Tierra Amarilla: A dos años del socavón
E Señor director: Hace algunos días se anunció el inicio del “Estudio de prospección del subsuelo de Tierra Amarilla, para la detección de cavidades o fracturas” con un costo de dos mil millones de pesos, que será financiado con recursos del FNDR y tendrá una duración de 18 meses. Esto, ad portas de cumplirse de la aparición de un gigantesco socavón a menos de 600 metros del CESFAM y sectores poblados de nuestra comuna.
El socavón, que fue noticia en todo el mundoa partir del 30 de julio de 2022, marcó un hito respecto del daño ambiental que genera la explotación desmedida por parte de las empresas, en este caso por Minera Ojos del Salado, según lo que indicó la propia Superintendencia de Medio Ambiente, y por lo cual el Consejo de Defensa del Estado demandó a la compañía.
Cuesta entender que con este y otros antecedentes que existen sobre la mesa, respecto del impacto de la producción minera en la comuna-declaración de zona saturada, multas de la DGA, demandas desde el municipio-, aun el Estado en su conjunto no tenga una estrategia clara para enfrentar esta problemática.
Es evidente que las mineras seguirán operando en Tierra Amarilla porque son fundamentales en la matriz productiva de la región y del país, por lo que se requiere una actitud responsable de parte de las autoridades: ni irse a las patadas ni ser condescendientes.
Las autoridades nacionales, regionales y locales deben estar a laaltura, hacer cumplir la legislación ambiental, exigir mayor inversión para modernizar los procesos productivos de las faenas minera y de una vez por todas poner los recursos donde hay que ponerlos, en las personas.
Tierra Amarilla requiere con urgencia un plan de inversión social, con financiamiento público y privado, con la mirada puesta en el desarrollo del ser humano en sus diversas dimensiones, que rompa el paradigma del asistencialismo y que permita una intervención integral que vaya en directo beneficio de los grupos más vulnerables; niños, jóvenes, mujeres y adultos mayores, a través del fortalecimiento de la educación, la salud, la prevención, la cultura y el deporte, entre otros ámbitos. Resulta impresentable que una comuna tan rica, en termino de recursos naturales, como Tierra Amarilla mantenga los índices que pobreza que presenta.
Esto no solo debe indignar a la comunidad, sino que deben significar, así como el socavón, una vergúenza para la toda la institucionalidad y, por supuesto, para las grandes compañías que extraen tanta riqueza de nuestro territorio, generando hasta ahora, como ha quedado demostrado, más daño que beneficios. Jorge Hidalgo, ex concejal de Tierra Amarilla