EL EXITO DE UN GUIONISTA que se sentía miserable
EL EXITO DE UN GUIONISTA que se sentía miserable Cerca de un año le tomó a Diego Muñoz y al equipo de guionistas hacer el guion de "Baby Bandito", la nueva serie de Fábula que se estrenó en Netflix el pasado 31 de enero.
La trama, inspirada en el famoso robo del siglo, en el que una banda delictual se llevó 6 mil millones de pesos de un camión de valores en el aeropuerto de Santiago en 2014, se posicionó rápidamente como la más vista en la plataforma de habla no inglesa.
Ocho meses fueron de escritura como tal, aclara Diego --también conocido por sus críticas de cine como "Hermes el sabio"-sentado en el living del departamento en el que vive en Ñuñoa, rodeado de pósteres de películas y estantes repletos de libros, DVD y pequeñas figuritas de personajes, muchos de ellos de terror, su género favorito.
El guion de la serie --cuyo protagonista es uno de los integrantes de la banda que se fue a Roma a gastar el dinero y que fue apodado por la prensa italiana como "Il baby bandito"-lo entregaron a fines de febrero de 2023. Reconoce que después de todo el trabajo que hubo detrás terminó un poco estresado y que le vinieron bien unas vacaciones. Se fue con su polola a ver un concierto de Taylor Swift a Estados Unidos, con la tranquilidad de tener en conversaciones un nuevo guion para un canal nacional.
Pero al volver se encontró con la sorpresa de que el proyecto se había pospuesto. --Al principio era normal que haya un espacio entre una pega y otra, pero el huequito se fue haciendo más grande y de repente me empecé a desesperar --relata Diego. Mientras tanto, se grabó "Baby Bandito" y en diciembre del año pasado le mostraron cómo había quedado la serie. Ya habían pasado diez meses y Diego seguía sin trabajo. --Yo decía: me llamó Netflix y ahora no tengo nada, dio lo mismo. Este fue mi techo --recuerda Diego y luego agrega: --Pero la vi y me encantó. Yo estaba en otra, entonces verla me recordó esa frescura, me motivé.
Poco después se reactivó el proyecto que había quedado pausado: se trataba de una serie para NTV, la división de TVN dirigida a público infantil y juvenil en la que comenzó a trabajar hace poco. --Es una industria que está cambiando. Entonces, quizás ya no es tan real esto de que se termina una pega y empieza otra.
Hay que estar preparado, ahorrar por un lado y, por otro, estar más activo, y pendiente de los actores externos, que también inciden, como el hecho de que a "Baby Bandito" le fuera tan bien. --Eso igual te levanta... --Espero, espero. Todavía no sé. Sin saberlo, y sin ser más que una mera coincidencia, Diego Muñoz creció en la misma comuna que el verdadero "Baby Bandito": Quinta Normal. Allí estudió en un colegio de barrio, donde fue un buen alumno.
Tanto, que sus padres (él, dueño de un bar en Pudahuel, y ella, dueña de casa) decidieron postularlo al Instituto Nacional, donde dice que pudo desarrollar sus intereses: el dibujo y la escritura. --Ahí aprendí que no era fácil sacarse buenas notas. Fue muy formativo, conocí profes inspiradores, profes de literatura que me encontraban talentoso y me ponían fichas --dice Diego.
En su época escolar pasaba horas escribiendo cuentos, dibujando cómics y caricaturas en su habitación, que estaba decorada muy similar a cómo es hoy el living donde está sentado. --¿ Te considerabas nerd? --Tuve una adolescencia completamente introspectiva y laboriosa, de dibujar y pintar. Era gordo, no era atractivo, eran otros tiempos. --¿ Eso te incomodaba? --No, pero me daba como susto quedarme solo para siempre. Me acuerdo que todos llegaron con una chica a la graduación de cuarto medio y yo no. Me plantaron. Era de pocos amigos, también era el costo de ser pesado, de contestar las tallas.
Me acuerdo de haber dibujado en la pizarra a un compañero durante el recreo y cuando volvieron a la sala todos se rieron del dibujado. --¿ Hacías bullying? --Es que era una jungla, no era yo solo. Era la mejor defensa. Yo puedo contar anécdotas de burlas de gordo que eran espantosas. Si yo me paraba, después cuando me sentaba todos saltaban, así como movidos por el impacto del peso. --¿ Lo pasaste mal? --Al contrario, lo pasé bien.
