Autor: RAúL CAAMAño MATAMALA, PRoFESoR UNIVERSIDAD CATóLICA DE TEMUCo
Columnas de Opinión: Aniversario de la Universidad Católica de Temuco
La Universidad Católica de Temuco ha sido fundada ¡ dos veces! Una vez, la primera, el 8 de septiembre de 1959; una segunda vez, el 10 de julio de 1991. ¿Qué tal? La Universidad Católica de Temuco actual es la sucesora de aquella institución de educación superior que fundara monseñor Alejandro Menchaca Lira, entonces obispo de la diócesis de Temuco, el martes 8 de septiembre de 1959. Su firma, en un salón del Club Temuco, rubricó un decreto diocesano, con la asistencia de autoridades locales, provinciales, y el respaldo de la ciudad de Temuco y de la provincia de Cautín. Esa fue la primera fundación, audaz, atrevida, heroica. ¿La segunda fundación? La que suscribiera también valientemente monseñor Sergio Contreras Navia, ya con plena autonomía y nuevo nombre propio, Universidad Católica de Temuco. Ello ocurrió el miércoles 10 de julio de 1991, junto a las también autónomas Universidad Católica del Maule y Universidad Católica de la Santísima Concepción. La fundación de las Escuelas Universitarias de la Frontera, o Universidad de la Frontera, nombre que sostuvo y mantuvo por poco más de una década, contó con el respaldo de la ciudadanía. Solo ese día 8, se exhibían nombres y firmas de poco más de 150 propiciadores temuquenses y de localidades vecinas. Con el pasar de los días, se sumaban decenas, centenas de nuevos propiciadores, llegando a totalizar, a mediados de noviembre, solo dos meses después de la fundación, poco más de dos mil los propiciadores. No conozco, no he sabido de apoyo ciudadano tan relevante a una institución de educación superior en Chile, en el pasado ni en el presente. Lo afirmo, y lo reafirmo, no tengo duda de que el arrojo inicial de ese acto fundacional y el respaldo ciudadano que concitó es inédito a nivel nacional.
Este compromiso con la ciudadanía fue corroborado con el respaldo académico de la Universidad Católica de Chile, institución que ratificó la solicitud del obispo Menchaca y del Consejo Universitario ya en los primeros meses de 1960, luego de resistir no pocos empeños o embates gubernamentales y no gubernamentales que sostenían propias iniciativas de instalación de una sede universitaria estatal en Temuco. Finalmente, ambos proyectos se establecieron a la par con singulares destinos.
A sesenta y cinco años de la fundación de la que es hoy Universidad Católica de Temuco, al abrigo de la diócesis San José de Temuco, con más de cincuenta programas académicos de pregrado, totalizando más de una veintena de programas de magíster y doctorados acreditados, con relevantes hitos en proyectos de investigación, particularmente en áreas de educación, recursos naturales, ciencias sociales, no dudo de que la Universidad Católica de Temuco cumple a plena satisfacción los designios del decreto fundacional de monseñor Menchaca Lira, y de los poco más de dos mil temuquenses y ciudadanos de la provincia de Cautín que firmaron, apoyaron a la que en principio se llamara Universidad de la Frontera, o Escuelas Universitarias de la Frontera.
Cierro esta columna con respaldo documental de primera mano; así, quiero rendir un homenaje a once personas que firmaron entonces como propiciadores de la fundación de esta institución de educación superior, ellos son Eduardo Gras Díaz, Rodolfo Neumann Thiers, Juan Gajardo Coulon, Pedro Pastor Araya, Anfión Podlech Michaud, Mario García Sabugal, Verónica Marín Amenábar de Chubretovich, Archibaldo Bolomey Muñoz, Myriam Airola Montiglio, Aldo Capurro Mora y Harold Noack Scherer. Ellos aún nos acompañan y es de toda nobleza destacarlos. ¡Gracias, muchas gracias, por confiar en esta obra! ¡Felices 65 años, Universidad Católica de Temuco!.