVIER SALVO /ATON Ricardo Brodsky: + "El PC hoy es oposición al Gobierno? Por Claudia del Solar Por Claudia del Solar icardo Brodsky Baudet parecía un PPD de tomo y lomo.
En el gobierno de Ricardo Lagos fue embajador en Bélgica; en el primero de Michelle Bachelet trabajó en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia y entre 2011 y 2016 fue director ejecutivo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Pero en 2022 se decantó por la opción Rechazo en el plebiscito del 4-S, calificó el proyecto constitucional como "sectario" y ala Convención como "intolerante y sesgada políticamente". Reca1ó en Amarillos por Chile y se convirtió en su secretario general. Aunque ha dicho que no se considera de oposición, advierte que su opinión no importa porque pertenece a un partido "que se declara de oposición", pero explica que hay varios tipos de esta.
Es crítico de aquella que considera obstructiva sin remedio, "incluso persecutoria contra personas" y la diferencia de otra que "es más colaborativa si es que los proyectos del Gobierno van en la dirección correcta", como un sistema de cuidados o la reforma previsional. Y afirma que entre las forma previsional. Y afirma que entre las forma previsional. Y afirma que entre las forma previsional. Y afirma que entre las El secretario general de Amarillos dice que los comunistas son una oposición "absoluta, que además han votado casi todas las cosas en contra. Una oposición bien rara, porque tiene tres ministros". oposiciones se tiene que contar al Partido oposiciones se tiene que contar al Partido en el Ejecutivo.
A su juicio, el Presidente Gabriel Boric ha tenido dos aciertos en su gestión: ric ha tenido dos aciertos en su gestión: ric ha tenido dos aciertos en su gestión: designar a Carolina Mario Marcel en Hacienda. "Lo dem: más o menos nomás", dice.
Pero, al igual que otros dirigentes que provienen de la exConcertación, cree que Boric es el futuro de la centroizquierda y del socialismo en particular. "Creo que esa ha sido la apuesta del Partido Socialista, consciente o inconsciente, no veo ninguna otra persona que tenga el liderazgo, las condiciones y la edad para tener una proyección larga". larga". "Hay una oposición un poco odiosa" --El proyecto de Amarillos dice que aspira a perseverar su vocación por el diálogo y la construcción de grandes acuerdos. ¿Es eso posible aliados con una derecha que vota todo en contra? --En Amarillos, a pesar de que tenemos solamente un diputado y por lo tanto nuestra presencia en el teatro parlamentario es menor, somos muy críticos de tario es menor, somos muy críticos de tario es menor, somos muy críticos de muchas cosas del Gobierno, pero en general hemos estado alineados con sus proyectos responsables.
Por ejemplo, en la reforma previsional votamos a favor de n seguridad generalmen'ado la agenda de la minis'ado la agenda de la minis'ado la agenda de la minis--Pero se declaran de oposición y eso los pone al lado de partidos que le niegan todo al Gobierno. --Yo soy crítico al tipo de oposición que ha hecho la derecha. Hay una oposición claramente radical, obstruccionista, vengativa inclusive, que por momentos llega a ser un poco odiosa. Eso no me parece bien. Es muy difícil para nosotros ponernos de acuerdo en eso con ellos. Lo que es importante es acordar en los temas del país. O sea, yo creo que cuando queda poco menos de la mitad del Gobierno, no tiene mucho sentido seguir sacándoles en cara sus declaraciones anteriores --Esa derecha también es especialmente odiosa con el Partido Comunista. Yo te dije que hay dos oposiciones, pero en realidad hay tres. El Partido Comunista hoy día es una oposición al Gobierno. Es una oposición, absoluta, que además han votado casi todas las cosas en además han votado casi todas las cosas en además han votado casi todas las cosas en. contra.
Una oposición bien rara, porque tiene tres ministros. —Un partido tan joven debería tener cierta consistencia en torno a tres o cuatro ideas que va a defender. ¿Cuáles son esas? —Las convicciones más fuertes de la gente que se agrupó en Amarillos son, primero, una valoración de la democracia liberal, en el sentido de la democracia como sistema político clásico, con separación de poderes del Estado, con elecciones periódicas, con libertad de prensa.
