EDITORIAL: La deuda que no puede seguir esperando
EDITORIAL: La deuda que no puede seguir esperando Comenzó una nueva etapa para la educación pública de La Serena y la provincia de Elqui.
Con el arranque oficial del Servicio Local de Educación Pública (SLEP Elqui), se abre una oportunidad concreta para avanzar hacia la modernización del sistema, con el foco puesto en las comunidades escolares, los estudiantes y la calidad de los aprendizajes. Pero sería ingenuo pensar que el traspaso de la administración es suficiente para pasar la página de una crisis que lleva años golpeando a profesores y trabajadores. La deuda previsional que dejó la Corporación Gabriel González Videla no es solo una cifra millonaria. Es, sobre todo, una deuda de dignidad. Según confirmó el propio director del SLEP Elqui, Pedro Esparza, el monto asciende a más de 30 mil millones de pesos.
Y aunque la ley dice que esta deuda le corresponde al municipio, el Ministerio de Educación asumirá el pago para que la situación no siga afectando a quienes han dedicado su vida a la educación pública. Pero este compromiso no puede convertirse en letra muerta. No puede quedar atrapado en la burocracia, ni mucho menos diluirse con el paso de los meses. Los profesores y asistentes han esperado demasiado. Lo que les corresponde no es un favor: es la devolución de años de esfuerzo, de trabajo y de aportes que fueron descontados religiosamente de sus sueldos, pero que nunca llegaron a las instituciones previsionales.
Es aquí donde surge la pregunta clave: ¿ será esta vez diferente? La historia reciente de la educación municipalizada en La Serena está llena de promesas incumplidas, de mesas de trabajo que nunca avanzaron y de fechas que se fueron corriendo sin solución a la vista. Por eso, si realmente se quiere inaugurar esta nueva etapa con el pie derecho, el MINEDUC debe cumplir, y debe cumplir ahora. Porque más allá del anuncio, el pago efectivo de la deuda será la verdadera señal de que el Estado está dispuesto a reparar el daño. Porque no se puede hablar de calidad, de futuro ni de gestión moderna cuando aún hay trabajadores que enfrentan jubilaciones empobrecidas por decisiones administrativas que nunca debieron ocurrir. La deuda que no puede seguir esperando No se puede hablar de calidad, de futuro ni de gestión moderna cuando aún hay docentes que enfrentan jubilaciones empobrecidas por decisiones administrativas que nunca debieron ocurrir..