Cartas: CARTAS
Profesionales comprometidos con la salud de la mujerSeñora Directora: Antaño para ser matronas, e ingresar gratuitamente a formarse como tales, era necesario saber leer y escribir, haber recibido educación y ser jóvenes, robustas y bien constituidas. La formación duraba dos años y las alumnas tenían una hora diaria de clases teóricas y el resto era práctico. Encasilladas exclusivamente en la asistencia del parto normal, fue el punto de partida para el desarrollo de la profesión en el país. En 1930 la enseñanza profesional se amplió a tres años incluyendo un internado en Maternidad y en 1934 las exigencias curriculares y los requisitos de ingreso se ampliaron hasta el cuarto año de Humanidades. Así nuestra formación transitó de una formación empírica como parteras a una formación profesional. Actualmente la carrera dura cinco años, otorgándose el grado de Licenciatura y título profesional de Matrona/Matrón. Es necesario visibilizar al profesional matrón y matrona, más allá de un día, que sirve para celebrar y para sentirse orgullosos de haber elegido esta profesión tan linda.
Personalmente es una satisfacción liderar y acompañar a mis colegas en la tarea de formarprofesionales matronas y matrones, porque, aunque existen variantes de nuestra profesión en los diversos países, así como en la formación académica y el campo del desempeño profesional, conmemorar nuestro día nos hace conscientes de quienes somos en el sistema sanitario y en la sociedad.
Hoy más que nunca nos comprometemos con su formación profesional y su desarrollo académico para que sean profesionales capaces de enfrentarse a diversos desafíos, comprometidos con la sociedad, preparados para entregar cuidados de salud seguros, enmarcados siempre en el respeto por la vida y la dignidad de las personas en el ámbito de la salud sexual y reproductiva de la mujer, su pareja, el recién nacido y su familia. Porque, aunque no hagamos desaparecer el dolor o la enfermedad, nuestros conocimientos ofrecen calma y seguridad a nuestras mujeres y sus familias. Ivonne Riquelme Espinoza-USSSe premia el que premia. Señora Directora:Como agente literaria, asisto a las principales ferias del libro del mundo para tratar de vender el trabajo de autores y editoriales chilenos que estánen nuestro Catálogo. “Y, ¿este autor o ilustrador tiene premios?”, es la pregunta más recurrente y que, para ser sincera, se me clava con cierta molestia. Ahí empieza mi artillería con argumentos de peso sobre la calidad de la obra, autora o ilustrador.
El recién creado Premio Cultura Científica, que en su primera versión se enfocó en libros de divulgación científica, es una iniciativa para aplaudir en muchos sentidos: visibiliza la excelencia dentro de nuestro medio; entrega argumentos de peso para la internacionalización del libro chileno y, por cierto, entrega no sólo aplausos a quienes realizan un trabajo de calidad. En un país tacaño en reconocimientos, este Premio viene a dar aire fresco en un área esencial del conocimiento y del fortalecimiento del pensamiento crítico.
Sus organizadores son la Universidad Autónoma de Chile, a través de su Centro de Comunicación de las Ciencias, y se enmarca dentro de la Cátedra UNESCO de Educación Científica para la Ciudadanía, produciéndose el círculo virtuoso que implica que quien concede el premio se prestigia a sí mismo, no solo al premiado. Vivian Lavín Periodista cultural..