Autor: B. VIAL y J. HERRERA.
Daniela Peñaloza: LA “HEREDERA” DE LAVÍN EN LAS CONDES
Mujer, “meritócrata” y con sello social. Estas son algunas de las características que hicieron que Joaquín Lavín se inclinara por ella para la próxima elección municipal pese a las dudas iniciales de su entorno. Cercana al ministro Bellolio, al presidente de la UDI, Javier Macaya, y al diputado Guillermo Ramírez, la psicóloga UC corre contra el tiempo para hacerse conocida, su principal obstáculo.
De políticas sociales y de política sí sabe, “llevo 15 años en esto”, dice la nueva candidata. | CANDIDATA A ALCALDESA Cuando el jueves 7 de enero el alcalde Joaquín Lavín llamó a su oficina a la entonces subdirectora de Desarrollo Comunitario, Daniela Peñaloza, para ofrecerle ser la candidata de Las Condes, no sabía cuál sería su reacción. Solo se aferró al dato que había conseguido: estaba dispuesta a ser concejala por La Reina, lo que significaba que no le temía a una candidatura. Ella, en cambio, pensaba que el alcalde la citaba para hablar sobre los programas destinados a la clase media. Sin embargo, el tema era otro, Sin rodeos, Lavín le propuso ser la candidata a la alcaldía de Las Condes por Chile Vamos. Lo primero que se le vino a la cabeza a la psicóloga de la UC fue su trayectoria. Llevaba 15 años trabajando en el sector público. Había estado en las municipalidades de La Reina y de Las Condes, había sido la subdirectora del Injuv. En el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera, fue jefa de Jóvenes al Servicio de Chile, programa de la Fundación Jaime Guzmán y había sido una activa dirigente estudiantil.
Luego, pensó en su familia, en sus dos hijos hombres y en su guagua mujer de seis meses —el 22 de diciembre pasado había reción terminado su postnatal — y en su marido, el actual subsecretario de Hacienda, Alejandro Weber. De vuelta a la realidad, con Lavín frente a ella esperando su respuesta, Peñaloza le dijo que sí.
“Tengo 38 años, son las grandes ligas, donde pegan fuerte, pero estoy convencida de que lo puedo hacer bien, no por una confianza en mí misma, que la tengo, sino porque yo no me meto en algo donde no é convencida de que lo puedo hacer bien y porque detrás de esta decisión están los vecinos”, dice la nueva candidata. Sentada al otro lado dela pantalla, Peñaloza es directa y clara. Tanto así, que sus compañeros de trabajo inventaron el concepto de “Peñalozismos”, “por su capacidad de decir las cosas de frente, pero con una diplomacia que nadie más tiene”. “No se achica”, dicen otros. Una personalidad que llamó la atención de Piñera en la campaña de 2009, Peñaloza fue a comer a su casa junto a otros jóvenes que eran miembros del comando. Allí, la militante UDI le planteó algunos reparos de cómo se estaba desarrollando la campaña. Piñera le contestó que le propusiera cómo lo haría ella. Peñaloza le dio sus ideas. Al día siguiente, recibió el llamado del ahora Presidente y luego fue subdirectora del Injuv.
“Veo a gente del mundo privado que llega alo público y que fracasan porque no solo es administrar, sino que también es hacer política y creo que ella tiene una combinación virtuosa de ambas cualidades, que a la municipalidad le va a ir muy bien”, dice Ignacio Naudon, exdirector del Injuv. Hermana mayor de tres mujeres, con las que tiene 7 y Il años de diferencia, es hija de padres que fueron la primera generación de su familia en ser universitarios, provenientes de Concepción. Peñaloza fue criada en el mérito. Tenía fama de matea en su colegio, el San Gabriel, desde chica fue la estudiante que se metía en todas las actividades extraprogramáticas del colegio. Incluso fue atleta, aunque no una “buena”, reconoce.