Igual implicaba cierta creatividad, estaba el goce del sobrenombre bien puesto, de todos reírnos... Inclinado por su talento para dibujar, entró a estudiar Arte en la Universidad Católica, pero rápidamente se dio cuenta de que no era lo suyo. Más bien pasaba gran parte de su tiempo en la biblioteca de Arte leyendo libros de cine y guion.
Hasta que tomó un ramo de escritura y la profesora le dijo que él debería estar estudiando literatura. --Fue justo lo que quería escuchar --recuerda Diego, quien ya había empezado a escribir sus primeros guiones de manera autodidacta.
Había tomado por su cuenta talleres con el dramaturgo Marco Antonio de la Parra y más tarde con el guionista de teleseries Fernando Aragón, quien lo recomendó para ser parte del equipo de guionistas de un nuevo programa: "Pasiones". Ahí escribía los guiones de las recreaciones de conflictos amorosos. Diego pasó de trabajar haciendo caricaturas para eventos y páginas web a escribir al menos un guion a la semana. Al poco tiempo ya era editor de guiones.
Apenas se terminó el programa en 2008 lo llamaron para su primer trabajo como parte del equipo de guionistas de una teleserie, que se llamaba "Los ángeles de Estela". En paralelo, comenzó a escribir en un blog críticas de cine, escondido detrás del personaje de un niño cuyo pseudónimo era "Hermes el sabio". --Encontraba que la crítica de cine era súper fome.
Pensaba por qué los críticos de cine no juegan --cuenta Diego, que entonces comenzó a publicar sus críticas en la Zona de Contacto del diario "El Mercurio". Diego no reveló su identidad por varios años, hasta que decidió sacar un libro con sus reseñas. También escribía con su verdadero nombre críticas en revista Wikén, en el medio digital El Definido y fue varias veces fue columnista invitado en diferentes medios. Paralelamente, trabajó en el matinal "Bienvenidos" de Canal 13, escribiendo guiones de historias amorosas.
También fue guionista en la teleserie "Preciosa" y más tarde en "Pacto de Sangre". Luego llegó la pandemia y el trabajó se complejizó. --Estábamos haciendo "La torre de Mabel" y fue todo más difícil, metimos la pandemia a la teleserie, como que había un virus, fue una locura... --dice Diego y luego agrega: --Pero el golpe de pega vino después. Pospandemia lo pasé mal, por primera vez de verdad no llegaron pegas, fue más terrible. Diego se pone de pie y camina hacia la cocina y vuelve con un café que pone en la mesa donde hay micrófonos y equipos para grabar podcast. Hace rato, antes de la pandemia, aclara, ha tenido que buscar nuevas maneras de crear contenido. Además de tener su propio podcast llamado Flimcast, en el que habla sobre películas, abrió un perfil en Patreon, una plataforma donde los usuarios se suscriben y pagan por ver el contenido. Tiene poco más de 200 suscriptores que en promedio pagan 5 dólares mensuales. --Ya ningún medio me paga por escribir crítica, todo eso se cortó. Fue como antes de la pandemia, como una crisis de los medios, donde todo se volvió más YouTube, más video.
De hecho, el público que lee críticas de cine debe ser muy chico --dice Diego, quien además dejó de hacer talleres de crítica de cine, a pesar de que hay personas que le escriben interesadas --Yo encuentro que es una estafa piramidal.
Les voy a enseñar cómo hacer una crítica atractiva, ¿para qué? ¿ Para Facebook? ¿ Para un pie de una foto en Instagram? Se puede hacer, pero va a ser como un taller de acuarela para viejitas, es la misma función, solo para que pasemos el tiempo, porque nadie está pagando por esas cosas, salvo que seas tu propio medio, como lo hago yo en Patreon. Sin embargo, durante la pandemia siguió recibiendo proyectos como guionista. Estuvo en el equipo que escribió la teleserie "Secretos de familia", que se estrena mañana en Canal 13 y en Amazon Prime Video, y también lo llamaron por primera vez de Fábula. Cuenta que necesitaban parchar a un guionista en la serie "Llévame al cielo" para Disney y una colega, Catalina Calcagni, con quien había trabajado en varios proyectos, lo llamó. Después de ese trabajo le ofrecieron escribir el guion de "Baby Bandito". --Fue un salto. Estaba contento, porque estaba escribiendo para Netflix, pero al mismo tiempo con susto, porque pensaba que nunca se ha hecho algo así, quizás no funciona. La actitud era de dedos cruzados y que quede lo mejor posible. En eso estaba cuando comenzaron a pasar los meses y no lograba encontrar trabajo. --Los canales no están haciendo teleseries, los que sí es porque tienen una guardada, los equipos están armados, e imposible entrar. Hay muchas pegas que no sabes si van a resultar o no.
