"Felipe ya no es de nosotros y eso tenemos que respetarlo"
"Felipe ya no es de nosotros y eso tenemos que respetarlo" Constanza León A. k Acá convivo con todos los animales que dejó Felipe: Cachantún, el burro; su mona Rita, sus halcones... Felipe, buscando un lugar cerca de Santiago, pero alejado del ruido, encontró este maravilloso lugar cuando no existían ni vecinos. Este era su refugio, sus animales le daban paz, eran su cable a tierra, lo desconectaban de su agitada vida pública", dice Soledad Camiroaga, quien se hizo cargo de la emblemática parcela de Chicureo.
Fotógrafa, amante de los animales, es la hermana más cercana del que quizás haya sido el más querido animador de la televisión chilena, el que dejó a un país de luto con su muerte el 2 septiembre de 2011, en el trágico accidente del avión de la Fach que lo trasladaba a Juan Fernández. "Yo nunca he dado una entrevista, pero todos me decían que ya era tiempo, que era necesario", explica ella caminando entre los olivos. Por ahí se luce con acudidas Barquillo, el más viejo de sus caballos de polo. Cerca descansan los animales que están preparándose para comenzar con las terapias de la Fundación Felipe Camiroaga, el proyecto que impulsa con fuerza la familia y sus amigos más cercanos.
También está su padre, Jorge Camiroaga, con sus 87 años a cuestas, caminando con un bastón, pero sin hacerle el quite nia los desniveles del terreno ni a los escalones de la terraza donde se instalan a conversar. "Voy a cumplir 88 en junio. La tecnología no me permite participar de ella, pero me manejo solo en todas partes. Vivo solo y me las arreglo bien", comenta sonriendo. "Estoy lleno de esperanza para que este proyecto resulte cada día mejor.
Estamos muy contentos". --Felipe llegó acá en 1996, aún vemos a algunos de sus animales. ¿Y los halcones? Soledad: --Los halcones los tienen una familia de amigos, que son sus cuidadores, los mismos que los entrenan. Ellos tienen una parcela acá cerca, donde vive la Alberta, la regalona de Felipe. El último se trajo de Chequia.
Siempre hacemos vuelos juntos, a mí la cetrería me encanta. --Tú te defines como "amante de la fotografía y los animales". Y entiendo que trabajaste en un haras mucho tiempo fuera de Chile. ¿Te fue natural hacerte cargo de este lugar? Soledad: --Sí, porque tengo bastante manejo en la parte ecuestre. Mi primer trabajo fue en un centro ecuestre en Irlanda, donde trabajé 18 años. Me fui con 21 años, porque yo quería ver el mundo. Empecé de petisera y terminé dando clases. Mi pasión por los animales la comparto con mi hermano desde siempre.
Llegué a Chile el 2007 y me hice cargo de los cabellos del Feli cuando él jugaba polo. --¿ Cómo decidieron abrir a las terapias este espacio tan importante para ustedes? Soledad: --Ya era hora de hacer algo lindo en nombre de Felipe. Teníamos que lindo en nombre de Felipe. Teníamos que lindo en nombre de Felipe. Teníamos que lindo en nombre de Felipe. Teníamos que lindo en nombre de Felipe.
Teníamos que Soledad y Jorge Camiroaga: "Felipe ya no es de nosotros y eso tenemos que respetarlo" La hermana que se hizo cargo de la emblemática parcela de Chicureo, impulsó junto a su padre, y el resto de su familia, la Fundación Felipe Camiroaga, que trabajará por los niños autistas para preservar el legado del fallecido animador. "Como familia teníamos una deuda, que es este homenaje a Felipe", declara en su primera entrevista. hacer algo importante con su sello, preservar su legado, y qué mejor que ayudar a través de los animales. Es una idea que nos rondaba hace un par de años, tenemos mucha gente cercana con niños con autismo, en distintas escalas, Nos ha toc: do el corazón, porque sabemos el alto costo delas terapias. Hoy existe una gran cantidad de niños con autismo y va en aumento. Compartir este contacto que nosotros hemos tenido con los animales es lo que queremos para estos niños. Desarrollar esa sensación de libertad que el animal te da. El caminar con el caballo, el contacto, te abre otros campos. contacto, te abre otros campos. contacto, te abre otros campos. contacto, te abre otros campos.
El 15 de mayo, a las 20.30 horas en el Teatro Caupolicán, se realizará el evento "Juntémonos con Felipe" para reunir fondos.. Una noche con Stefan Kramer, Álvaro Salas, Américo, Luis Jara y amigos como Karen Doggenweiler y Carolina de mo Karen Doggenweiler y Carolina de Moras, entre otros. Lorena Álamos, su expareja, también está ahí colaborando con la fundación. Lo mismo Daniel Sagúés, quien dirige la jornada. "Todos estos años, ha habido harta pena, mucho dolor, pero ahora uno ya está más entero para comenzar.