“Mis papás siempre fueron rigurosos, las cosas había que ganarlas, con esfuerzo, y que si yo quería algo, me lo tenía que ganar”, dice la también exdirectora de Educación de La Reina, comuna donde vive y vota. Hoy, ese esfuerzo estará en lograr algo fundamental para un candidato: reconocimiento. En estos momentos, la mayor traba que tiene Peñaloza es que es desconocida para un puesto que siempre ha tenido grandes figuras de la derecha. Por eso, Lavín y todo su equipo están abocados a hacerla popular. Entre ellos está Gonzalo Muller, uno de los más estrechos asesores del alcalde; Emesto Silva, director de la nueva fundación de Lavín, Aire Nuevo; el diputado Guillermo Ramírez, y el mismo Lavín. La meta para el 31 de enero es que todos los vecinos de Las Condes ya hayan escuchado de este nuevo liderazgo femenino. “No tiene apellido, no tiene padrino político, ha llegado hasta acá por su talento y trabajo duro”, dice Ramírez. La jugada de Lavín La primera vez que Joaquín Lavín supo de Daniela Peñaloza fue a través de su entonces jefe gabinete y hoy diputado Guillermo Ras rez. Este conocía a la psicóloga porque fueron parte del movimiento gremialista en la UC, donde además estaban Jaime Bellolio, el exdiputado Arturo Squella y el subsecretario de Minería, Julio Pertuzé, entre otros. El hoy diputado le propuso el nombre de la psicóloga para que lo reemplazara como jefe de gabinete. Sin embargo, Peñaloza aún estaba vivienDo en Estados Unidos donde partió en 2009 su marido y su hijo de 10 meses. Primero ella hizo un máster en Políticas Públicas en la Universidad de Duke y su marido, mientras, se hacía cargo de la crianza; luego alternaron y Weber estudió. Por lo tanto, en ese momento no se concretó una llegada a la Municipalidad de Las Condes. Tras su regreso, Peñaloza se instaló en la Municipalidad de La Reina en el área de Educación, Pero luego Lavín la llamó para un cargo de confianza, como es Desarrollo Comunitario. Cuando el ahora precandidato presidencial tomó la decisión de lanzar su candidatura, inmediatamente pensó en quién sería su sucesor. El natural era su antecesor, Francisco dela Maza, pero Lavín sabía que no aceptaría. Llamó al concejal Julio Dittborn, pero también se negó a sucederlo. Sin candidato claro, el miércoles 6 de enero, Lavín de todas maneras comunicó que no iba a la reelección. Estaba contra el tiempo, el lunes 11 debían inscribirse los candidatos municipales ante el Servel. Comenzó a recibir todo tipo de llamados y las recomendaciones eran buscar un candidato entre los exministros de Piñera o en una figura ya conocida.
Había demasiado en juego: el capital político de Lavín, el control de una de las comunas más ricas del país y el hecho de que, por primera vez, la derecha iba dividida, con Gonzalo de la Carrera como candidato por el partido de José Antonio Kast.
Sin embargo, el alcalde no quería un “ ballo conocido”, Había sacado lecciones de lo que pasó en Vitacura, cuando apoyó a Pa blo Zalaquett, y sorpresivamente ganó la candidata de poli, Camila Merino, apoyada además por Evelyn Matthei.
Desde su entorno, dicen que el alcalde sabe que la nueva lectura política no está en los liderazgos “clásicos”. Con todo, Lavín quería dejar a alguien que siguiera su línea y su foco en la integración social. Sin embargo, el edil no solo debía encontrar a la persona indicada, sino quelo fuera para todo su bloque político. Luego de que nía la parte más difícil: cios. En la UDI no fue tan difícil. Su timonel, Javier Macaya, es de la generación de ella, pertenecen al mismo lote del partido, apodados como los “iluminados”, donde la mayoría hoy son diputados. Macaya, si bien dudó, se convenció, al igual que Lavín, de que era momento de “jugársela” por nuevos rostros. “Es una apuesta por liderazgos modernos, femeninos y con meritocracia”, explica el diputado. En RN, las trabas no fueron tantas, pues no había un candidato del partido con quien negociar. No obstante, con Evópoli sí hubo tensión. El partido que ha ganado terreno en el sector oriente quería tener una primaria para tener un espacio, como lo alcanzado en Vitacura con su candidata, Camila Merino.
