Autor: JEAN PALOU EGOAGUIRRE
“Si los demócratas vuelven a demonizar a los ciudadanos, la era Trump durará mucho tiempo”
“Si los demócratas vuelven a demonizar a los ciudadanos, la era Trump durará mucho tiempo” ENTREVISTA CON EL POLITÓLOGO YASCHA MOUNK:dense. ¿Qué tan cierto es eso? ¿ Qué no están entendiendo?Pocos conceptos han sido tan controvertidos en los últimos años como “woke”. El término que literalmente significa “despertó” resurgió con el movimiento Black Lives Matter, en el sentido de estar alerta ante las injusticias raciales, y se fue ampliando para referirse a las discriminaciones contra otros grupos como la comunidad LGBT, a los defensores de causas feministas o ecologistas y, en general, a los promotores de políticas identitarias.
Se habla ya de la “cultura woke”, y en política, de la “agenda woke”. Pero también se utiliza de manera despectiva, especialmente desde la derecha, para describir a las personas o sectores radicalmente liberales o de izquierda, a quienes describen como hipócritas que se creen moralmente superiores y buscan “cancelar” a quienes piensan distinto o defienden valores tradicionales.
Esta “batalla cultural” entre ambos grupos el “wokeísmo” y el “antiwokeísmo” estuvo muy presente en la última campaña presidencial en EE.UU., señala el politólogo alemán-estadounidense Yasha Mounk, profesor de la Universidad John Hopkins y autor de dos ensayos indispensables para leer el momento político actual: “El pueblo contra la democracia” (2018), en el que analiza la derecha iliberal, y “La trampa identitaria” (2024), en el que describe de manera crítica a la izquierda “woke”. ¿Este debate sobre la política identitaria tuvo algún impacto en la campaña de EE.UU. y en la victoria de Donald Trump?“Tristemente, sí.
Cuando Kamala Harris se presentó por primera vez ante una audiencia nacional en 2019 y 2020, las primarias demócratas estaban dominadas por Twitter y los principales candidatos estaban convencidos de que la forma de ganar la elección era competir hacia la izquierda.
Como resultado, Harris adoptó muchos puntos de vista identitarios, desde la promesa de distribuir ingresos y riqueza basándose en características demográficas bajo el término equidad, hasta coquetear con la idea de abolir la policía y la idea de despenalizar los cruces fronterizos ilegales. En esta elección no repitió esos puntos de vista, pero tampoco se distanció de manera sistemática de ellos.
Y en muchos aspectos, los demócratas son vistos como responsables de un ecosistema institucional más amplio en el que estas ideas y prácticas se han vuelto profundamente influyentes, lo que ha llevado a una grave crisis de confianza.
Todo esto explica por qué la mayoría de los esta-Trump va a ser mucho más efectivo, con un mandato mucho más grande, y transformará a EE.UU. de manera mucho más significativa que en su primer mandato”. do tan lejos del discurso cultural predominante en EE.UU. ayuda a explicar por qué Trump pudo hacerlo tan bien entre ellos.
Pudo ganar a muchos de los indecisos, los votantes oscilantes que tomaron su decisión en las últimas semanas, para obtener este sorprendentemente sólido mandato”. Trump es conocido por su retórica dura y ofensiva hacia las minorías raciales. ¿Cómo se explica su creciente éxito entre las comunidades latina y afroamericana?“Los demócratas se han convencido durante las últimas décadas de dos visiones fundamentalmente erróneas de la sociedad estadounidense.
La primera es que se puede dividir a EE.UU. en dos grupos, los blancos por un lado y las personas de color por el otro, y que las personas de color votarían de manera confiable por los demócratas, de modo que el cambio demográfico en curso, la diversifi-cación racial de EE.UU., les daría una especie de mayoría demográfica inevitable.
La segunda es que debido a que estos grupos se sintieron durante mucho tiempo no bienvenidos en el Partido Republicano y, por lo tanto, votaron por los demócratas, deben ser capaces de seguir votando por los demócratas. Pero en esta diferencia están en una posición crítica: los demócratas alejaron a gran parte de sus electores principales. Y finalmente, como cualquier lector en América Latina sabe, el término latino es increíblemente vago. Incluye personas con orígenes en Chile, Brasil, Venezuela, Cuba, que tienen historias políticas muy diferentes. Incluye personas que son blancas, indígenas o negras. A los que llegaron al país y obtuvieron la ciudadanía recientemente, así como a quienes han estado en suelo estadounidense durante décadas.
