Autor: Juan Ignacio Martin
El Ministerio de Ciencia: un juguete roto
El Ministerio de Ciencia: un juguete roto D e improviso y sin mayor ruido, hace alguda para pensar en los objetivos del club.
La situación es preocupante para el ministerio y su ecosistema, especialmente si recordamos que el presidente Gabriel Boric, a inicios de su mandato se comprometió a avanzar en destinar el 1% del PIB en investigación y desarrollo. Sin embargo y más allá de haber aumentado el presupuesto, el 0,41% actual parece más un premio de consuelo que una victoria para la disciplina. El panorama futuro tampoco se ve muy auspicioso.
Sobre temas asociados a ciencia y tecnologia, los candidatos presidenciales no han manifestado mayores opiniones o han planteado propuestas para atender los principales problemas ministeriales, como la criticada gestión de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Como ha sido la tónica en los últimos años, la actividad cientifica queda reducida a un tercer y cuarto plano, salvo que a una pandemia se le ocurra aparecer para revolucionar nuestras vidas y el mundo politico se dé cuenta de lo importante que es esta disciplina para el bienestar de la ciudadanía. Suele hablarse de "juguete roto" para describir aquello que alguna vez alcanzó la cima, pero luego perdió su propósito y ya no tiene el valor de antes.
Hace tiempo que los minutos de gloria pasaron en el MinCiencia y las cosas no funcionan como nos gustaría que fueran. nas semanas se anunció la salida de Alsén Etcheverry como ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MinCiencia). En su reemplazo asumió el abogado y ex rector de la Universidad de Valparaiso, Allo Valle. Un nuevo ministro para una administración que en poco más de tres años ha designado a un poker de autoridades para ejecutar y coordinar las políticas científicas del pais.
Asi, sin entrar a juzgar sus capacidades y competencias profesionales, Valle se convierte en el cuarto jefe que tendrá es ta cartera, que parece notener una hoja de ruta clara en los meses que restan de gobierno.
Pero este extravio en la función que debería tener este ministerio no es algo nuevo y se acentuó cuando la propia Etcheverry paso a asumir a fines del 2024 el rol de vocera de Go bierno subrogante, dejando sus labores en el MinCiencia en una suerte de nebulosa, en la que uno no sabia cuándo le tocaba tomar el papel cientifico por sobre el de portavoz politica.
Si aún no logra dimensionar la situación, déjeme ponerle un ejemplo cercano: piense en su equipo de fútbol favorito. ¿Diria usted que hay una buena gestión si en tres temporadas ya han pasado cuatro entrenadores por el banquillo y uno de ellos, además, dirigía a la vez otro plantel? Por lo bajo, *Centro de Estudios de la Comunicación (ECU) Universidad de los Andes C Columna.