Una segunda marca de identidad es ser un proyecto que busca hacer reformas, pero no revoluciones, o sea, un proyecto que se define como reformista y usar los medios que otorga la democracia representativa para convencer con sus ideas. —¿ No es raro que Amarillos, que viene de la DC y la centro izquierda, se niegue a la solidaridad y elija que todo el 6% de la reforma previsional vaya a cotizaciones?—Más que posiciones ideológicas frente a temas de políticas públicas, Amarillos busca propuestas técnicamente sustentadas y políticamente viables. En el tema de la reforma previsional, tiene una postura que es bastante sólida técnicamente, pero que políticamente está abierta a buscar los acuerdos. La posición que definimos fue que el 6% fuera a cotización individual. Nosotros creemos que hay que fortalecer el pilar contributivo con el 6%, que en realidad debería llegar por lo menos al 18% si queremos pensiones con mejor tasa de reemplazo. Y el pilar solidario no tiene que cargarse a los trabajadores que cotizan, sino al conjunto del país a través de los impuestos.
Entonces la solidaridad se expresa en fortalecer el pilar solidario. —Y si piensan eso, ¿por qué su único diputado y actual presidente del partido, Andrés Jouannet, se abstuvo en el proyecto de reforma tributaria? —La reforma tributaria no se perdió por la oposición, se perdió por su propia gente. Pero lo central es que debería llegarse a un cierto acuerdo más de fondo, un pacto tributario, social, que dé estabilidad. Porque el Gobierno cada vez que habla de la reforma tributaria le cambia el propósito según lo que está pasando en el día. Un día es para los carabineros, otro para el CAE, después para los jubilados.
Este Gobierno no ha sido capaz de hacer una oferta sustantiva, seria, respecto de lo que quiere hacer con la reforma tributaria, entonces es difícil pedirles a los partidos de oposición que le presten ropa a un Gobierno que no puede hacer una propuesta real.
“Vamos a apoyar candidatos que no vienen de la derecha” —En el acuerdo electoral, ¿sienten que están quedando para el final mientras Chile Vamos cuadra el círculo con republicanos? —Nosotros vamos a enfrentar estas elecciones con Demócratas, en el pacto Centro Democrático. Vamos a tener más o menos unos cien candidatos a alcaldes, unos 500 a concejales y dos candidatos a gobernadores, en principio en Coquimbo y Biobío y unos 50 candidatos a consejeros regionales. Tenemos una fuerza electoral importante que no va a depender de las negociaciones.
Puede tener cien candidatos a alcaldes, pero si Chile Vamos le deja 20 cupos van a tener que bajar 80. —No, en esas 100 comunas vamos a levantar una opción distinta a la derecha y a la izquierda, una opción de centro. En algunos de esos casos, la derecha podría decidir omitirse en favor de nuestro candidato. Nosotros vamos a estar omitidos en 230 comunas, no nos pueden pedir más omisión.
Vamos a llevar igual a nuestros 100 candidatos. —La intención de Chile Vamos al negociar con ustedes es llevar un solo candidato por comuna de todas las oposiciones. —Es que en las elecciones municipales está la consideración general, pero también están las consideraciones locales. O sea, en las comunas los liderazgos son los que hay, tú no puedes omitirlos. Y además un altísimo porcentaje de candidatos son independientes y tienen sus firmas. Entonces, si tú no los quieres llevar, ellos van igual.
Se van a ir por fuera. —¿ Por qué Chile Vamos debería aceptar eso, si finalmente les van a competir en 100 comunas? —Porque nosotros apoyamos candidatos importantes de Chile Vamos e independientes en lugares donde podríamos inventar un candidato. En Ñuñoa vamos a apoyar a Sebastián Sichel, por ejemplo.
