Autor: Rodolfo Ugarte Arquitecto
Columnas de Opinión: Antofagasta en su punto bisagra
Columnas de Opinión: Antofagasta en su punto bisagra Oo E: eltenisse habla de “punto bisagra” cuando unsolo pun10 puede definirel curso completo de un partido. Hoy, sin [duda, la Región de Antofagasta vivesu propio punto bisagraterritorial.
ElGobierno Regional, enuna acción excepcional, desarrollará de manera simultánea tres procesos clave para el futuro y l+ de Antofagasta: la Estrategia Regional de Desarrollo (visión neamientos estratégicos para la inversión), la Zonificación del Borde Costero (definición de usos vinculantes a concesiones marítimas) y la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde (plan deacción para hacer posible estaindustria emergente). Tres instrumentos que, en conjunto, pueden alinear visión, planificación y acción. Nunca habíamos articulado el para qué, el cómo y el qué de nuestro desarrollo territorial. Quizás ahí radique el origen de muchas de nuestras fragmentaciones, conflictos e incoherencias que nos condicionan. Esta convergencia no es solo inédita. Es una oportunidad histórica para repensar el rol del Estado y la manera en que concebimos el desarrollo territorial. La planificación debe dejar de ser un ejercicio técnico fragmentado. Debe convertirse enun proceso permanente de gobernanza, capaz de articular visión estratégica, políticas públicas e inversión.
Esto implica unsalto conceptual: dejar atrásla planificación sectorial y avanzar hacia una gestión territorial integrada, que considere simultáneamente los usos desuelo, los recursos estratégicos, la infraestructura habilitante y la vocación ecológica del territorio como sistema vivo.
Nuestra región, marcada por una historia y presente de extractivismo, donde la inversión se ha relacionado con el terri. torio bajo una lógica de enclave, enfrenta hoy desafíos globales como la transición energética y la crisis climática. Aestose suman demandas locales urgentes: diversificación productiva, inclusión social y regeneración ambiental. Ya no basta con planificar. Debemos gestionar de forma habilitante, con un Estado que rompa las barreras ideológicas que lo han reducido al rol de mero espectador o fiscalizador. Un Estado que se transforme en un actor proactivo, capaz de anticipar, activar, coordinar y desencadenar procesos transformadores. En este marco, integrar conceptos como ordenamiento territorial e infraestructura compartida resulta clave para no repetirlos errores delas últimas décadas. Antofagasta, siendo la región con mayor demanda de agua y energía para la industria entodoel país, no fue capaz de impulsar una desaladora públicaniredes eléctricas de alta tensión de uso compartido. La relación entre ordenamiento territorial e infraestructura compartida no es unaabstracción.
La industria del hidrógeno presenta los mismos desafíos que enfrentaron las industrias anteriores. ¿Por quéno imaginar una red pública de almacenamiento y distribución de hidrógeno verde, al servicio de múltiples proyectos, como ocurre en los clústeresindustriales de Rotterdamo Hamburgo, que marcan la vanguardia de esta industria anivel mundial? ¿ O dejaremos nuevamente el territorio a merced della libre demanda, como ha sido históricamente, maximizando conflictos y barreras? Ojalá que el año 2025 sea recordado no solo como el más ambicioso en planificación regional, sino como el año en que la Región dejó deser solo elterritorio quemás produce para el No por lo que país, y comenzó a ser el mejor lugar para vivir. produce, sino por lo que promueve y posibilita asus habitantes. Columna.