Autor: JUAN ANTONIO MUÑOZ H.
RAIMUNDO LUCO HOY EN CONCIERTO EN LA USACH: “Tengo una relación de amor con mi guitarra”
Alumno de Luis Orlandini, con quien ahora constituye un dúo, a sus 24 años ya es una figura nacional de la guitarra, tanto en los escenarios como en la red. El sitio en You Tube de Raimundo Luco, abierto hace pocas semanas, ya tiene 352 suscriptores y cada uno de sus videos, más de 4 mil visualizaciones.
Allí se lo puede ver y escuchar como solista en una transcripción de la canción “Stándchen”, de Schubert, o junto a su maestro, Luis Orlandini, con quien ha formado un dúo, en la transcripción de John Williams para el Opus 18 de Johannes Brahms. Se trata de productos audiovisuales muy cuidados en imagen y sonido, a cargo de Felipe Díaz y Alfonso Pérez, respectivamente.
Hoy, Luco compartirá escenario en el Aula Magna de la Usach con el gran José Antonio Escobar, donde tocará, entre otras, obras de Bach y Schubert, y el jueves 8 de diciembre, en el Club Suizo, en un concierto junto a Orlandini. La primera gira a Europa del dúo está prevista para mediados de 2023. En su proyecto audiovisual, su próximo video será con “Canción de cuna”, de Juan Amenábar. Raimundo Luco Lagos estaba destinado a la guitarra. Así lo confirma su línea materna. Su tío Hugo Lagos también es guitarrista y fue su primer profesor. Su abuelo, Hugo Lagos Arellano, fue asimismo, un connotado folclorista. “Tengo una foto de 4 años con una guitarra que me regaló mi abuela. Ya estando en el colegio, la música era todo para mí. Quería saberlo y hacerlo todo. Estando en primero o segundo básico, escuché en la casa de una amiga a su hermano tocando bajo eléctrico y quedé maravillado.
Era un riff de “La voz de los 80”. Recuerdo que le pedí un bajo al Viejo Pascuero y el día de Navidad estaba muy emocionado cuando vi que para mí había una gran caja en el árbol. Pero no era un bajo, sino una guitarra. Me enamoré de inmediato de ella y descubrí todas sus posibilidades.
Desde entonces, tocar guitarra fue algo así como mi rol en el colegio”, relata. —¿ Y cómo fue que llegaste a la guitarra clásica? “Gracias a Hugo Lagos, mi Raimundo Luco Lagos obtuvo el premio Liliana Pérez Corey (2017) y también ha ganado un concurso en Uruguay, en música de cámara. tío, que es una de mis figuras paternas más importantes. El me dijo un día que la guitarra eléctrica tenía un sonido muy feo y que debía irme por la guitarra clásica. Y me pasó la transcripción de una partita de Bach. Me fui para mi casa y me puse a ensayar hasta que la saqué y llegue después a mostrársela. El estaba muy impresiona que yo la tuviera aprendida. Entonces se convirtió en mi profesor. Después postulé al Conservatorio de la U. Católica y mi tío me dijo que tenía que tomar clases con Luis Orlandini. Quedé aceptado y mi mamá insistió en que Luis fuera mi profesor, y así fue”. —¿ Cómo fueron esos inicios con Luis Orlandini? “Él es un gran artista, además de un maestro extraordinario. Debería estar haciendo clases en los mejores conservatorios del mundo. Al comienzo, mi trabajo no fue tan fluido. Era persistente, rendía pero no destacaba. Luis me decía que no abusara de ello. Un día me preguntó qué quería estudiar y yo le dije que quería seguir en la música. Y él, medio sorprendido, me respondió que yo tenía capacidad y potencial para eso, pero que tenía que ponerme a trabajar en serio. Esa conversación fue en el momento preciso, ni antes ni después”. —E inevitablemente vinieron los primeros logros... “Sí. Me inscribí en el concurso Liliana Pérez Corey (2017) y, lo que me pareció increíble, lo gané. Y después postulé con otro guitarrista, Gabriel Oñate, a un concurso en Uruguay, y ganamos el primer premio en música de cámara. Finalmente, en septiembre de este año, me titulé; trabajé todo ese concierto con Luis, con quien ahora tenemos un dúo.
Es maravilloso ver la evolución de todo esto; cómo un maestro se transforma en un amigo de quien todavía tengo tanto que aprender y con quien ahora puedo intercambiar ideas musicales que después se convierten en una interpretación conjunta”. Podrías decir de tu relación personal con tu guitarra? “Es una relación de dependencia sana; una relación de amor.
Pienso que la música ha ido perdiendo la poesía, tal vez porque los músicos, insertos en esta sociedad que no entiende el arte, sienten la necesidad de demostrar que la música tiene un aspecto medio científico... Creo que eso no tiene mucho sentido y que hay que volver al amor por la música”.