Felipe está en espíritu con nosotros", añade Sagiés, que está también en la parcela ajustando los detalles del evento. "Felipe en sus primeros años iba todos los veranos a Villa Alegre, en el Maule, porque mis padres veraneaban allá. Y cuando murió, me pidieron ayuda y autorización para hacer un museo. Gracias a ese museo este pueblito empezó a prosperar. Antes, si alguien quería llevar flores asus muertos, tenía que sacarla del jardín. Hoy hay cinco o seis flor gaban tres o cuatro micros s sitar el cementerio (donde están parte de las cenizas de Felipe Camiroaga) y el museo. Hay restaurantes. Hoy te puedes alojar allá. Ese museo sigue ahí y está florejar allá. Ese museo sigue ahí y está florejar allá.
Ese museo sigue ahí y está flore. "Felipe ya no es de nosotros y eso tenemos que respetarlo" ciente", agrega. --¿ Qué cosas hay de Felipe en el museo actualmente? Soledad: --Fotografías familiares, uno de sus cascos de polo, unos lazos de montura, cartas, muchas cosas que donamos. Jorge: --Una chaqueta de Luciano Bello y hasta unas banderas mapuches también, de las que puso la gente que lo fue a despedir en TVN. Yo las rescaté y las llevé a Villa Alegre. Ese lugar es un espacio donde hoy la gente puede recordarlo. --Esta fundación es familiar. Está encabezada por Gabriel Valenzuela, cuñado de Felipe, y participan en el directorio no solo ustedes, también Daniel Bontempi, uno de tus hermanos. Soledad: --En la fundación estamos todos. Mis hermanas Paola y Andrea Bontempi (hermanas por el lado materno), que están en Madrid, también ayudan y mandan ideas a la distancia. Francisco, que vive por acá cerca, también. Como familia teníamos una deuda, que es este homenaje a Felipe, porque hemos estado muchos años medio enclaustrados, sin participar mucho de nada. Este es un nuevo comienzo. Felipe está en cada centímetro de este lugar: en sus animales, en cada árbol, en cada rincón. Su energía está aquí. Juntarse a recordarlo también es una deuda pendiente con Chile.
Queremos que la gente pueda sentir que está cerca de él. --Felipe murió en 2011. ¿Cómo ha sido ese contacto con la gente todos estos años? Soledad: --A mí me impresiona mucho lo que la gente quiere a Felipe. Jorge: --A donde voy, alguien me reconoce. Y cuando se acercan a mí, ellos se están acercando a Felipe. Me pasa bastante seguido, con gente que yo no he visto nunca en mi vida, que se emocionan, lloran, yo los consuelo y, a veces, lloro también con ellos. Yo llevo 13 años en esto. Una vez, me fui a comprar un traje. Y cuando estaba pagando, entregué el cheque y me preguntan: "¿ Qué tiene que ver usted con Felipe?" Bueno, les explico. Rompieron el cheque y me hicieron un buen descuento.
Esas cosas me pasan bastante seguido. --Ese carisma que tenía como animador, ese fenómeno que lo hacía parecer que era el amigo de todos, probablemente, fue lo que provocó el duelo colectivo que dejó con su partida. Jorge: --Vimos tantos calendarios de Felipe en diferentes pueblitos del sur. Y siguen ahí, aunque sean los antiguos. guen ahí, aunque sean los antiguos. guen ahí, aunque sean los antiguos. guen ahí, aunque sean los antiguos. guen ahí, aunque sean los antiguos. Soledad: --¡ Mi papá siempre compra el calendario! Jorge: --... Este año no lo encontré. Soledad: --Está el Instagram (OLaRu--Está el Instagram (OLaRutadelHalcón, de un chico que viaja por el mundo con una toalla de Felipe. Muy divertido.
Bueno, venden toallas, tazas, todo tipo de merchandising. --¿ A ustedes les gustaba eso? Jorge: --Es que Felipe ya no es de nosotros y eso tenemos que respetarlo. --¿ Ustedes lo entendieron así siempre? ¿ Cómo fue para usted convivir con esa fama de Felipe? Soledad: --Nunca lo sentí como tedioso ni nada. ¡Siempre fue un honor! Sentimos siempre mucho cariño. Jorge: --Felipe y yo teníamos una relación impresionante.
Era tanto el cariño que yo le tenía, él me hacía sentir que yo era dueño de todo esto, porque él compartía conmigo todas sus cosas, sus éxitos, todo... No compartía mucho a las mujeres eso sí.
