COLUMNAS DE OPINIÓN: Más allá del portonazo
COLUMNAS DE OPINIÓN: Más allá del portonazo Marcelo Sánchez Gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo Más allá del portonazo robo violento de vehículos se ha E consolidado como una de las principales amenazas en los centros urbanos de la Región Metropolitana, delito que aumenta de manera significativa la percepción de inseguridad en la ciudadanía. Sólo con las estadísticas de enero a septiembre de 2024, la PDI da cuenta de 391 casos, abarcando el 85% del total nacional. Estos delitos conocidos popularmente como "portonazos" y "encerronas"han llegado a niveles preocupantes, incluso con la pérdida de vidas humanas, como fue el caso de un adulto mayor en octubre pasado en Maipú. Lamentablemente las bandas que protagonizan estos delitos están conformadas mayoritariamente por adolescentes de nacionalidad chilena, un dato que debe preocuparnos por las causas sociales que están a la base. La PDI creó la «Fuerza de Tarea EPA» (Encerrona, Portonazo y Abordazo) especializada en estos delitos con importantes avances, como la detención de bandas prolíficas con a lo menos 10 robos acreditados. Así también, ha logrado establecer patrones delictivos, horarios, lugares y edades de los involucrados.
Es indudable que el control policial es fundamental, así como más y mejores patrullajes, sistemas de vigilancia de alto estándar como mecanismo para la imputación delictiva, además de la oportuna coordinación interinstitucional; sin embargo, se hace necesario cuestionar las causas de este problema: ¿ qué falla en nuestra sociedad para que adolescentes y niños se vean involucrados en trayectorias delictivas? Es evidente que se requiere de todos los actores sociales (Estado, comunidad, instituciones educativas y familias) para buscar, articular e implementar una solución integral adecuada a cada realidad. Los niños que participan en delitos han estado muchas veces expuestos --y de manera tempranaa modelos antisociales al interior de sus familias y entornos cercanos, algunos también han sido excluidos del sistema escolar.
Para cambiar esta realidad debemos fortalecer los espacios protectores que han sido erosionados en la familia, la escuela y la comunidad, a través de una agenda temprana de prevención social que no llegue tarde; porque cuando detrás de un arma hay un niño con alcohol y drogas, hay muy poco por hacer. Actuar es urgente.. - -