Andrés Bello: Una cartografía de su historia
Andrés Bello: Una cartografía de su historia Benjamín Escobedo Teólogo e Investigador de Historia En En estos días recordamos el nacimiento de una de las figuras intelectuales más importantes de Chile, su nombre, Andrés Bello.
Dicha personalidad comprende comprende significativos aportes, ideas y avances para el Chile del siglo XIX, autor del Código Civil y primer rector de la Universidad de Chile por aludir solo parte de su trabajo en el territorio nacional.
Tal vez, estamos en presencia de un político, escritor escritor y pensador clave para la historiografía chilena, ahí donde se cruzan ideas, debates y profundos nacionalismos, donde el rostro de Bello parece hospedar un legado que continúa haciendo sombra hasta nuestros días. Primero, Andrés Bello nació el 29 de noviembre de 1781 en Venezuela. En 1796 ingresó al Seminario y Universidad de Santa Rosa de Caracas. El 14 de junio de 1800 recibió el grado de bachiller en artes. Estos estudios le dieron un relevante manejo del latín y del idioma castellano que, por consecuencia, despertaron su inquietud por la filosofía, la ciencia y las letras.
Luego de cursar estudios de latín, los vientos de corte revolucionario que soplaban en América embargaron a Bello, quien luego de declarada la Independencia en su país de origen partió como auxiliar de una misión diplomática diplomática a Londres, encabezada por el amado y odiado Simón Bolívar. En 1812, sólo dos años después de su arribo a la capital Inglesa, se reestableció el régimen colonial en Venezuela, con lo que Andrés Bello comenzó su etapa de autoexilio. Durante sus años en Londres colaboró activamente en la causa americanista, entre sus aportes figuran los siguientes: (1) Redactor de El Censor Americano, (2) La Biblioteca Americana y (3) Director de El Repertorio Americano. Cabe señalar que fue por medio de Juan Egaña que se concretó definitivamente su regreso a tierras americanas en el año de 1829, año en que arribó a la ciudad de Valparaíso.
De esta manera, Andrés Bello se convirrió convirrió rápidamente en un ciudadano más de nuestro país, habitando en un circuito con diversos intelectuales, políticos y referentes del siglo XIX nacional, un escenario que resulta testigo ocular de los acontecimientos e ideas de Andrés Bello y compañía.
Segundo, Bello fue parte importante del Movimiento literario de 1842, resaltando el trabajo de la educación y literatura, además, profesor del Instituto Nacional, redactor redactor de El Araucano y rector de la Universidad de Chile desde 1843 hasta su muerte.
Fue uno de los principales redactores de nuestro Código Civil allá en el año 1855, por tanto, tanto, hablamos de un hombre con profundo sentir humanista, un hombre de letras y de ideas claves para la conformación de la nación chilena, por cierto, generando adeptos y “enemigos” dado sus postulados inscritos, no obstante, su Gramática de la lengua castellana constituye un hito ineludible, señalando ésta como uno de los primeros intentos de sistematización en el uso de la lengua en nuestro país. Andrés Bello murió murió el 15 de octubre de 1865 en su casa de calle Catedral. Se calcula que más de diez mil personas participaron en su funeral, en el cual habló Miguel Luis Amunátegui, el mejor conocedor de la obra de Bello.
Probablemente, la figura de Andrés Bello para muchos resulta ser un mero símbolo, símbolo, para otros, un individuo que expandió preciosas ideas y pregonó las bases del mundo jurídico nacional, un pensador clave en los prolegómenos formativos, educativos educativos y humanistas de la nación.
Ahora bien, más allá de todo esto, lo cierto es que Bello continúa haciendo sombra con sus aportes, ideas y legado desde el siglo XIX hasta nuestro tiempo, por consecuencia, algunas interrogantes para la reflexión final suenan bastante oportunas. ¿Fue Andrés Bello uno de los intelectuales más relevantes relevantes en la construcción del Chile republicano? ¿ Qué tanto siguen permeando sus ideas en el espacio público actual? ¿ Podemos hablar de un político y escritor cuya deliberación deliberación iba acompañada de ideas, aportes y legado, o bien, solo de un pensador e hijo de su tiempo? Al parecer, estamos frente a un hombre que no puede ni debe ser olvidado, ya que su trabajo sigue siendo sustento y pilar por excelencia no solo para la política, sino también para aquellas disciplinas claves que nos ayudan a pensar y fortalecer nuestra nuestra sociedad civil. Andrés Bello: Una cartografía de su historia 0.