Debería haber sido más generoso con el papá (carcajadas). "Al principio, fue espantoso" --Parece que fue épica esa última fiesta que él hizo con su equipo del canal, en esta misma parcela, donde rifó autos y motos para su gente. Soledad: --Eso fue después de que animó el Festival de Viña del 2010. Quiso compartir ese éxito con ellos, agradecerles. "Yo soy lo que soy gracias al equipo que tengo", decía. La fiesta fue impresionante, yo estaba. Tocaba el grupo La Noche. Compró tres autos y unas 10 motos. Algunos iPads. Todo el mundo tocaba la Puerta acá y preguntaba qué estaba pasando (risas). Jorge: --Los halcones se encargaban de elegir a los ganadores, porque volaban hasta su brazo. El primero cayó en manos de Tonka (Tomicic), que estaba en representación de otro compañero. El segundo se fue para el mejor compañero, Soledad: --Yo llegué junto con el tercer auto, que venía de sorpresa cuando la gente pensaba que ya se habían acabado. Muy simpático. --Felipe era un tipo muy generoso, muchas de esas gestiones dicen que las hacía en silencio, Soledad: --Generoso con los amigos y con la familia. Jorge: --De muchas cosas nos enteramos nosotros después, por gente que se ha acercado para agradecernos lo que Felipe había hecho por ellos. Soledad: --Un chico me escribió en Instagram hace poco para contarme que Felipe le había pagado la universidad. Él era médico. Y solo quería agradecer. Te juro que se me paraban los pelos. Sagíiés: --Una vez conoció a un concertista en piano, de 18 años, que no podía pagar sus estudios. Felipe le pidió que le hiciera clases a cambio de que él le pagara la mensualidad. Se compró un piano de cola, pero las clases duraron tres meses porque se aburrió (risas). Él quería sentarse al piano y tocar altiro. Canceló las clases, pero siguió pagando. --¿ Desde chico tenía ese encanto? Soledad: --Siempre. Yo me disfrazaba con él. Desde chico hacía tonteras, se pintaba los dientes negros, se hacía cicatrices en la cara, se ponía el gorro chueco, Mientras más feo mejor. Jorge: --Siempre pensé que, estando adentro del canal, iba a conseguir avanzar. Pero nunca pensé que iba a llegar tan lejos. lejos. lejos. lejos. lejos.
Me pasa bastante seguido, con gente que yo no he visto nunca en mi vida, que se emocionan, lloran, yo los consuelo y, a veces, lloro también con ellos". Jorge Camiroaga q Un chico me escribió en Instagram hace poco para contarme que Felipe le había pagado la universidad. El era médico. Y solo quería agradecer.
Te juro que se me paraban los pelos". Soledad Camiroaga Soledad: --Cuando Felipe le dijo a mi papá que quería estudiar televisión, mi papá le dijo: "A mí me da lo mismo lo que estudies, pero en lo que sea, tienes que ser el mejor". --¿ En qué otras cosas se manifestaba lo presente que siempre estaba él? Jorge: --Un día yo saliendo con mi mujer al sur, estaba poniendo las maletas en mi auto, y de repente llega una persona al edificio y me pasa unas llaves. "Don Felipe le manda la camioneta que está afuera". Una camioneta estupenda. Ese tipo de cosas siempre las hacía. Totalmente inesperadas. Estaba siempre muy preocupado de mí. --Han vivido rodeados de alegrías, ¿pero cómo ha sido también procesar el dolor? Jorge: --Al principio, fue espantoso. Para todos nosotros. Sí logré reconocer que, inconscientemente, yo me sentí por mucho tiempo el único deudo de Felipe.
Hasta que un día me cayó la teja; porque eso mismo que sentía yo, lo sentían también mis otros hijos. --Además, debe ser una tristeza que no se pasa, con la que hay que aprender a vivir... Jorge: --Ese dolor lo llevo hasta el día de hoy. Soledad: --Fue muy doloroso. Extrañamos a Felipe. Sin embargo, nos hemos unido mucho como familia; como hermanos siempre fuimos muy unidos. Felipe siempre hizo cosas por nosotros. Un día nos dijo: "Por qué no nos compramos un refugio en La Parva?". ¡Y ya! Partimos todos los hermanos a buscar ese refugio, porque todo lo compartía. Jorge: --A Felipe lo recordamos todos los días. De verdad. Hubo un tiempo en que yo, cuando tenía pena, me iba al baño y me instalaba a llorar y llorar. Para llorar tranquilo e intentar darle escape a lo que sentía. Porque fue muy brutal lo que ocurrió y cómo murió. Y ni siquiera pensaba: ¿ Cómo me va a ver la gente llorando? Me importaba un rábano. Soledad: --Mi papá lloraba hasta en el supermercado. Jorge: --En todas partes. Hoy duele igual. Y hay veces en que aparece en la televisión y me quedo viéndolo, pero otra veces lo cambio porque ya no tengo ganas de escuchar siempre lo mismo. Soledad: --Yo corté la televisión en mi casa desde que murió Felipe. No quería más. Encuentro bien tóxico cómo tratan los temas muchas veces. Y le dieron mucho a la pérdida de Felipe, para mí fue muy fuerte... Bueno, ahora queremos retribuir todo el amor que hemos sentido como familia en casi 14 años. Jorge: --Lo curioso es que a Felipe el público no lo abandona. Yo le acabo de entregar a mi hija algo que le escri mucho, ojalá lo puedas ver. Le dije que él nunca envejecerá. Mientras nosotros estemos vivos, Felipe estará entre nosotros. temos vivos, Felipe estará entre nosotros. temos vivos, Felipe estará entre nosotros. temos vivos, Felipe estará entre nosotros. temos vivos, Felipe estará entre nosotros. Lea la versión completa de esta entrevista en www.lasegunda.com entrevista en www.lasegunda.com.