Editorial: Paradojas y despropósito
0EditorialLa educación inclusiva no deberíaseruna o cuestión desagosto y miles de niños de la Región de Antofagasta aún no reciben sus útiles escolares porque un pequeño error gatilló un desastre para los estudiantes más pobres del territorio. Paradojalmente, la situación que enfrenta la Escuela Raíces de Antofagasta no es nueva, pero su gravedad esinnegable.
Esta institución, que durante años ha ofrecido un espacio seguro y especializado para 80 estudiantes con trastorno del espectro autista (TEA), está al borde del cierre por una normativa del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu). En 2019, la misma reglamentación casi provocó el cierre del establecimiento, pero una reinterpretación del Minvu permitió que el seremi de Educación autorizara la creación de cursos adicionales, evitando así una crisis. Sin embargo, cinco años después, la historia se repite, esta vez con menos opciones de solución. La causa principal de este problema radica enla falta de espacio físico dentro de la escuela, buscar una solución sencilla, espacios. En vez de quecuentacontresjornadas. A pesar de estos esfuerzos, el Mineduc ha decidido que estas medidas ya no son suficientes y exige que la escuela en-se empeora todo. cuentre un nuevo espacio para funcionar. Como es sabido, el mismo Ministerio tiene un descalabro con la falta de cupos en la educación pública, situación ala que deben exponerse los menores de la Escuela Raíces y sus familias.
Este enfoque rígido del Ministerio ignora la realidad de una escuela que ha diseñado su funcionamiento entorno a las necesidades específicas de sus estudiantes y solo resalta la indolencia y severidad de la autoridad cuando le conviene, pero una infinita capacidad para esconder sus propias incompetencias, como la atrasadísima entrega de útiles escolares.. La situación de la Escuela Raíces revela una desconexión entre las normativas y las necesidades de los estudiantes. Hay asuntos más graves sin solución hoy mismo.