Y también vamos a apoyar candidatos que no vienen de la derecha, como Claudio Arriagada en La Granja, Sergio Echeverría en San Joaquín, al alcalde Gustavo Toro en San Ramón, a Jaime Bertín en Osorno. —¿ Han sido claros con Chile Vamos en que van a llevar candidatos sí o sí? —Ellos lo entienden. Es que son tres pactos opositores: Centro Democrático, Chile Vamos y republicanos. Y la cuadratura del círculo no es perfecta. En algunos casos puede ocurrir que Chile Vamos se omita por un candidato amarillo o demócrata, pero los republicanos no, entonces igual hay competencia. Y el electorado de derecha va a votar probablemente por los republicanos. —Pero en una competencia muchos de sus candidatos se van a perder. —Para nosotros no es el tema tanto que salgan elegidos. Obviamente nos interesa porque es importante levantar buenas opciones en gobiernos locales que están demasiado malos, abandonados o corrompidos, pero sobre todo queremos tener esa presencia y ofrecer esa alternativa de centro al país.
Entonces, que saquemos uno es fantástico. ¿Esa presencia les importa mirando las parlamentarias? —Para nosotros esta elección es súper importante porque nos permite conNo nos jugamos la vida en esta elección municipal, nos vamos a jugar la vida en la elección parlamentaria”. Matthei ha dicho que no quiere que Amarillos sea un partido de centroderecha, que quiere que sea un partido de centroizquierda”. Solidarnos en un espacio más territorial, pero nosotros no nos jugamos la vida en esta elección municipal, nos vamos a jugar la vida en la elección parlamentaria. Algunos candidatos probablemente no van a ganar [en las municipales] y van a quedar como posibles candidatos a diputados después.
“Tenemos figuras presidenciales como Warnken” —¿ Han pensado fusionarse con Demócratas?—Somos partidarios de que se termine esta dispersión de partidos, de pequeños clubes que hay y, por lo tanto, somos partidarios de esa reforma al sistema político y lo consecuente es la convergencia.
Entonces, sí, pensamos que la convergencia entre Demócratas y Amarillos es una perspectiva absolutamente clara, pero convertirnos en un solo partido es algo que no hemos discutido internamente en un gran debate, pero creo que nosotros vamos a tener que empezar a discutir eso después de las elecciones probablemente. Y, como opinión personal, yo creo que esa es la perspectiva. —¿ Ser un partido con Demócratas los obligaría a apoyar la candidatura presidencial de Ximena Rincón? —Bueno, tendríamos que empezar a conversar. Nosotros tenemos figuras que tienen la estatura como para ser candidatos presidenciales, el propio Cristián Warnken sería un extraordinario candidato. Ximena ha hecho una política súper intensiva y exitosa, así que puede ser. —¿ Y una alianza con Evópoli? —Evópoli tiene como dos almas también. Gente como Ignacio Briones o la que participó en la Convención, con ellos tenemos muchas coincidencias y no sería nada difícil ponerse de acuerdo en muchas cosas. A nosotros nos habría encantado que el pacto Centro Democrático fuera con Evópoli, pero Evópoli tiene una relación con Chile Vamos demasiado estrecha, incluso dependiente, entonces no muestra autonomía. Construir un centro político requiere vocación y disposición a ser minoría, sobre todo en un país polarizado como este. Entonces tenemos que atravesar un espacio en que vamos a ser minoría, pero podemos ser el fiel de la balanza.
A eso estamos aspirando y eso supone autonomía de Chile Vamos. —¿ Se sentirían cómodos en un gobierno de Evelyn Matthei? —Si hay un programa en el cual la gente nuestra pueda participar en su elaboración, en sus prioridades, yo creo que se sentiría cómodo. Además, ella lo ha dicho, que no quiere ni espera que Amarillos sea un partido de centroderecha, que quiere que sea un partido de centroizquierda, pero que sea parte de su coalición.
Esto a nosotros nos parece bastante bien, en el sentido de que Evelyn Matthei no nos está pidiendo que renunciemos a nuestras ideas ni a nuestros principios, pero sí que seamos un factor que permita construir mayoría.