El mismo lunes que debían inscribirse las candidaturas, Evópoli insistía en que su carta, Catalina Parot, estaba mejor posicionada, era conocida y ya había sido medida en las encuestas, cues tión que Peñaloza aún no ha hecho. Sin embargo, Lavín insistió. Incluso, el propio Presidente Piñera puso en duda el nombramiento por los mismos riesgos. Pero en su entorno aseguran que Lavín ve en ella tres aspectos claves: empatía y sello social; profesionalismo, formación y conocimiento en políticas públicas; y meritocracia. De todos modos, en Chile Vamos saben que el riesgo es alto y es por eso que todos ya se ordenaron para apoyarla. Muy alto, quizás, especialmente para el alcalde Lavín, que hace una apuesta antes de las primarias de la derecha. Si Peñaloza no gana, él quedará en un pie más complejo. “Porque el electorado más duro de la derecha le dirá, de cierta manera, que no está con él si gana De la Carrera", dice un dirigente.
Los diputados más votados del distrito, Francisco Undurraga (Evópoli) y Gonzalo Fuenzalida (RN) ya se reunieron con ella, semana pasada le tocó el turno a la alcaldes: y precandidata presidencial, Evelyn Matthei, lo mismo con el precandidato presidencial de RN, Mario Desbordes. El ministro Jaime Bellolio la llamó para felicitarla, pero aún no recibe el llamado del Presidente Piñera. Incomodidad en el concejo El primer comentario que hacen los detractores a esta candidatura es que “nadie la conoce” y aseguran que tendría poca experiencia, al solo haber estado tres años en la municipalidad. Desde el Partido Republicano han mirado con atención esta nueva candidatura y aseguran que les juega a favor su poco conocimiento porque, según ellos, Gonzalo de la Carrera estaría mejor posicio- | nado. En una comuna donde predominó el Rechazo, De la Carrera podría en el votante UDI más conservador. Sumado a eso, la inesperada designación de Peñaloza generó molestia en algunos miembros del concejo municipal. “Hay un desconento generalizado dentro del concejo mu pal en términos de las formas en que se decidió y se comunicó quién sería la candidata”, dice el concejal UDI Patricio Bopp.
“Creo que Chile Vamos equivoca en una lectura, en nombrar un candidato sin ofr a los vecinos”, Asimismo, otros señalan que el cargo que ejercía Peñaloza en la dirección comunitaria “es una turbina del manejo del habitante dela comuna, mediante toda clase de subsidios. Programas destinados a mantener arriba al candidato que sea”, dice un miembro del oficialismo. Sin embargo, sus detractores aseguran que con la pandemia, el contacto con los vecinos no sería tan eficiente, por lo que Peñaloza habría perdido su oportunidad de tener contacto directo. “Efectivamente no tengo un nombre conocido enla política y no es desventaja para mí, eso que la ciudadanía está pidiendo. Además, llevo tres años trabajando conlos vecinos en temas sociales y la única forma de haber implementado bien esos programas fue haber estado trabajando con ellos en sus barrios”, responde la candidata. Una El despliegue Con Chile Vamos cuadrado detrás de ella, Peñaloza pretende realizar 100 reuniones a través de la plataforma Zoom hasta el 11 de febrero, para poder conversar con los vecinos. Entre sus propuestas de campaña está la idea de reforzar la organización vecinal para temas de seguridad acompañada de mayor tecnología y así crear destacamentos en cada barrio. Asimismo, asegura que seguirá la línea de innovación que aplicó Lavín.
Peñaloza cree que la nueva Constitución debe asegurar “que, independiente de la comuna donde vivan, van a recibir la misma cantidad de servicios que tienen que ver con la dignidad de las personas y también con el acceso de oportunidades que les permitan desarrollar sus vidas de las formas que quieran”. Definitivamente, esta será una campaña distinta, donde no podrá sacar provecho de su talento como cantante y bailarina. Ahora tendrá que ganar el escenario municipal más emblemático de la derecha. WM