EDITORIAL: Agua potable rural
EDITORIAL: Agua potable rural EDITORIAL En las últimas dos semanas, las páginas del diario La Tribuna han descrito los reclamos de residentes en zonas rurales de la comuna de Los Angeles por la falta de agua potable.
En los sectores de Montenegro y Cerro Colorado se han escuchado las quejas por los problemas en los comités de agua potable rural para suministrar el recurso a los residentes, y también de los compromisos de las autoridades para resolver los problemas a la brevedad.
Sin duda que se trata de un hecho que revela, por una parte, la aguda falta de agua que se viene observando observando hace más de una década, situación que se debiera seguir acentuando con el paso del tiempo por el cambio climático. De hecho, en la región del Biobío, son miles de familias rurales dependen de camiones aljibe para recibir agua potable. Según estimaciones recientes, 226 localidades rurales rurales están siendo abastecidas de esta manera, con comunas comunas como Los Angeles. Laja, Cabrero, Yumbel y Tucapel entre las más afectadas. En la capital provincial, por ejemplo, alrededor del 25% de la población rural carece de acceso directo a agua potable, lo que obliga a un uso intensivo de camiones aljibe para cubrir necesidades básicas. Esta situación es parte de una problemática más amplia a nivel nacional, donde, de acuerdo con el Censo 2017,383.20 ) viviendas en Chile no tienen acceso formal a agua potable. En las zonas rurales, el l7,2% de la población población depende de pozos, ríos, vertientes o camiones aljibe. Los proyectos de agua potable rural (APR) surgidos hace cerca de 20 años son la solución fundamental para mejorar el acceso al agua en las zonas más apartadas. Estos sistemas permiten a las comunidades rurales accedera accedera agua de forma segura y sostenida, siendo clave para su bienestar y calidad de vida. No obstante, el déficit de proyectos APR en la región aún es significativo, lo que resalta la necesidad de seguir ampliando la cobertura de estos sistemas para garantizar un abastecimiento sostenible a largo plazo.
A lo largo de los últimos años, la escasez de agua en Biobío y el país ha sido una preocupación constante, más aun cuando las zonas rurales han estado siendo sometida a una mayor presión por brindar servicios básicos, debido a aumento de los habitantes en esos territorios. territorios. En ese marco, los camiones aljibe representan una medida temporal, pero no una solución definitiva. Por ello, la implementación de proyectos de agua potable rural se vuelve no solo urgente, sino estratégica, para brindar seguridad hídrica a estas comunidades y mitigar los efectos de la crisis. Sin embargo, la concreción de estos proyectos enfrenta enfrenta barreras como la falta de financiamiento y la burocracia, burocracia, que retrasan. su ejecución. A pesar de que en comunas como Los Angeles hay 12 proyectos APR en espera de aprobación, la demanda sigue superando la oferta. Además, el mantenimiento de los sistemas APR existentes requiere inversiones constantes para evitar su deterioro.
Es crucial que el gobierno central y los municipios prioricen las inversiones, entendiendo que el acceso al agua potable no es solo una necesidad básica, sino un derecho fundamental que debe garantizarse para todas las familias, sin importar su ubicación. Agua potable rural.