Ahí empecé a pensar: no hay industria para todos los que somos; ¿ qué pasa si ya no me llaman más?, ya estoy más viejo, quizás necesitan guionistas más jóvenes y baratos. --¿ Cuál fue tu minuto más crítico? --Yo creo que estuve medio deprimido. Mi momento crítico fue absolutamente mental, espiritual, emocional, porque no estaba motivado para hacer proyectos, no quería hacer nada.
Pensaba: ¿ Esto es lo que tengo que hacer? ¿ Patreon? ¿ Para siempre? ¿ Hasta que la gente se aburra de mí? Llegó un momento en que topó fondo. --Encontré que otro día de quedarme hasta las tantas comiendo como chancho y viendo YouTube estúpido no me daba nada... Esa fue mi forma de topar fondo: un weón cesante penca. Comer mucho, ver tonteras y sentir que me puse estúpido. Es fácil caer en conductas estupidizantes, tienes todo internet para eso, puedes estar todo el día viendo TikTok. No fueron tantos días, pero fueron importantes. Me encontré sin energía para estar con mi hija, porque había estado toda la semana comiendo carbohidratos y solo quería estar acostado. Ahí dije: "Basta". Su primer paso fue cambiar la alimentación, dejar los carbohidratos y el azúcar, porque había alcanzado cerca de 34 kilos de sobrepeso. Hoy ya ha bajado más de 20. --Dije: "Si sigo así, me voy a pasar de largo y voy aseguir siendo miserable". Me obligué a salir a hacer deporte, a andar en bicicleta. El cliché de salir del hoyo, pero funciona: empecé a sentirme mejor. Todavía no tenía pega, pero la actitud era distinta. Cuenta que se planteó la posibilidad de dedicarse a escribir cursos de e-learning, algo que ya había hecho antes. También pensó en lanzar una línea de poleras con curatoría de frases o chistes. Incluso se le pasó por la mente abrir un restorán. --Y la fantasía de poner un cine no se acaba nunca, pero eso sí son palabras mayores. Al poco tiempo, se reactivó la serie que estaba pausada desde inicios del año pasado.
También se estrenó "Baby Bandito". --¿ Qué cosas buenas han pasado con la serie? --A riesgo de sonar como animador de Viña, el cariño de la gente, leer tanta buena onda, gente que dice que la vio en un día, que se la recomendó a su papá. O comentarios específicos de que les gustó tal cosa.
Al final es lo que te gusta hacer, te gusta hacer personajes, que la gente se conmueva, y cuando responden a eso es bacán y te dan ganas de seguir haciéndolo. --¿ Es algo que no te pasaba hace rato? --Había mucho trabajo que terminó en nada o terminó guardado o todavía no se estrena. "Baby Bandito" igual fue una suerte, fue bien inusual... no me pasaba hace rato. Diego Muñoz es la pluma detrás de "Baby Bandito", la nueva serie de Fábula que ha sido un hit en Netflix.
Conocido también como "Hermes el sabio" por sus críticas de cine, cuenta cómo a pesar de haber dado el salto a las plataformas de streaming estuvo diez meses sin trabajo, deprimido y comiendo en exceso, y llegó incluso a pensar en dedicarse a otra cosa. POR ANTONIA DOMEYKO EL ÉXITO DE UN GUIONISTA que se sentía miserable "Estaba contento porque estaba escribiendo para Netflix, pero al mismo tiempo con susto, porque pensaba quizás no funciona", dice. Fue entonces que comenzaron a pasar los meses y no lograba encontrar trabajo. H ÉCT O R A RA VENA Diego dejó de hacer talleres de crítica de cine porque, dice, ya nadie paga por eso. "Encuentro que es una estafa piramidal. Les voy a enseñar cómo hacer una crítica atractiva, ¿para qué? ¿ Para Facebook? ¿ Para un pie de una foto en Instagram?"..