La idea de que todos estos de manera similar aceptarían una frontera sur muy débil, se verían naturalmente alineados con los afroamericanos o con graduados de Harvard con posgrados en estudios poscoloniales, siempre iba a ser absurda”. Probablemente haya algunos que digan que Trump ganó por el racismo, sexismo y autoritarismo inherentes al pueblo estadouni-“Ciertamente hay un elemento de eso en cada electorado. Ningún país, ninguna ciudadanía está completamente libre de sexismo o racismo.
Pero es muy difícil entender el cambio radical en los patrones de votación de los estadounidenses atribuyéndolo a esas explicaciones. ¿Cómo es que el racismo explica por qué los votantes que eligieron alegremente a Barack Obama en 2008 y 2012, de repente son demasiado racistas, cuando todas las encuestas muestran que los estadounidenses se han vuelto más tolerantes? () Intentar explicar por qué millones de mujeres, millones de latinos y un número creciente de afroamericanos han votado por Trump, por qué el número de personas que votaron por él ha aumentado en todos los distritos de Nueva York y prácticamente en todos los estados del país, usando esas viejas categorías, es simplemente una forma de negar la r e a l i d a d. Y e l problema con eso es que dificultará aún más que los demócratas se reconstruyan.
Si los demócratas aho-ra vuelven a los hábitos que adoptaron después de 2016, de simplemente demonizar a sus ciudadanos, se asegurarán de que la era Trump, que comenzó realmente el martes, dure mucho tiempo”. ¿Qué se puede esperar del segundo mandato de Trump?“En 2016, Trump era un recién llegado a la política. No tenía experiencia, apenas conocía a alguien en la política. No tenía leales para poner en su gobierno. Y apenas tenía control sobre el Partido Republicano. Cualquier periodista podía recorrer los pasillos de Washington y encontrar algún congresista republicano que con gusto le diría off the record que odiaba a Trump. Todo eso es diferente esta vez. Trump ha sido ahora un político a tiempo completo por casi 10 años. Ha reunido un gran equipo de leales. Y el Partido Republicano ha cambiado fundamentalmente. Muchos concgresistas fueron elegidos en los últimos 10 años, ganando primarias con la promesa de ser más pro-Trump que sus oponentes y quizás más pro-Trump que el propio Trump.
Esto significa que Trump va a ser mucho más efectivo, con un mandato mucho más grande, y transformará a EE.UU. de manera mucho más significativa que en su primer mandato”. ONIPZEUQSALEVDIVADdounidenses cree que Trump y el Partido Republicano son muy extremos, pero en esas mismas encuestas, la mayoría también cree que Harris y el Partido Demócrata son demasiado extremos”. ¿Los demócratas se equivocaron al poner mucho énfasis en los temas de identidad, en lugar de abordar las preocupaciones reales de los estadounidenses?“Aquí hay un problema triple. El primer problema es que los demócratas pasaron demasiado tiempo enfocándose en temas en los que sus posiciones no reflejan la opinión mayoritaria de la población estadounidense. El segundo es que actualmente los demócratas carecen del permiso para hablar o la capacidad de ser es-cuchados, incluso, cuando hablan sobre temas fundamentales como la economía.
El tercero es que los estadounidenses simplemente no confían en que los demócratas enfrenten a las personas más extremas en sus propias filas, que defiendan el sentido común, incluso cuando eso pueda ser impopular o pueda llevar a que alguien en Twitter los llame con un nombre negativo.
Y debido a que carecen de esa confianza fundamental en sus líderes políticos, no están inclinados a escucharlos incluso cuando abordan temas importantes como la inflación y la atención médica, en los que podrían tener opiniones similares”. ¿Cómo se apoya el fenómeno de Trump en este discurso anti-élite y el resentimiento de una clase que se siente marginada?“Es importante distinguir entre los diferentes elementos del apoyo a Trump.
Claramente hay un 15, tal vez un 20% de la población estadounidense, que son súper fanáticos de Trump, seguidores leales del movimiento MAGA (Make America Great Again), que votaron por él incluso en las primarias republicanas, que están encantados de que haya ganado. Pero ese segmento de la población no fue suficiente para que fuera elegido. También necesitó persuadir a un gran porcentaje de los llamados doblemente odiosos, personas que tienen una opinión negativa tanto de Trump como de Harris.
El hecho de que el Partido Demócrata se haya situa-. Según el autor de “La trampa identitaria”, Kamala Harris no logró distanciarse del ala “woke” del partido, que ha pasado “demasiado tiempo enfocándose en temas que no reflejan la opinión mayoritaria de la población estadounidense”. ENTREVISTA CON EL POLITÓLOGO YASCHA MOUNK: